Hungría, en estado de emergencia por un vertido químico

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La fuga de barro rojo en una fábrica de aluminio se cobra la vida de cuatro personas



SIMÓN TECCO / CORRESPONSAL EN LIUBLIANA

Día 06/10/2010


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La rotura de un dique de sustancias cenagosas contaminantes en las proximidades de Ajka, localidad situada en el suroeste de Hungría, ha provocado la muerte de al menos cuatro personas, 120 heridos y la evacuación de los habitantes de 400 casas. Los pueblos vecinos al dique han resultado inundados por el vertido de más de un millón de metros cúbicos de fango, lo que ha obligado al Gobierno de Budapest a declarar el estado de emergencia en tres condados del oeste de Hungría: Veszprem, Gyor-Moson-Soprom y Vas. El derrame de barro rojo, una sustancia química alcalina, muy tóxica y corrosiva que se genera como residuo en la fabricación del aluminio, se produjo en la tarde del lunes, afectando a tres pueblos vecinos en las inmediaciones del lago Balaton. Las autoridades sostienen que se trata del mayor «desastre químico» ocurrido en la historia del país.
El dique pertenece a la empresa de aluminio Ajkai Tomfoldgyar (MTI) situada en Ajki. La sustancia química, conocida como «barro rojo» que contiene grandes cantidades de hierro, silicio y otros metales pesados, arrasó las casas del pueblo Kolotar. El barro superó los dos metros y medio, arrastrando coches de la calzada, dañando inmuebles, gaseoductos, cañerías de agua potable y puentes.
El Danubio amenazado
Un hombre de 35 años que viajaba en su coche, fue arrollado por la marea de fango rojo. Una mujer anciana murió en el interior de su casa. Pero el espectáculo más desgarrador, sostienen los socorristas, lo vieron en una casa donde fueron encontrados sin vida los cuerpos de dos hermanas de uno y tres años, respectivamente.
Las autoridades, que intentan dar con el paradero de otras siete personas desaparecidas, aseguran que todavía puede ser peor. Por lo menos otras 120 personas resultaron heridas, diez de ellas en estado grave. Los afectados sufrieron quemaduras al entrar en contacto con esta sustancia corrosiva y al respirar los gases tóxicos que emana. Junto a
Kolontar, un pueblo de mil habitantes, se encuentran en peligro las localidades de Somlovasarhej y Devecser. Gyorgy Bakondi, miembro de la protección civil magiar, sostiene que el riesgo es muy alto por el hecho que los barros rojos contienen material radioactivo y que por ello su efecto en el medio ambiente y la población se verá en el futuro. Después de haber alcanzado el arroyo de Torna, el vertido podría contaminar los ríos Danubio y Raba según advirtió ayer el secretario para el Medio Ambiente, Zoltan Illes. El Gobierno ha movilizado a centenares de soldados, bomberos y equipos de rescate. «Hemos vertido muchas toneladas de yeso al río para desminuir la toxicidad del lodo en cada kilómetro que avanza», dijo ayer el portavoz de la Unidad de Desastres Nacionales (NDU) Gyorgyi Tottos. Años atrás se registró en el mar de Corsica un vertido de barro rojo menor, que destruyó todo el área ecológica de la zona.

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El barro tóxico sigue asfixiando a Hungría, y podría llegar al Danubio

El barro tóxico sigue asfixiando a Hungría, y podría llegar al Danubio



Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Casas, jardines y coches bajo el lodo tóxico en Hungría.

Las tareas de limpieza tras el grave accidente provocado en Hungría por una fuga de lodo tóxico podrían durar hasta un año, advirtió el Gobierno en Budapest. Mientras tanto, el vertido amenaza con alcanzar el Danubio.





"Recoger todo esto nos llevará meses", dijo el secretario de Medio Ambiente húngaro, Zoltan Illes, al portal de bomberos langlovagok.hu. Miles de metros cúbicos de lodo tóxico han arrasado varios pueblos del oeste de Hungría, devastando una superficie que alcanza ya los 50 kilómetros cuadrados. El coste de los trabajos de limpieza ascenderá a decenas de millones de euros, y Hungría se estaría planteando pedir ayuda a la Unión Europea.

La ruptura de una balsa que contenía residuos de aluminio procedentes de la industria minera se produjo el pasado lunes y se ha convertido en una de las principales catástrofes naturales acaecidas sobre territorio húngaro. El barro rojo se ha cobrado ya la vida de cuatro personas y provocado unos 120 heridos. Las fuerzas de protección civil trabajan a contrarreloj para limpiar edificios y calles. La reseca masa inunda casas, jardines y vehículos, ha fluido hasta los ríos Marcal y Raab y amenaza ahora con llegar al Danubio.

