Enigma: Para entretenerse un poco

Nacho

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Máquina encriptadora Enigma
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El interés en la criptografía comenzó en Alemania durante la Primera Guerra Mundial pero se detuvo en 1918 después del Armisticio.

Pero al renacer el militarismo en Europa, el interés se reavivó y en Alemania se usaron los trabajos de Arthur Scherbius, un ingeniero berlinés, que había construido una máquina encriptadora a rotor que llamó Enigma, inspirándose en la máquina inventada por el holandés Hugo Koch. Scherbius no tenía recursos suficientes para su empresa y por ello se asoció con Willie Korn formando la compañía Enigma Chiffiermaschinen AG en Berlín.

Ambos mejoraron el diseño de la máquina de Scherbius, con la importante adición de rotores intercambiables. En 1923, en la Exhibición Postal Internacional, que se realizó en Berlín, mostraron su nueva máquina para la protección de secretos comerciales.

El negocio no reportaba buenas ganancias pues tenían la competencia de máquinas estadounidenses y suecas, siendo el sueco Hagelin el único que vendió un buen número de máquinas en todo el mundo, antes que la Enigma hiciera presencia en el mercado.

Poco a poco Enigma se abrió camino y logró colocar un buen número de máquinas en bancos y organizaciones internacionales, hasta que los militares a finales de los años 20 mostraron interés en el dispositivo. Primero fue la marina alemana que ordenó las primeras máquinas encriptadoras y luego a comienzos de los años 30 el ejército puso las primeras órdenes.

Los japoneses copiaron la máquina comercial y pusieron los rotores en la parte superior. Esa máquina fue conocida por la Inteligencia de EE.UU. como "Green". Luego los japoneses construyeron otras máquinas más seguras y los británicos, con las dos que habían comprado, diseñaron otras para su propio uso.

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Rotores en la parte superior y enchufes en la inferior.

Finalmente la fuerza aérea de Alemania adoptó también la Enigma, convirtiéndose así en la encriptadora oficial de la Wehrmacht. Más tarde se les unieron la Abwher (Servicio de Inteligencia), las SS, la Gestapo, el Sicheheitsdiensts (Servicio de Seguridad e Inteligencia Política del Partido Nacionalsocialista) y hasta los ferrocarriles del estado.

A partir de 1926, la firma Enigma estaba bajo el control del Estado Alemán y la máquina comercial desapareció del mercado. Para ese momento la encriptadora tenía 3 rotores, pero la Kriegsmarine le añadió un cuarto rotor para hacerla más segura.

La máquina militar básica llamada Modelo Uno (Eins) que también se llamó Modelo W (Wehrmarcht Enigma) entró en servicio el 01 de Junio de 1930 y ofrecía 200 quintillones de posibles combinaciones. Esto formó la columna vertebral de lo que creían, sería el código secreto indescifrable de las Fuerzas Armadas alemanas.

Mientras tanto, en Estados Unidos, Polonia, Holanda y Francia existían Enigmas comerciales compradas antes que el gobierno alemán prohibiera su venta para uso civil y menos que fuera exportada.

La máquina encriptadora Enigma tiene el aspecto de una máquina de escribir y como tal fue confundida por muchos soldados cuando a finales de la guerra se encontraban con uno de esos aparatos. Pero Enigma no imprimía letras en un papel. La máquina tiene un teclado y más arriba tiene un tablero con, 26 letras que se iluminan, correspondientes a las 26 letras del alfabeto.

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Cuando en el teclado se presiona una tecla, digamos la Q, se ilumina una letra totalmente diferente, digamos la U, mediante una lamparita que ilumina la letra. Cada máquina utilizaba una batería de 4,5 voltios, o podía utilizar también la energía eléctrica si estaba disponible.

Al presionar la tecla Q el circuito eléctrico se completaba a través de los rotores siguiendo un determinada secuencia y de cuerdo a la clave utilizada, en este caso se iluminaba la letra U.

