Máquina encriptadora Enigma
El interés en la criptografía comenzó en Alemania durante la Primera Guerra Mundial pero se detuvo en 1918 después del Armisticio.
Pero al renacer el militarismo en Europa, el interés se reavivó y en Alemania se usaron los trabajos de Arthur Scherbius, un ingeniero berlinés, que había construido una máquina encriptadora a rotor que llamó Enigma, inspirándose en la máquina inventada por el holandés Hugo Koch. Scherbius no tenía recursos suficientes para su empresa y por ello se asoció con Willie Korn formando la compañía Enigma Chiffiermaschinen AG en Berlín.
Ambos mejoraron el diseño de la máquina de Scherbius, con la importante adición de rotores intercambiables. En 1923, en la Exhibición Postal Internacional, que se realizó en Berlín, mostraron su nueva máquina para la protección de secretos comerciales.
El negocio no reportaba buenas ganancias pues tenían la competencia de máquinas estadounidenses y suecas, siendo el sueco Hagelin el único que vendió un buen número de máquinas en todo el mundo, antes que la Enigma hiciera presencia en el mercado.
Poco a poco Enigma se abrió camino y logró colocar un buen número de máquinas en bancos y organizaciones internacionales, hasta que los militares a finales de los años 20 mostraron interés en el dispositivo. Primero fue la marina alemana que ordenó las primeras máquinas encriptadoras y luego a comienzos de los años 30 el ejército puso las primeras órdenes.
Los japoneses copiaron la máquina comercial y pusieron los rotores en la parte superior. Esa máquina fue conocida por la Inteligencia de EE.UU. como "Green". Luego los japoneses construyeron otras máquinas más seguras y los británicos, con las dos que habían comprado, diseñaron otras para su propio uso.
Rotores en la parte superior y enchufes en la inferior.
Finalmente la fuerza aérea de Alemania adoptó también la Enigma, convirtiéndose así en la encriptadora oficial de la Wehrmacht. Más tarde se les unieron la Abwher (Servicio de Inteligencia), las SS, la Gestapo, el Sicheheitsdiensts (Servicio de Seguridad e Inteligencia Política del Partido Nacionalsocialista) y hasta los ferrocarriles del estado.
A partir de 1926, la firma Enigma estaba bajo el control del Estado Alemán y la máquina comercial desapareció del mercado. Para ese momento la encriptadora tenía 3 rotores, pero la Kriegsmarine le añadió un cuarto rotor para hacerla más segura.
La máquina militar básica llamada Modelo Uno (Eins) que también se llamó Modelo W (Wehrmarcht Enigma) entró en servicio el 01 de Junio de 1930 y ofrecía 200 quintillones de posibles combinaciones. Esto formó la columna vertebral de lo que creían, sería el código secreto indescifrable de las Fuerzas Armadas alemanas.
Mientras tanto, en Estados Unidos, Polonia, Holanda y Francia existían Enigmas comerciales compradas antes que el gobierno alemán prohibiera su venta para uso civil y menos que fuera exportada.
La máquina encriptadora Enigma tiene el aspecto de una máquina de escribir y como tal fue confundida por muchos soldados cuando a finales de la guerra se encontraban con uno de esos aparatos. Pero Enigma no imprimía letras en un papel. La máquina tiene un teclado y más arriba tiene un tablero con, 26 letras que se iluminan, correspondientes a las 26 letras del alfabeto.
Cuando en el teclado se presiona una tecla, digamos la Q, se ilumina una letra totalmente diferente, digamos la U, mediante una lamparita que ilumina la letra. Cada máquina utilizaba una batería de 4,5 voltios, o podía utilizar también la energía eléctrica si estaba disponible.
Al presionar la tecla Q el circuito eléctrico se completaba a través de los rotores siguiendo un determinada secuencia y de cuerdo a la clave utilizada, en este caso se iluminaba la letra U.
En el principio original que data del Siglo IV AC, un invento del romano Aeneas Tacitus , cada letra es reemplazada por la letra que ocupa el siguiente lugar más n, por ejemplo A + 2 = C. B + 2 = D etc. Pero, para hacerlo más complicado Scherbius hizo que los rotores se movieran con cada letra tecleada incrementando el valor de n. Por ejemplo A + 2 = C; B + 3 = E etc.