La UE también es responsable

Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Las labores de limpieza llevarán en Hungría al menos un año.La organización ecologista WWF teme que el vertido tenga efectos devastadores durante largos años. "La catástrofe puede poner en peligro los ecosistemas, los paisajes ribereños, el subsuelo y el suelo, además de las reservas de agua de Hungría", advirtió el director húngaro de la ONG, Gabor Figeczky, en un comunicado.

"Si el Gobierno húngaro pide ayuda”, dijo un portavoz de la Comisión Europea en Bruselas, “el centro de la UE responsable de la gestión de catástrofes estudiará qué se puede hacer", pero, en cualquier caso, añadió el funcionario europeo, "nuestra participación estará dirigida a (ayudar a) las víctimas”.

Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Devecser, a 164 km de Budapest, sumido en la marea roja.La UE tiene parte de culpa en lo que está sucediendo en Hungría, criticó el director para la depuración de aguas de WWF Berlín, Martin Geiger. "Las normas de seguridad comunitarias para los residuos de la industria minera son insuficientes", dijo. El uso de diques de tierra para asegurar los pozos de aguas residuales no es apropiado, ya que no siempre resisten, aseguró Geiger, y “en caso de fuertes precipitaciones o de niveles de agua elevados, existe un alto riesgo de que se fracturen es alto. Este peligro se conoce desde hace tiempo, especialmente en países de Europa del Este".

A 20 kilómetros del Danubio

Bildunterschrift: Großansicht des Bildes mit der Bildunterschrift: Depurar responsabilidades será ahora tarea de la política.En la madrugada del miércoles al jueves, el lodo tóxico alcanzó el Raab, afluente del Danubio, del que lo separan 20 kilómetros. Al contrario de lo que opinan los ecologistas, las autoridades medioambientales húngaras consideran que el peligro de contaminación de este último río es bajo, ya que los residuos van disminuyendo a medida que se alejan del lugar de la catástrofe.

El almacenamiento de este tipo de productos en plena naturaleza ha levantado tras lo sucedido una ola de críticas a la gestión gubernamental en Hungría. A la industria del aluminio, privatizada en los años 90, se la debería haber sometido a reglas de control y seguridad más estrictas, escriben varios periódicos húngaros.

La compañía MAL, la empresa a la que pertenecen los restos vertidos, niega toda responsabilidad y el primer ministro húngaro, Viktor Orban, anunció que el Ministerio del Interior abrirá una investigación para aclarar los hechos. "No hay indicios que apunten a que la catástrofe se produjo por causas naturales", indicó Orban. (dpa/ afp)

Editora: Luna Bolívar Manaut
http://www.dw-world.de/dw/article/0,,6088172,00.html


 

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Tragedia de El Cobre R.M

Si la respuesta es No .............


Tragedia de “El Cobre”



En Marzo de 1965, un mes extraño entre días nublados y colores raros, demasiados secos, en el día 28 de Marzo, veníamos de regreso del trabajo, a las 12.00 A.M. de pronto los animales comenzaron a agitarse, los perros aullaban como avisando algo, de pronto un fuerte movimiento y comenzó la tragedia de ese día Domingo, todos corrían desesperados de un lugar a otro tratando de protegerse de lud de material pétreo que venía del tranque que se había roto y que arrasó con el pueblito de El Cobre, ese día murieron más de 400 personas, hombres, niños, mujeres, familias completas, al cabo de algunos minuto, todo acabo, ya no existía nada, todo estaba bajo el relave y nada se podía hacer, solamente tratar de buscar a nuestros parientes bajo el desolador panorama, unas horas después comenzaron a llegar bomberos, carabineros, defensa civil, los Scout’s; más tarde el ejército tomó control de la situación, las labores de búsqueda tomaron más de un mes, al lugar de la tragedia llegó el presidente de la República, ministros y políticos a enterarse de la situación.

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La empresa Minera Disputadas de Las Condes, estuvo cerrada por 20 días… ya no había que arreglar los caminos y reabrir la mina que estaba tapada, después de ese tiempo se cerró la búsqueda. El relave se había solidificado fuertemente para las máquinas, lo que hacía imposible continuar la búsqueda.