En el principio original que data del Siglo IV AC, un invento del romano Aeneas Tacitus , cada letra es reemplazada por la letra que ocupa el siguiente lugar más n, por ejemplo A + 2 = C. B + 2 = D etc. Pero, para hacerlo más complicado Scherbius hizo que los rotores se movieran con cada letra tecleada incrementando el valor de n. Por ejemplo A + 2 = C; B + 3 = E etc.

Cada tecla de la Enigma mueve los rotores de acuerdo a una cierta secuencia y el impulso eléctrico viaja vía un reflector de regreso a los rotores, pero siguiendo un patrón diferente, permitiendo que un número enorme de permutaciones, den la misma letra correspondiente cuando se encripta o cuando desencripta un texto.

Para aumentar el número de permutaciones, en las Enigmas militares se añadió un tablero en el frente de la máquina que contenía un conmutador, llamado "Steckerbrett", con sus correspondientes cables y enchufes. Las posibles permutaciones con la Enigma de tres rotores es de 26 x 26 x 26 ó 17,576 permutaciones, lo que significaba que la secuencia original sólo podía repetirse después de 17,576 combinaciones. En la de 4 rotores es de 26 x 26 x 26 x 26 = 456.976 combinaciones. Los cables permitían permutar las letras usando combinaciones de 5 o 6 cables de los 13 posibles.

Los rotores tenían un anillo exterior marcado con las 26 letras, la clave utilizada determinaba la posición de los anillos de los rotores. Por ejemplo se podía transmitir con la clave JHCT y para el efecto el operador giraba los anillos de los rotores hasta mostrar esa combinación. Luego seleccionaba los cables enchufándolos según le indicaba la clave y eso aumentaba la posibilidad de obtener no menos de 159 quintillones de combinaciones.
 

Nacho

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Para hacerlo más complejo, el equipo contaba con varios juegos de rotores de los cuales el operador seleccionaba tres (cuatro al final de la guerra), según las instrucciones con la clave que utilizaba al momento de encriptar un mensaje.

La operación de la máquina podía realizarla un solo hombre, pero por lo general requería el empleo de dos operadores, uno que leía el mensaje y lo iba tipeando en la Enigma y otro que iba leyendo las letras que se iluminaban y las escribía en un papel para luego transmitirlas por telegrafía o teletipo.

Empleando los rotores y la clave correspondiente, si la letra original Q era transmitida en un mensaje como una letra U, el operador que lo recibía tecleaba esa letra U en la Enigma, haciendo que se iluminara la letra A, la cual escribía en un papel.

Obviamente todo dependía de los rotores utilizados y de los cables enchufados, por tanto las letras correctas sólo aparecían cuando los operadores que transmitían y recibían los mensajes, utilizaban las mismas combinaciones o "clave". La clave inicialmente era cambiada mensualmente, luego semanalmente y después diariamente.

Varias Enigmas comerciales fueron usadas por la Legión Cóndor alemana en la Guerra Civil Española (1936-1939.) Algunos de cuyos mensajes fueron descifrados por la GCCS (Government Code Ciphering School de Inglaterra), pero la GCCS no supo entonces, que no podrían descifrar los códigos de las Enigmas 1 y W, hasta que los polacos lo lograron en 1939. Este aspecto de la historia del Enigma, fue ocultado por el gobierno inglés, para dar la impresión de que ellos habían podido romper el código. Incluso, en 1974, F.W. Wintherbotham publicó el libro "The Ultra Secret" donde insinuaba que fueron los británicos que lograron descifrar el código Enigma. Pero una década después, en 1986, la verdad fue revelada.

Los polacos estuvieron analizando el código Enigma, desde 1928, utilizando cuatro estaciones de escucha en Varsovia, Starogard, Poznam y Krzeslawice. Al comienzo los militares polacos se vieron imposibilitados de descifrar los códigos, pero solicitaron la ayuda de matemáticos de la Universidad de Poznam, liderados por Marian Rejewski, y pronto se vieron los primeros frutos. Los polacos utilizaron inicialmente una máquina Enigma comercial, como base para sus investigaciones.

