martes, 14 de abril de 2009
01:48
Hay Allende para rato en el Cuerpo de Bomberos de Ovalle
Héctor Alamiro Allende Cortés, nació el 20 de noviembre, hace 78 años, siempre en el barrio Benavente. Casado con doña Arminda Aguilera, Presidenta del circulo de damas de la Cuarta Compañía desde hace veinte años, con quien ha tenido siete hijos.
Entró el 16 de mayo de 1948 a la Cuarta Compañía donde ha pasado por todos los cargos, desde Teniente, Sargento, Capitán, Ayudante de Compañía, Tercer comandante. Segundo comandante, y 14 años como director de la Compañía.
En este tiempo a usted le ha correspondido asistir a los incendios y emergencias más grandes que han ocurrido en Ovalle. ¿Cuales recuerda usted?
“El de la Maestranza, porque ahí trabajaba yo. No recuerdo exactamente la fecha
También recuerdo el rescate de dos personas en el Embalse Recoleta, en el túnel, que quedaron atrapadas cuando fue dinamitada la compuerta, pues en lugar de arrancar hacia afuera, lo hicieron haca adentro. En esa oportunidad tuvimos que meternos nosotros por detrás, por unas rendijas cuatro voluntarios, con escalas y cordeles. Eso fue por ahí por el 56.
También estuve cuando se volcó el tren serenense en Paloma, donde murieron siete personas, entre ellas una guagua. En esa oportunidad como segundo comandante me tocó a mi ir al rescate. Después cuando se volcó un Andes Mar Bus, cerca de Socos donde murieron también como siete personas, la mayoría mujeres. Ahí fuimos con el teniente Erasmo Cortés”.
Erasmo Cortés. Pokeke, ¿no es así?
(Ríe) “El Mismo, Pokeke..Con él nos tocó trabajar en el rescate de los cuerpos. Fue tremendo”.
“En ese tiempo no existía la Unidad de Rescate”.
“No, nada. Nosotros teníamos pura pala y barretilla, escala y cordel y nada más”.
¿También estuvo en el incendio de la escuela Industrial, no es verdad?
“Claro, y casi me quedo ahí. Con Mario Díaz, (Erasmo) Cortés y yo, entramos y se nos cerró la mampara y no pudimos abrirla, quedamos pillados adentro. Ahí salimos a puro combo, rompiendo. Casi nos quedamos ahí”.
¿Que significa para usted don Héctor recibir este reconocimiento, por los 60 años?
Ahí recibí la última medalla de oro en premio de servicios . Porque de ahí en adelante en Ovalle no se volvieron a entregar más medallas de oro. Y esa la conservo como la más preciada”.
Después de recibir el reconocimiento de los 20 años, ustedes no tienen la obligatoriedad de concurrir a los llamados de emergencia. ¿No es así?
“No, una vez que lo vean en cinco años, basta. Pero uno siempre trataba de ir. Además que he pasado bien enfermo. Tengo un marcapasos, me sacaron un riñón, me operaron del oído, me operaron de la vesícula, de la espalda. Así que (ríe) estoy bien averiado.
Además que tengo enferma la señora, así es que menos se puede ir”.
¿Y que pasa con el premio de los 50 años? También es importante.
“También es importante, que es cuando uno pasa a ser miembro honorario del Cuerpo de Bomberos, o Voluntario Insigne. Ese me lo entregaron cuando el cuerpo de Bomberos cumplió Cien Años”.
Ahora usted don Héctor, ¿Ve en las nuevas generaciones el mismo espíritu que tenían ustedes en los comienzos?
“No, no se ve. Además que hay tanto modernismo. Ahí tiene usted la unidad de rescate que tienen sierras para cortar el metal, equipos para meterse en las llamas. Tienen todo ese material que manda la Junta Nacional.
Claro que siempre hay jóvenes que se están incorporando, pero es difícil que lleguen hasta el último” .
Usted debe ser de los más antiguos del Cuerpo de Bomberos de Ovalle.
“Soy la cuarta antigüedad. Está don Ricardo Rojas, primero, después don Jorge Misleh, don Carlos Cazaudehore, y después vengo yo”.
Pero en el cuerpo de Bomberos hay Allende para rato en el cuerpo ¿no es así? Sus hijos también han seguido sus pasos
“Así es, tengo tres hijos bomberos, ellos son Héctor , Luis, y Jaime Allende Aguilera. Y tengo un nieto que es cadete”. Se emociona al mencionarlo, se le humedecen los ojos y no puede continuar hablando.
Definitivamente, en el cuerpo de Bomberos hay Allendes para rato.
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