Nos costó mucho reponernos de lo acontecido e incluso hoy es difícil hablar de ese día que nos vino a cambiar nuestras vidas. Pero había que empezar de nuevo.
En 1966, a un año de la tragedia, se creo un parque con el nombre de “Parque de los mineros”, este recinto fue inaugurado por las autoridades del Gobierno de ese entonces.
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Nuevo dique de relave en el sector!!

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Donde se suponía que existió una casa de alguna familia, se instaló una sepultura

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¡La Iglesia Católica del lugar milagrosamente no sufrió daños

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Allí existen monolitos en honor de las victimas…(Izquierda y derecha).


Las numerosas familias quedaron sepultadas bajo la gruesa capa de relave



 

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Equipos de especialistas en desastres decidieron sacar a los 800 habitantes de la loc

Evacuan pueblo húngaro por debilitamiento de embalse con residuos tóxicos

Equipos de especialistas en desastres decidieron sacar a los 800 habitantes de la localidad de Kolontar por un inminente peligro.


BUDAPEST.- La localidad húngara de Kolontar, que se encuentra cerca de un embalse con residuos de una planta de alúmina cuya rotura inundó varias poblaciones el lunes, está siendo evacuada, informó el sábado un portavoz de los equipos de desastres.

El portavoz Tibor Dobson dijo que la presa de la parte dañada de la piscina se ha debilitado aún más y que equipos especialistas en desastres han decidido evacuar a los 800 habitantes de Kolontar.

El Primer ministro Viktor Orban declaró que es probable que el muro del estanque se derrumbe.

"La pasada noche, el ministro del Interior nos informó que habían aparecido unas grietas en la pared norte del embalse, cuya esquina se derrumbó, lo que hace probable que toda la pared se derrumbe", dijo Orban en una rueda de prensa en la ciudad occidental de Ajka.

Orban agregó que podrían derramarse 500.000 metros cúbicos de lodo rojo, pero que era más denso que el anterior vertido, de alrededor de un millón de metros cúbicos.

Hungría declaró el estado de emergencia de tres condados el martes después de que el lodo tóxico de la planta inundara tres poblaciones el lunes a unos 160 kilómetros de Budapest, matando a siete personas e hiriendo a unas 150.

No había estimación del daño financiero que ha provocado el vertido -desechos de la refinación de bauxita que tiene un fuerte efecto cáustico- en una zona de unas 800 ó 1.000 hectáreas. Mientras que la causa del accidente continúa sin conocerse.

Todos los seres vivos en el cercano río Marcal, el primero en ser afectado por el vertido, han muerto.

También se ha registrado la presencia esporádica de peces muertos en otros ríos. No obstante, no se ha detectado un daño importante en el cauce principal del Danubio, uno de los principales ríos de Europa.
 

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ADVERTENCIA DE LAS AUTORIDADES El Gobierno húngaro prepara un vertido controlado para evitar otra catástrofe


Los técnicos construyen una barrera de 600 metros de longitud para proteger a los pueblos de la zona de una nueva avalancha por la rotura total de la presa

Otro embalse con resíduos líquidos amenaza con romperse y agravar la situación

Domingo, 10 de octubre del 2010 - 17:20h.
AGENCIAS / KOLONTAR javascript:JsZetaUtils.Voting.addVote(JsZetaUtils.Voting.cfg, 526117, 'NEWS', false, 'es');






Un vertido bajo control en vez de una riada descontrolada: esa es la estrategia con la que las autoridades húngaras tratan de evitar que una nueva fuga de lodos tóxicos tenga los mismos efectos catastróficos que la que el lunes acabó con la vida de siete personas.


Equipos de limpieza en la zona de Koloctar, tras la rotura de la presa con vertidos tóxicos. AP / BALAZS MOHAI


Vista aérea de la balsa rota (arriba a la derecha), con los campos llenos de lodo rojo. El pueblo de abajo es Kolontar. REUTERS / LASZLO BALOGH

Después de varias jornadas de incertidumbre, el Gobierno húngaro ha comenzado a plantear claramente la situación en torno a la balsa de acumulación de residuos tóxicos de Ajka, tras dar prácticamente por seguro que los muros se desplomarán. "Lo que esperamos, de acuerdo con las estimaciones de los expertos, es que esos muros dañados van a desmoronarse", ha indicado hoy a la prensa Zoltán Illés, secretario de Estado de Medio Ambiente.