En 1931 de manera paralela, el French Deuxieme Bureau comenzó a trabajar con la Enigma bajo el liderazgo del capitán Gustave Bertrand. Los franceses trabajaron en coordinación con los polacos para descubrir la forma de romper el código de la Enigma. Poco después, en 1933, los polacos ya obtenían los primeros mensajes descifrados. Se cree que en el período de 1933 a 1939, los polacos descifraron unos 100.000 mensajes alemanes. El secreto fue mantenido de manera estricta, a tal punto, que eran muy pocas las autoridades polacas que conocían el hecho.

El 15 de Setiembre de 1938, los alemanes cambiaron radicalmente los métodos utilizados para generar los códigos. Esto obligó a los polacos a fabricar el primer pseudo computador mecánico para ayudarles a descifrar los nuevos códigos. En Octubre de 1938 habían fabricado su "bomba kryptologiczna" (Bomba Criptológica) que fue construida paralelamente al "Ciclómetro" que ayudó para establecer el patrón de la clave.

El método consistía en usar juegos de 26 hojas de papel perforado con 2610 agujeros. Las combinaciones de 51 líneas de agujeros, por 51 columnas de agujeros, permitía hallar los lugares convergentes con sus respectivas combinaciones para crear la clave.

Posteriores mejoras de la Enigma obligaron a los polacos a usar 60 bombas criptológicas y juegos de 60 hojas perforadas en vez de 26. A mediados de Julio de 1939, el Jefe de Estado Mayor polaco, Teniente General Waclaw Stachiewicz, autorizó compartir los secretos de Enigma con los servicios de inteligencia aliados. Se llegaron a acuerdo y los polacos les entregaron a los ingleses y franceses copias de las máquinas Enigma. Los británicos comenzaron a leer los mensajes alemanes en Agosto de 1939.

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Al comenzar la invasión de Polonia, los polacos destruyeron todas las máquinas y documentos y el personal fue enviado a Francia a fines de Setiembre de 1939. En Octubre de 1939, se creó el centro de radio-escucha "Bruno" en Gretz-Armainvillers cerca a París. Más tarde Bruno estuvo enlazado por teletipo con la GCCS en Londres.

Es bueno recordar, que no hubo secretos en la máquina comercial que Scherbius vendía por US$200 para protección de secretos comerciales y además había sacado patentes en Estados Unidos (#1.584.660) el 11 de Mayo de 1926 y en Inglaterra el 11 de Agosto de 1927 con el #267.472. Varios países ya habían comprado esa máquina, incluyendo Japón e Italia y la propia GCCS que adquirió dos.

Pero, lo que sí es un hecho irrefutable es que, si la Enigma era utilizada correctamente su código era indescifrable, en especial el de la marina, que para entonces ya tenía 8 rotores.

Para engañar al enemigo, los alemanes enviaban constantemente mensajes falsos.

Ahora se sabe, que varias claves nunca fueron descifradas durante la guerra y que Bruno solamente pudo descifrar mensajes alemanes transmitidos en Octubre de 1939, en la tardía fecha del 17 de Setiembre de 1940.

Enigma tenía tres defectos básicos.

1. Al comenzar la guerra la máquina ya tenía diez años de vida. Sólo a finales de la guerra fueron incluidos dos nuevos rotores, pero para entonces los estadounidenses tenían una máquina de 15 rotores, diez para crear combinaciones eléctricas y 5 para las mecánicas.

2. Había una falla de diseño, que requería el ingreso de un grupo de 3 letras repetidas dos veces y fue esta falla, la que les permitió a los polacos descifrar el código de la Enigma. La marina luego usó 4 letras.

3. El infaltable error humano. Los encriptadores, por aburrimiento o por fuerza de la costumbre, empezaron a tipear constantemente los mismos grupos de letras, como QAZ o WSX, en vez de usar combinaciones siempre diferentes. A esto se unió el hecho, de que debido a la rígida disciplina alemana, se generaban mensajes con formatos de texto constantemente repetidos y que identificaban fácilmente la procedencia del mismo, por ejemplo el emitido todos los días a las 2400 horas reportando indicativos de estaciones, frecuencias, horarios de transmisión etc.

