Erasmo Salinas Rosas el último de los auxiliares

Nacho

Comandante de Guardia
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Erasmo Salinas Rosas el último de los auxiliares
Don Erasmo Salinas Rozas, falleció en Santiago, el día 25 de abril de 1980 a la edad de 98 años, producto de un accidente cardiovascular penosa enfermedad que lentamente fue apagando su vida hasta alcanzar el término de su existencia.

Ostentaba el premio de constancia por 75 años de servicios, único conferido hasta ese momento en la historia del Cuerpo de Bomberos de Santiago, era el voluntario más antiguo de la institución y sin duda del país.

Erasmo Salinas, de oficio pintor, casado, modesto en su vida, era el genuino representante del ciudadano chileno que palpita ante el dolor ajeno y nada escatima para aliviarlo. Desde muy joven anidó este sentimiento, y movido por él ingreso a las filas de la Segunda Compañía de Bomberos “Esmeralda” en calidad de auxiliar, el día 15 de noviembre de 1900, Registro General N 9.876 y Registro de Compañía N 1.044 sirviendo en ella por 79 años y 5 meses hasta el día de su muerte.

Los Auxiliares tenían la responsabilidad en los incendios de labores tales como el arrastre de la bomba a vapor y los Gallos porta mangueras, hacer tacos, muchas veces con sus cuerpos, en las acequias para juntar el vital elemento necesario para el trabajo de las bombas a vapor, cuidar el fuego de las calderas y cumplir con todo lo que el reglamento de compañía señalaba.

El uniforme que han usado siempre ha sido, más o menos, igual al de los voluntarios, con simples modificaciones.

En 1865, los auxiliares usaban camisa azul, sin estrella, pantalón blanco y cinturón de lacre y un sombrero de paja con una cinta azul. Posteriormente se les asigno botas de cuero. En 1871 se suprimía el uso de botas a los auxiliares por su elevado costo. En 1887 a los auxiliares se les doto de gorra de cuero con un 2 al frente. En 1909 se fijo el actual uniforme para la Compañía y un año después se acordó el uso de cascos para los auxiliares similar al de los voluntarios.



Auxiliares después de una academia en 1895


No participaban de la dirección ni administración de las compañías, pero gozaban de los mismos derechos de los voluntarios para la obtención de los merecidos premios por años de servicios, y sepultación en el mausoleo de la institución con los honores correspondientes al tiempo servido.

En el año 1905 Don Erasmo Salinas fue elegido entre sus pares para ocupar el cargo de CABO.

Los auxiliares que ingresaban a la compañía en esa época, estaban bajo las órdenes inmediata de un Cabo. Este era el responsable de las irregularidades del servicio en su escuadra y debía dar cuenta inmediata al Teniente 3° de toda falta de disciplina cometida por sus subordinados. Los auxiliares formaban parte de la Sección Bomba.



Con el correr de los años y la aparición de nuevas tecnologías que modernizaron los elementos rodantes para combatir el fuego, estos abnegados servidores fueron perdiendo su razón de existir y fueron suprimidos.

No obstante don Erasmo continuo sirviendo a su querida “Esmeralda”, obteniendo en la Compañía y en el Cuerpo, oportunamente todos los premios que el reglamento señala, desde el premio de 5 años hasta el de 75 años.



Se destaca su calidad de Miembro Honorario de la Institución por cumplir 50 años de servicios y la de Voluntario Honorario de Canje de la Segunda Compañía de Bomberos “Bomba Germania” de Valparaíso. También ostentaba la Medalla Municipal por 35 años y la Piocha Municipal por 50 años ambas distinciones entregadas por la I. Municipalidad de Santiago.

Por sus méritos, su entusiasmo y constancia, la Compañía acordó otorgarle la calidad de Voluntario el día 15 de enero de 1941.

Sus restos fueron velados en el Salón de Sesiones de nuestro cuartel, desde allí el cortejo se dirigió rumbo hacia el Cementerio General, además de las Compañías del Cuerpo de Bomberos de Santiago y la Delegación de la Compañía Hermana de Canje “Bomba Germania” de Valparaíso, que se encontraban formadas, rindió honores el material mayor de la Compañía y en especial una vieja compañera, la Bomba a Vapor “Esmeralda N°2” que acompaño en su última morada a quien fuera en su juventud a uno de los más eficientes carboneros.



Con la Muerte de Don Erasmo Salinas, desaparece el último bastión de la época romántica, que representaba a estos rudos hombres que sin su esforzada ayuda, sin el abnegado desempeño, unidos a las bombas a Vapor, únicos elementos que se disponían en esa época para combatir los incendios, no habría sido posible en gran parte que la Institución cumpliera con sus fundamentales obligaciones.





