Honran heroísmo de bombero chileno en Estados Unidos
En una tranquila tarde de domingo, en octubre pasado, Mauricio ''Andy'' Arenas, teniente del Departamento de Bomberos de Miami-Dade, jugaba fútbol con sus hijos Andrew y Michael en Homestead. De pronto, la diversión se tornó en dramatismo cuando el mayor de los niños, Andrew, observó que salía espeso humo de un townhouse cercano.
Andy no lo dudó un segundo. Se dirigió a toda prisa a la vivienda que estaba en llamas y, ayudado por sus hijos, de 9 y 13 años, alertó a los vecinos. Luego, entró en la casa, sin pensar en su propia vida.
Por su acto de heroísmo, Arenas recibió anoche un reconocimiento otorgado por la Federación de Asociaciones de Propietarios de Kendall.
''Queremos reconocer el servicio de los hombres y mujeres que arriesgan sus vidas diariamente para protegernos'', expresó Lawrence Percival, el vicepresidente ejecutivo de la Federación. ''Ellos salen de su casa todos los días para realizar acciones de alto riesgo, y no saben si van a regresar'', agregó Percival.
''Y creemos que es muy importante darles las gracias por esta labor extraordinaria'', enfatizó.
En esos instantes de ese domingo, Arenas pensó rápidamente y organizó a sus hijos como un pequeño equipo.
''Le pedí a Michael que llamara al 911 y avisara a los vecinos de las viviendas contiguas, y le pasé una manguera a Andrew para que lanzara agua por la ventana'', recordó Andy. ''Sabía que cada minuto era vital, que podía haber alguien muriendo allá adentro'', agregó.
El bombero abrió la puerta principal de la casa y escuchó un leve quejido que provenía del segundo piso. ''Era un hombre desplomado en su cuarto'', dijo. Lo arrastró hasta la escalera y con la ayuda de un policía de Homestead, el oficial Antonio Tanner, lo bajó al primer piso y lo sacó del inmueble.
Dos días más tarde, cuando visitó al hombre en el hospital, éste con voz quebrada por la emoción, le dijo: ``Gracias. Que Dios lo bendiga''.
Arenas nació en Santiago, Chile, y llegó a Estados Unidos a los 5 años de edad, radicándose con sus padres en Miami. Hace seis años forma parte del Departamento de Rescate y Bomberos de Miami-Dade.
''Cada vez que un bombero sale a la calle, lo hace determinado a ayudar a los demás; no importa cuán arriesgado pueda ser, es nuestra vocación, y lo hacemos con orgullo'', afirmó Arenas, de 35 años.
''Para mis hijos, que demostraron gran valor, esa fue una tarde que quedará siempre en su recuerdo'', añadió.
Junto con Arenas fue premiada, en ausencia, la capitana Martha Scott, quien en abril del 2006 rescató a un hombre atrapado dentro de un camión enllamas. Ella no detuvo su esfuerzo cuando trataba de romper los cristales del vehículo, aunque tenía heridas en las manos y los brazos.
''Nos sentimos sumamente honrados por la labor profesional y humanitaria que nuestros colegas realizaron, que los hizo merecedores, recientemente, de la Medalla del Valor otorgada por la Junta del Mérito de los Bomberos de Miami-Dade'', afirmó Herminio Lorenzo, el jefe de bomberos de Miami-Dade.
''Es muy gratificante trabajar junto a dos ejemplares bomberos que asumieron riesgos personales para salvar vidas humanas'', recalcó por su parte el portavoz del departamento, Eddy Ballester.
La Federación, la cual desde hace 28 años realiza una ceremonia anual de premiación para los héroes de nuestra comunidad, otorgó a Scott y Arenas una placa de reconocimiento, certificados para restaurantes y cines, así como un premio individual de $500.
Fuente: El Nuevo Herald
En una tranquila tarde de domingo, en octubre pasado, Mauricio ''Andy'' Arenas, teniente del Departamento de Bomberos de Miami-Dade, jugaba fútbol con sus hijos Andrew y Michael en Homestead. De pronto, la diversión se tornó en dramatismo cuando el mayor de los niños, Andrew, observó que salía espeso humo de un townhouse cercano.
Andy no lo dudó un segundo. Se dirigió a toda prisa a la vivienda que estaba en llamas y, ayudado por sus hijos, de 9 y 13 años, alertó a los vecinos. Luego, entró en la casa, sin pensar en su propia vida.
Por su acto de heroísmo, Arenas recibió anoche un reconocimiento otorgado por la Federación de Asociaciones de Propietarios de Kendall.
''Queremos reconocer el servicio de los hombres y mujeres que arriesgan sus vidas diariamente para protegernos'', expresó Lawrence Percival, el vicepresidente ejecutivo de la Federación. ''Ellos salen de su casa todos los días para realizar acciones de alto riesgo, y no saben si van a regresar'', agregó Percival.
''Y creemos que es muy importante darles las gracias por esta labor extraordinaria'', enfatizó.
En esos instantes de ese domingo, Arenas pensó rápidamente y organizó a sus hijos como un pequeño equipo.
''Le pedí a Michael que llamara al 911 y avisara a los vecinos de las viviendas contiguas, y le pasé una manguera a Andrew para que lanzara agua por la ventana'', recordó Andy. ''Sabía que cada minuto era vital, que podía haber alguien muriendo allá adentro'', agregó.
El bombero abrió la puerta principal de la casa y escuchó un leve quejido que provenía del segundo piso. ''Era un hombre desplomado en su cuarto'', dijo. Lo arrastró hasta la escalera y con la ayuda de un policía de Homestead, el oficial Antonio Tanner, lo bajó al primer piso y lo sacó del inmueble.
Dos días más tarde, cuando visitó al hombre en el hospital, éste con voz quebrada por la emoción, le dijo: ``Gracias. Que Dios lo bendiga''.
Arenas nació en Santiago, Chile, y llegó a Estados Unidos a los 5 años de edad, radicándose con sus padres en Miami. Hace seis años forma parte del Departamento de Rescate y Bomberos de Miami-Dade.
''Cada vez que un bombero sale a la calle, lo hace determinado a ayudar a los demás; no importa cuán arriesgado pueda ser, es nuestra vocación, y lo hacemos con orgullo'', afirmó Arenas, de 35 años.
''Para mis hijos, que demostraron gran valor, esa fue una tarde que quedará siempre en su recuerdo'', añadió.
Junto con Arenas fue premiada, en ausencia, la capitana Martha Scott, quien en abril del 2006 rescató a un hombre atrapado dentro de un camión enllamas. Ella no detuvo su esfuerzo cuando trataba de romper los cristales del vehículo, aunque tenía heridas en las manos y los brazos.
''Nos sentimos sumamente honrados por la labor profesional y humanitaria que nuestros colegas realizaron, que los hizo merecedores, recientemente, de la Medalla del Valor otorgada por la Junta del Mérito de los Bomberos de Miami-Dade'', afirmó Herminio Lorenzo, el jefe de bomberos de Miami-Dade.
''Es muy gratificante trabajar junto a dos ejemplares bomberos que asumieron riesgos personales para salvar vidas humanas'', recalcó por su parte el portavoz del departamento, Eddy Ballester.
La Federación, la cual desde hace 28 años realiza una ceremonia anual de premiación para los héroes de nuestra comunidad, otorgó a Scott y Arenas una placa de reconocimiento, certificados para restaurantes y cines, así como un premio individual de $500.
Fuente: El Nuevo Herald