La estación Bruno fue desmantelada el 10 de Junio de 1940, en plena invasión alemana y el 24 de ese mes, los criptólogos franceses y polacos fueron evacuados a Argelia desde donde operaron clandestinamente como el grupo Cadix. Más tarde fuerzas polacas de Cadix trabajó secretamente en la Francia Ocupada.

Un mensaje encriptado tenía este aspecto:

Fernschreiben H.F.M.No. 3389

+ HRKM 143617 3857 -
AN HEERESGRUPPENKOMMANDO 2= 56 18 74 (FRX)
2379 -1352 - 3 TLE - FRX FRX - 1TL -345=

01 07 09
LHYJF JTHFD AXPWT HGTFR KFXZO JNCSP RHYZW HNDRF IWMMV LODFR
NHGFR DMWUW MJDRF DCCEX IYPAH RMPZI OVBBR LUHJG UPOSY EIPWJ
KHYGF SLAOX LOHGT HQOSV VALPB DJEUK NSQXN KYGVH GFICA CVGUV
OQFAQ WBKXZ JSQJF ZPEVJ RO -

3TL - 663- 83 02 31
NHGGK SUYFF SYBDO JUPCX DMVWQ LCZJW HYHGF XWGAR KLRLX KMMBG
SZHEV INQWI NRMBS QPTCK LKCQR MTYVG UQODM EIEUT VSQFI MWORP
LKUJH HYHSL THYUZ MLAQW MBRTX HUEAF BZNVR VZWXX MTWOE GIEBS
LKIFR JAPGN FJXDK I -

3TL - 883- 12 24 17
JMVFT KIHGF KIJGT EIHBF LNFTR YFBHK YYXJK IXKDF RTSHB HLUEJ
ZRJDL KIVFD HFBYL GFSEW KIKGF KHLFW JKLLZ TFMWD QDQQV JUTJS
VPRDE MKGTD BPBXX USOPG NHGTY ISGPY IYKST VQUIO CAVCW AKEQQ
EFRVM XSLQC FPFTF SPIIU NHUYT O =
1 ABT GEN ST D H NR. 2050/38 G KDOS +
 

Nacho

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Mayo de 1941. La marina de guerra alemana hace estragos entre los convoys aliados. El alto mando aliado no puede hacer nada para protegerse de los mortales submarinos alemanes. Pero todo esto cambió el 9 de mayo de 1941.

Los aliados no tenían defensa posible frente a esta nueva arma y sus tácticas. Nunca se podía saber donde y en que momento aparecería un submarino para atacar a los convoys que tanta falta hacían a Inglaterra. La clave de la inteligencia británica era la descodificación de los mensajes cifrados que unían a los lobos grises de Dönitz y su cuartel general. Pero Enigma no dejaba mostrar sus secretos.
La táctica de las manadas de lobos consistía en desplegar un gran abanico de submarinos, para tener mas oportunidades de localizar a los convoys en su ruta transoceánica. En cuanto un submarino detectaba un convoy, se advertía al cuartel general de Dönitz, el cual reorganizaba su flota de submarinos, y los enviaba a todos a por el convoy. Nadie disparaba un torpedo hasta que estaban reunidos el mayor numero de submarinos posible.
En ese momento, se esperaba al anochecer para infiltrase entre los destructores, y atacar a los indefensos transportes, haciendo estragos entre los buques. Esta táctica demostró sobradamente la efectividad de los submarinos en manadas, y la importancia de las comunicaciones. De ahí la imperiosa necesidad de los aliados de penetrar en Enigma y desvelar sus secretos, ya que era la única forma de esquivar a las manadas de lobos.