Pedro Torti Besnier Vol. Honorario
 

Nacho

Comandante de Guardia
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La trágica historia del Auxiliar Sextino Elías Marticorena
Del diario del Comandante Anselmo Hevia (Escritura de la época)

Cuerpo de Bomberos de Santiago
Febrero 27 de 1890.-
Incendio, 3er Cuartel:

A las 11.05 P.M. dio aviso la Policía de haberse declarado un incendio en la Mercería de la sucesión Briceño, calle del Puente N°5G i 5F. Se dio la alarma i las bombas acudieron con suma presteza al lugar indicado.

Desde el primer momento se notó que no había agua en ninguna de las acequias de todo el barrio entre la Plaza de Armas i el río. Corría sin embargo, en cantidad insignificante en la acequia que hai entre la calle de las Rosas i San Pablo i allí armó la bomba de palanca de la 3ª Compañía que solo pudo funcionar irregularmente.



La 4ª Compañía se encontraba con su bomba descompuesta i colocó sus mangueras en la válvula de agua potable del Cuartel Jeneral, llevando el agua hasta el incendio en cantidad insignificante.

Como el fuego tomaba cuerpo i el agua no llegaba, se ordenó a la 5ª Compañía i a la 3ª de vapor que armaran sus bombas en el río Mapocho, pero solo pudo hacerlo la 3ª colocando cuatro tiras de chorizo.

Por esta falta de agua, el fuego, que pudo ser estinguido en la misma Mercería donde apareció, no pudo menos que comunicarse a la casa N°7 perteneciente a D. Daniel Alcalde, i amenazaba propagarse al Almacén del Sr. Granello, sin que fuera posible evitarlo, a pesar de los trabajos de aislamiento ejecutados por las Compañías de Hachas i del esfuerzo de los bomberos.

Cuando el fuego apareció ya en el interior del Almacén del Sr. Granello por unas ventanillas que tiene en la división con el edificio incendiado, hubo necesidad de atacarlo, acarreando el agua en baldes durante una larga hora que demoró en llegar el agua del río o correr por las acequias vecinas al lugar amagado.



Ilustración referencial del Sr.-Halrald Knut Eckwahl ex 5a Cía



Una vez que hubo agua, pudo sitiarse el fuego con toda facilidad, hasta dejarlo casi completamente estinguido mui cerca de las 2 de la madrugada del día siguiente, hora en que se ordenó que regresaran a sus cuarteles las bombas de palanca 1ª, 3ª i 4ª de vapor i 7ª de hachas, retirándose la 5ª Compañía media hora más tarde i quedando de guardia la 2ª i la 8ª que se retiraron a las 4 de la mañana, después de apagar completamente los escombros.

Se quemó por entero la Mercería de la sucesión Briceño, sin que fuera posible salvar los objetos introducidos en ella; Sufrió deterioros el Almacén contiguo N°5E, que ocupa la Botonería de D. Manuel J. Gómez, pero quedó intacta la mercadería, aunque mojada; Se quemaron tres piezas del edificio de altos de la casa N°7 i sufrieron deterioros dos piezas de la parte baja, pero se salvaron totalmente los muebles i objetos que había en ella.

Es digno de todo elogio el esfuerzo hecho por los bomberos, sin distinción de Compañía alguna i faltando el agua, solo debido a ese esfuerzo ha podido tomar el incendio tan pocas proporciones.

Del material del Cuerpo solo sufrió la 4ª Compañía la quebradura de una de las ruedas de su bomba.

Solo hai una desgracia que lamentar: Cuando el auxiliar de la 6ª Compañía, don Elías Marticorena se dirijía presuroso por la Plazuela de la Recoleta a cumplir con su deber, fue atropellado por un coche del servicio público, que le causó una herida seria en el vientre, muriendo a consecuencia de ella a las 8 de la mañana en el Hospital de San Vicente de Paul, donde recibió toda clase de atenciones. Asistió el 2º Comandante i el cuerpo trabajó bajo las órdenes del que suscribe.



Anselmo Hevia



Marzo 2 de 1890.-
Funerales:

Con el objeto de acompañar al Cementerio Jeneral los restos del auxiliar de la 6ª Compañía don Elías Marticorena, atropellado por un coche del servicio público cuando se dirijía al último incendio, se citó al Cuerpo a las 9 ½ A.M. de hoi. Formado el Cuerpo con la banda de música de Cazadores, se puso en marcha el cortejo, saliendo del Cuartel Jeneral i tomó por las calles de Santo Domingo, San Antonio, Recoleta, Avenida del Rosario i del Cementerio. Al darse sepultura al cadáver, el voluntario de la 6ª don Justo Arteaga pronunció un discurso. Terminado el acto, se despidió el cortejo i se ordenó dispersar las Compañías en la puerta del Cementerio.

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Milobombero

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4 Jun 2008
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Se agradece el esfuerzo de la Segunda Compañía por difundir la historia de su unidad. Realmente envidiable sus archivos y artículos.

Para mí sería lo óptimo pertnecer a una compañía que resguarde su historia y que además este en la vanguardia técnica bomberil.