Illés ha dicho que no es posible saber cuándo va a producirse ese desplome de los muros norte y oeste, en los que ya hay una fisura de 15 metros de ancho y numerosas grietas menores. "Meses o semanas", ha dicho Illés a los medios que lo acompañaron a inspeccionar la balsa dañada. Antes de eso, mañana mismo, se espera que esté concluido el dique de contención que se está levantando a marchas forzadas.
Con 600 metros de largo, 25 de ancho y unos cinco de altura, el muro estará compuesto de 40.000 toneladas de rocas y tierra, y se espera que sea suficiente para contener y desviar una segunda riada de lodos hacia tierras ya contaminadas.
Precaución
Desde el Gobierno se insiste en que esta obra es solo una medida de precaución ya que, en palabras de Illés, "no llegaría a ser alcanzado por una hipotética segunda ola (de lodos), que se movería más lentamente porque estaría más seca". El responsable de Medio Ambiente se ha referido así al hecho de que los 2,5 millones de lodos tóxicos que quedan en la balsa dañada son mucho más densos, al haber perdido la mayoría de la superficie líquida que cubría el fango tóxico y que es lo que se vertió el lunes.
"La gente no corre ningún peligro en absoluto", asegura Illés. Pese a ello, el responsable de Medio Ambiente no ha podido evitar reconocer su "temor" ante el segundo gran peligro que existe: la rotura de una segunda balsa, ubicada junto a la dañada. Las autoridades consideran que existe el riesgo de que el colapso de la balsa número diez comprometa la estabilidad de la número nueve, en cuyo interior se almacenan 50 millones de metros cúbicos de líquidos y residuos generados en la fabricación de aluminio. Para reducir este riesgo, las autoridades están bombeando agua desde la balsa nueve hacia otros depósitos, y buscan así reducir la presión sobre las paredes.
Muro de contención
En cualquier caso, Illés se muestra confiado en que el muro de contención sería capaz incluso de proteger a Kolontár y Devecser, los dos pueblos más cercanos a la balsa y que ya sufrieron el embate del vertido el lunes. En Devecser, la policía pidió a los vecinos el sábado que estuvieran listos para evacuar en caso de urgencia. Kolontár llegó incluso a ser desalojado, aunque algunos de sus habitantes habían regresado hoy a sus casas.
También este domingo el Gobierno insistió en cargar la responsabilidad del desastre a la empresa dueña de la balsa, la metalúrgica húngara MAL. "La empresa no construyó muros adicionales, no desarrollaron sus actividades correctamente y no cumplió las normas y regulaciones", acusó Illés.
A preguntas de Efe, el secretario de Estado reconoció que su departamento no tiene ni las competencias ni el equipo para realizar inspecciones e indicó que son las autoridades locales las encargadas de esos controles.
La ONG WWF-Adena ha denunciado que unas fotos tomadas en junio revelan que ya entonces había filtraciones en la balsa. Desde la oposición socialista se ha pedido ya la dimisión de Illés al considerar que con su gestión de la crisis no ha hecho más que generar pánico entre la población. Por su parte, la compañía, que en un primer momento negó cualquier responsabilidad, pidió hoy oficialmente disculpas y aseguró que compensará por los daños causados "acorde con su responsabilidad".


CATÁSTROFE ECOLÓGICA EN EUROPA CENTRAL | nueva amenaza en la zona afectada Hungría teme que otra riada tóxica anegue un pueblo


Los 715 vecinos que seguían en Kolontar son evacuados al detectarse más grietas

Domingo, 10 de octubre del 2010
RAMÓN VENDRELL / Ajka / Enviado especial


En un perverso juego de espejos, un matrimonio mayor evacuado ayer de Kolontar al pabellón deportivo de Ajka miraba en el informativo de la tarde de una cadena húngara la noticia de la evacuación de Kolontar que un periodista transmitía desde el exterior del pabellón. La televisión se encontraba dentro de una portería de fútbol sala. El matrimonio estaba sentado en una de las 272 camas de campaña dispuestas en ocho hileras de 34 unidades cada una. Acabado el relato televisivo de la evacuación, de su evacuación, el matrimonio siguió con los ojos fijos en el noticiario sin intercambiar comentario alguno. Ni siquiera una mirada. Parecían hipnotizados.