Fue el día 9 de mayo, un día tranquilo y soleado cerca de las costas de Groenlandia, cuando el U-110 (un submarino tipo IX), comandado por Fritz Julius Lemp, divisó un convoy, escoltado por 3 destructores. Se trataba de un convoy lento (8 nudos) el Outbound 318, una presa fácil en teoría, pero Lemp nunca imaginó el desenlace de la jornada. Fritz ordena inmersión a nivel de periscopio, pone rumbo al convoy, y mediante una maniobra consigue esquivar a los destructores, que aun no han detectado su presencia, y se sitúa en posición de disparo. Lanza una salva de torpedos. Al cabo de unos instantes, se oyen los resultados: dos buques tocados, y heridos de muerte.

Fritz se siente orgulloso, pero ahora los destructores, ya están enterados, y bastante molestos, pues han explotado dos de sus transportes. Rápidamente cambian de dirección hacia la posición donde se supone que está el submarino, y lanzan sus cargas de profundidad. Toda la tripulación del U-110 contiene el aliento. Las cargas explotan muy cerca. Los daños son severos. La integridad del casco se ha visto comprometida, el agua ha entrado en las baterías, generando cloro al contacto con los ácidos de estas, y haciendo peligrar la vida de toda la tripulación. La situación es muy grave: si permanecen sumergidos, el submarino acabará por hundirse, o tal vez mueran envenenados. Si salen a superficie, los escoltas abrirán fuego, pero aun pueden rendirse y salvar a la tripulación.

Lemp debe tomar una drástica decisión en un tiempo muy corto. Finalmente decide salir a superficie, para poder salvar a su tripulación. Se preparan cargas explosivas para hundir el submarino, y que no caiga en manos enemigas. Los tripulantes del Bulldog, el destructor ingles, no dan credito a lo que ven, el submarino emerge, y es abandonado por toda la tripulación. Hay fuego cruzado de los destructores. Finalmente todos abandonan el submarino, y el comandante del Bulldog se da cuenta de que esta puede ser la oportunidad para abordar por primera vez un submarino alemán. Una lancha se dirige a la nave moribunda, y Fritz, después de un rato se da cuenta de que el submarino no explota. ¡¡ Las cargas han fallado !!.

Rápidamente se da media vuelta y nada para abordar el submarino, pero es alcanzado por una bala, quizás disparada por la lancha inglesa. El comandante del Bulldog en persona sube al U-110, y consciente del riesgo que entraña adentrarse en el submarino, entra en sus profundidades. Podría haber alguien todavía allí, o podrían explotar las cargas e irse a pique. Se da una vuelta de proa a popa, y al ver que el submarino esta desierto, llama al resto del comando y abordan el submarino. Ya saben lo que tienen que hacer allí dentro, y rápidamente cogen todos los libros de códigos, mensajes cifrado, mapas, y una extraña caja de madera que contiene una especie de maquina de escribir. Después de subir al destructor, se intenta remolcar el maltrecho U-110, pero se escora por popa, hasta que finalmente se hunde.

El HMS Bulldog y el U110

La tripulación superviviente, fue mandada a campos de prisioneros en Canadá, donde se les hizo creer que el U-110 se hundió con todos sus secretos a bordo. A toda la tripulación del Bulldog, se le ordeno un estricto silencio sobre lo que había ocurrido ese día. Todo el material fue enviado a Bletzly Park, donde el programa Ultra no podía creerse lo que le habían mandado ¡¡tenían los códigos alemanes de comunicaciones secretas, los mapas donde operaban los submarinos!! ¡¡ y tenían la propia maquina Enigma!!. Era un éxito atronador. La inteligencia británica ahora escuchaba los mensaje alemanes como si los radiara el propio Winston Churchill. Tenían el arma secreta que cambiaria el rumbo de la batalla del Atlántico. A partir de ese momento, los convoyes eran capaces de esquivar las manadas de lobos. Sabían de antemano donde estaban los submarinos, con lo que las cifras de tonelaje hundido empezaron a disminuir. Dönitz no comprendía como sus submarinos no eran capaces de encontrar los convoys, y tampoco entendía como sus lobos grises eran cazados con mayor frecuencia.

Se inició una serie de investigaciones al respecto, pero al fin solo se llego a la siguiente conclusión: "O el código Enigma ha sido descubierto (lo cual esta fuera de toda duda), o alguien esta pasando información al exterior". Se llevaron agentes a los bares donde se reunían los tripulantes, y se interrogo a las mujeres de mala vida para descubrir si estas eran espías, o si los submarinistas contaban secretos en la alocada vida en tierra. Nunca se tomo en consideración que Enigma había sido profanada. Dado lo infructuoso de la operación, Dönitz se dirigió a su segundo, le miro a los ojos y le dijo: "tenemos que haber sido o tú o yo".

A partir de este momento la guerra cambió su curso, en muchos frentes. Las comunicaciones entre los ejércitos de Hitler se basaban en mensajes cifrado por Enigma, así que la inteligencia aliada tenia acceso a los secretos de los alemanes. En África, donde los ingleses hundieron todos los convoys que viajaban por el Atlántico para abastecer el Afrika Korps, lo que conllevó a la fatídica situación que empezó en la batalla de El Alamein, y acabo en Túnez. O en la batalla de Kursk, donde los aliados avisaron a Stalin de las grandes concentraciones de blindados, y donde Zhukov tuvo el tiempo necesario para preparar la defensa, o en multitud de operaciones donde Enigma era la clave de la sorpresa y de la inteligencia alemana. Pero donde más se notó fue en la batalla del Atlántico, donde los submarinos alemanes pasaron de ser cazadores, a ser presas.

Es increíble pensar que este incidente tan aislado y en el que tomo parte tan poca gente, pudiera hacer cambiar el curso de una Guerra Mundial, pero fue así. Independientemente del poderío militar, o de la genialidad de los mandos, los aliados tenían un arma secreta que les aseguraba la victoria. Pero la arrogancia de los altos mandos alemanes permitió a los aliados explotar esta ventaja sustancial sobre sus enemigos.

El secreto de esta operación fue asombroso. Nadie, a excepción de los implicados, y de los que trabajaban en el programa Ultra, sabían del U-110, y de la captura de la maquina enigma. Fue hasta tal punto un secreto estrictamente guardado, que hasta 1959 no fue sacado a la luz publica. Muchos alemanes, incluido Dönitz, no daban crédito a lo que oían. No podían creer que Enigma, el código indescifrable, había sido descubierto.
 

Nacho

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Así fue el asalto al submarino U-110 en el que se confiscó la máquina Enigma


Tras una corta batalla, el abordaje sirvió para comprobar la magnífica cocina y la calidad de los materiales de la Kriegsmarine

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El HMS Bulldog arría la lancha con la que abordaron al U-110

Las operaciones en el mar son siempre difíciles y el asalto del submarino alemán U-110 no fue una excepción. Este es el relato en primera persona de los oficiales británicos que capturaron lamáquina codificadora Enigma (después de varios intentos infructuosos, el 9 de mayo de 1941) cuando barcos de la Royal Navy lograron capturar un submarino alemán. Hasta entonces, los submarinos habían sido hundidos o escapaban. Pero el U-110 fue abandonado por su tripulación tras un duro aunque breve combate, en la seguridad de que se estaba hundiendo.

Por los informes de los soldados implicados y el interrogatorio a los supervivientes sabemos que no fue así. Después de soportar 24 cargas de profundidad, el submarino, gravemente dañado, subió sin control a la superficie y allí se vio superado por los cañones de 4,7 y 3 pulgadas y las piezas de dos libras (pom-pom pounder) de los buques. Un obús de 3 pulgadas impactó en la torreta, matando a varios hombres y la tripulación recibió la orden de abandonar la nave. Antes, el “HMS Broadway” provocó un vertido del depósito exterior de combustible al impactar con la popa del submarinodurante las maniobras de acecho.