Vecinos de Devecser con mascarillas salvan sus pertenencias. ap / bela szandelszky

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Una psicóloga voluntaria de la fundación Helperek explicó que las personas evacuadas de Kolontar se encuentran en una situación de «incertidumbre absoluta» porque «sus vidas han sufrido un golpe brutal, se sienten como títeres pues ignoran qué está sucediendo exactamente y ven el futuro como un abismo». «Aunque unos pocos exteriorizan su inseguridad en forma de enfado -continuó-, la reacción de la mayoría es el bloqueo y la tristeza».
EL MISMO DEPÓSITO / Las 715 personas que quedaban en Kolontar tuvieron que dejar sus casas ayer a las seis de la madrugada ante el peligro de rotura del muro norte del mismo depósito de residuos, propiedad de la empresa MAL, del que el lunes escapó una riada de lodo rojo que ha causado al menos siete muertos. En el vertido se precipitaron arroyo Torna abajo un millón de metros cúbicos de desechos venenosos generados por la fabricación de aluminio, pero la balsa todavía almacena 500.000 metros cúbicos de ponzoña.
Las autoridades tomaron la decisión de evacuar Kolontar tras comprobar el pasado viernes que la pared tiene grietas y que estas se ensancharon hasta siete centímetros a lo largo del día.
En una precipitada conferencia de prensa celebrada en las cocheras de la estación de bomberos de Ajka ayer a las diez de la mañana, el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, consideró una «posibilidad muy real que todo el muro se derrumbe» y explicó que el Gobierno está tomando medidas para afrontar «el peor escenario», esto es, para una nueva ola de fango abrasivo. Las medidas, amén de la evacuación de Kolontar, consisten en la construcción de una barrera entre la fábrica MAL y esta aldea y en la acumulación de materiales para rebajar la toxicidad del hipotético derrame, mayormente yeso.
Györyi Töttos, portavoz de la oficina de emergencias, puntualizó no obstante que los desperdicios que quedan en el contenedor número 10 de la industria de aluminio son «mucho más densos y pesados» que los que el lunes arrasaron 40 kilómetros cuadrados. Por esta razón, los expertos pronostican que, en el caso de que reviente el muro resquebrajado, la fuga tendrá menor potencia y no llegará tan lejos.
El desalojo de Kolontar fue para la aldea un nuevo episodio de un serial de terror. «Por la noche ya intuíamos que algo extraño estaba sucediendo -contó Otto en el pabellón deportivo de Ajka-. Kolontar es pequeño y todo se sabe. Fueron horas de llamadas y rumores. No pegué ojo». Hacia las cuatro y media de la madrugada quedó claro que en efecto algo extraño estaba sucediendo. «La policía recorrió el pueblo comunicando por altavoces y puerta por puerta que en una hora nos evacuaban». Fue, al menos, el final de las sospechas. Aunque no del todo. «Todavía no sé exactamente por qué hemos tenido que abandonar el pueblo», dijo Otto. La queja por la deficiente información que suministra el Gobierno a los afectados por el desastre es general.
Con el mínimo equipaje recomendado, los aldeanos dejaron Kolontar hacia las seis de la mañana en sus coches o en los autobuses puestos por las autoridades. Aunque podían alojarse en el pabellón deportivo y en dos escuelas de Ajka, casi todos prefirieron hacerlo en casas de familiares o amigos. El pabellón deportivo era vacío y tristeza.
CINCO TRENES PREPARADOS / La localidad de Devecser, a muy pocos kilómetros de Kolontar siguiendo el fatal curso del Torna y, por tanto, de la ola de devastación, no fue evacuada. Sin embargo, los habitantes están advertidos de que pueden serlo en cualquier momento. Unos 300 militares están allí acampados para gestionar la operación y en la estación de tren aguardan cinco convoyes.
Töttos comunicó los argumentos para no evacuar Devecser. «Por un lado creemos que el vertido, de producirse, no alcanzará Devecser. Por otro lado es una población de unos 5.400 habitantes y la operación sería complicada. Además, es mejor evitar a la gente el trauma de abandonar su casa si no es imprescindible. Pero, si llega a serlo, estamos listos».
Sin embargo, ante la amenaza de una nueva calamidad, algunos residentes se marcharon por su cuenta, hecho que contradice la descripción que Orban hizo del estado de ánimo de la localidad, donde según él hay «preocupación pero no miedo». Los accesos a Kolontar y a Devecser quedaron ayer cortados. Zona prohibida y en buena parte fantasma. Excepto por el ejército de personas que trabajan en la limpieza del fango con inquietantes atuendos.
MESES EN MAL ESTADO / WWF ha publicado una foto aérea de la instalación de MAL tomada en junio en la que, según la organización ecologista, se observa que el muro que cedió el lunes ya estaba en mal estado y que por él escapaban residuos. «Sospechamos que la estructura llevaba meses en mal estado. Si MAL fuera una empresa responsable, el desastre no se habría producido», dijo Gabor Figeczky, director de WWF Hungría.