El U-110 parecía hundirse, nadie sabía cuánto duraría
Mientras el “HMS Aubertia” recogía a los supervivientes en el agua, desde el “HMS Bulldog” se envió una lancha para abordar el U-110. No había bandera blanca, de modo que toda precaución parecía poca. Los de la lancha de abordaje llevaban armas y máscaras antigás, porque no sabían a que se iban a enfrentar. Solo sabían que elsubmarino debía estar hundiéndose y cualquier segundo era precioso. Con la popa sumergida y la torre tocada, nadie podía asegurar cuánto tiempo le quedaba. Quien habla desde este punto es el subteniente D. E. Balme, en el completo informe que redactó tres días después de capturar la máquina Enigma del submarino U-110, unas páginas sobre un asunto que tituló “Boarding Primrose” (el abordaje del “Primavera”, nombre en clave del U-110)
Agujeros de cañonazos en la torre
“A las 12:45 del 9 de mayo, abandoné el "Bulldog" al mando de un equipo de abordaje hacia un submarino enemigo que había salido a la superficie. La lancha que comandaba tenía una tripulación de 6 marineros, 1 telegrafista y 1 fogonero. El "Bulldog" se detuvo a barlovento del submarino y como había un fuerte oleaje traté de ganar un valioso tiempo abordándolo directamente por la banda de barlovento. El blindaje de la Torre tenía numerosos agujeros causados por el cañón de 3 pulgadas del “Bulldog” y el de 2 libras.”

“Como nadie abrió fuego sobre nuestra lancha, yo estaba bastante seguro de que no había nadie en la torre de mando. Entramos en la torreta por el lado de estribor. La escotilla estaba firmemente cerrada. (Tenía entre 18 y 24 pulgadas de diámetro, era de superficie esférica con la rueda para atornillar y cerrar, para abrir la escotilla saltaba en cuanto se accionaba una pequeña palanca).”

La sala de control estaba desierta. Todo estaba iluminado
“Bajé por la escala hacia la base de la torre, donde había una escotilla similar cerrada. ¡Debajo de esta escotilla encontré la Sala de Control desierta! Todo estaba iluminado y las puertas estancas principales hacia proa y popa estaban abiertas. Un trozo de la torre había caído sobre esta cubierta. Detectamos un ligero escape de aire en la sala de control, pero ni rastro de cloro por lo que las máscaras de gas que llevábamos fueron descartadas. Lo mismo que los revólveres, que ahora parecían más un peligro que una ventaja.”
Se formó una cadena humana para sacar todo el material
“Era evidente que la tripulación había abandonado el submarino a toda prisa. Loslibros e instrumentos estaban esparcidos. Se formó una cadena humana para sacar todas las cartas y los libros. La velocidad era esencial debido a la posibilidad de que el barco se estuviera hundiendo (aunque parecía completamente seco) Di órdenes para enviar arriba todos los libros, excepto los libros de lectura, obviamente, por lo tanto fue recuperada una serie de libros de navegación aparentemente inútiles. Todas las cartas estaban en cajones debajo de la mesa de cartas en la sala de control y había también algunos libros de señales, de registro, etc. Los diagramas fueron asegurados en cubierta.”
La máquina estaba enchufada, la estaban usando al abandonar la nave
“Mientras tanto, el telegrafista se dirigió a laoficina de transmisiones (W/T), justo delante de la sala de control en el lado de estribor. Estaba en perfectas condiciones, al parecer nadie había tratado de destruir ni los aparatos ni los libros de registro. Aquí se encontraron códigos, manuales de señales, bitácoras y correspondencia en general, como si esta dependencia hubiera sido utilizada como la oficina del buque. También la máquina de codificación se encontró aquí, enchufada y como si estuvieran usándola cuando abandonaron la nave. El aspecto general de esta máquina es la de una máquina de escribir, el telegrafista pulsó algunas teclas y le pareció muy peculiar, por lo que se envió arriba. Esta oficina W/T parece mucho menos complicada que las nuestras ya que no parece tener el exceso habitual de interruptores, enchufes, perillas, etc.”
Una cámara de cine
El informe del subteniente Balme se exiende en detalles de cómo lossoldados de su partida, y los de otra lancha que arribó después, trataron de amarrar y asegurar la flotación del submarino mientras continuaban registrando y recabando toda la información relevante. También que el motor de babor seguía en marcha y no era fácil desconectarleo La oficina de hidrófonos centró mucha de su atención, lo mismo que las dependencias de oficiales, donde los soldados extrajeron muchas tiras de papel, fotografías, documentos varios, cámaras fotográficas, carteras y una cámara de cine. Con ella, rodó parte de los trabajos de abordaje, pero solo después se dio cuenta de que el foco y el obturador estaban puestos de manera que nada debió fotografiarse con claridad. El motor de babor no pudo ser apagado fácilmente.

Les impresionaron la abundancia de suministros y la calidad de la ropa impermeable
Cuando llevaban 5 horas en la nave, una vez sacada toda la información posible y ante el peligro de naufragio, abandonaron el submarino, según el relato de Balme. Aun así, el oficial añade algunas reflexiones a su detallado informe. Le impresionó tanto lalimpieza como el diseño y la organización (alemana, cabría decir) pero también, y sobre todo, la “magnífica cocina” y la abundancia de suministros. Destaca que le gustó el impresionante receptor de radio que podía escucharse en todo el submarino y tenía 200 estaciones de radio señaladas en el dial.
También destaca la utilización de altavoces y teléfonos en lugar de tubos para comunicación interna, incluso en la torre, así como la elegancia y calidad de las prendas de los oficiales, especialmente los impermeables. Y se lamenta de no haber registrado las dependencias de la marinería, por el poco tiempo y porque no quiso abrir las puertas estancas de la parte hundida del submarino.

¿Por qué cerraron las escotillas?
Balme elogia el “espléndido trabajo” de la pequeña tripulaciónque le acompañó, señalando el nombre de todos, y sostiene que a todos los que participan en un abordaje deberían entregarles una pistola automática en lugar del revolver que encuentra “engorroso y peligroso” para estas misiones.

Por último un detalle intrigante: la tripulación alemana del submarino declaró que lo abandonó ante su inminente hundimiento, y ni siquiera sabían que había sido abordado. Pero entonces, se pregunta Balme: “¿Por qué cerraron las escotillas de la torre?” Nunca se sabrá.

 
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De los campos de concentración al U-110

Entre la tripulación alemana del U-110, al mando del capitán Fritz-Julius Lemp había un marinero muy especial. Además de la dotación de 47 hombres (cuatro oficiales, 15 suboficiales y 27 marineros, más el capitán) había un corresponsal de guerra. Había hecho decenas de fotos de la tripulación aterrorizada durante los ataques y la "lluvia" de cargas de profundidad, y según el testimonio de los marineros había aguantado muy bien las condiciones claustrofóbidas del U-boat.Los interrogatorios a los supervivientes muestran el respeto de la tripulación hacia su capitan, tanto como el desprecio que sentían hacia el primer oficial, Dietrich Loewe.
Muchos de los marineros habían sido enrolados a la fuerza(era su primer destino). Uno se había sometido a una operación quirúrgica seis semanas antes de zarpar y fue obligado a incorporarse. Otro tenía ideas comunistas, a pesar de lo que se le incluyó en la dotación. Pero sin duda el marino más singular era un soldado que había estado en un campo de concentración. Había sufrido en propia carne toda la abrumadora crueldad de la maquinaria represiva nazi y además en el submarino se le consignaron responsabilidades, a pesar de que laKriegsmarine le había calificado de "irreconciliable" a la vista de los sufrimientos padecidos por su familia y por él mismo. Pero tenía el respeto de la tripulación y se mostraba casi siempre taciturno si alguno de sus compañeros hablaba de la represión en los campos.
Los interrogatorios muestran que la moral germana ya estaba minada y, en particular, las dotaciones de submarinos hablaban de la eficacia de los detectores de sonar británicos, "infalibles", de los que cada vez era más difícil escapar.
En el asalto al U-boat, el 9 de mayo de 1941, murieron 15 personas: el capitán, tres suboficiales y once marineros. El resto fueron rescatados.