Cada tecla de la Enigma mueve los rotores de acuerdo a una cierta secuencia y el impulso eléctrico viaja vía un reflector de regreso a los rotores, pero siguiendo un patrón diferente, permitiendo que un número enorme de permutaciones, den la misma letra correspondiente cuando se encripta o cuando desencripta un texto.
Para aumentar el número de permutaciones, en las Enigmas militares se añadió un tablero en el frente de la máquina que contenía un conmutador, llamado "Steckerbrett", con sus correspondientes cables y enchufes. Las posibles permutaciones con la Enigma de tres rotores es de 26 x 26 x 26 ó 17,576 permutaciones, lo que significaba que la secuencia original sólo podía repetirse después de 17,576 combinaciones. En la de 4 rotores es de 26 x 26 x 26 x 26 = 456.976 combinaciones. Los cables permitían permutar las letras usando combinaciones de 5 o 6 cables de los 13 posibles.
Los rotores tenían un anillo exterior marcado con las 26 letras, la clave utilizada determinaba la posición de los anillos de los rotores. Por ejemplo se podía transmitir con la clave JHCT y para el efecto el operador giraba los anillos de los rotores hasta mostrar esa combinación. Luego seleccionaba los cables enchufándolos según le indicaba la clave y eso aumentaba la posibilidad de obtener no menos de 159 quintillones de combinaciones.
El interés en la criptografía comenzó en Alemania durante la Primera Guerra Mundial pero se detuvo en 1918 después del Armisticio.
Pero al renacer el militarismo en Europa, el interés se reavivó y en Alemania se usaron los trabajos de Arthur Scherbius, un ingeniero berlinés, que había construido una máquina encriptadora a rotor que llamó Enigma, inspirándose en la máquina inventada por el holandés Hugo Koch. Scherbius no tenía recursos suficientes para su empresa y por ello se asoció con Willie Korn formando la compañía Enigma Chiffiermaschinen AG en Berlín.
Ambos mejoraron el diseño de la máquina de Scherbius, con la importante adición de rotores intercambiables. En 1923, en la Exhibición Postal Internacional, que se realizó en Berlín, mostraron su nueva máquina para la protección de secretos comerciales.
El negocio no reportaba buenas ganancias pues tenían la competencia de máquinas estadounidenses y suecas, siendo el sueco Hagelin el único que vendió un buen número de máquinas en todo el mundo, antes que la Enigma hiciera presencia en el mercado.
Poco a poco Enigma se abrió camino y logró colocar un buen número de máquinas en bancos y organizaciones internacionales, hasta que los militares a finales de los años 20 mostraron interés en el dispositivo. Primero fue la marina alemana que ordenó las primeras máquinas encriptadoras y luego a comienzos de los años 30 el ejército puso las primeras órdenes.
Los japoneses copiaron la máquina comercial y pusieron los rotores en la parte superior. Esa máquina fue conocida por la Inteligencia de EE.UU. como "Green". Luego los japoneses construyeron otras máquinas más seguras y los británicos, con las dos que habían comprado, diseñaron otras para su propio uso.
Rotores en la parte superior y enchufes en la inferior.
Finalmente la fuerza aérea de Alemania adoptó también la Enigma, convirtiéndose así en la encriptadora oficial de la Wehrmacht. Más tarde se les unieron la Abwher (Servicio de Inteligencia), las SS, la Gestapo, el Sicheheitsdiensts (Servicio de Seguridad e Inteligencia Política del Partido Nacionalsocialista) y hasta los ferrocarriles del estado.
A partir de 1926, la firma Enigma estaba bajo el control del Estado Alemán y la máquina comercial desapareció del mercado. Para ese momento la encriptadora tenía 3 rotores, pero la Kriegsmarine le añadió un cuarto rotor para hacerla más segura.
La máquina militar básica llamada Modelo Uno (Eins) que también se llamó Modelo W (Wehrmarcht Enigma) entró en servicio el 01 de Junio de 1930 y ofrecía 200 quintillones de posibles combinaciones. Esto formó la columna vertebral de lo que creían, sería el código secreto indescifrable de las Fuerzas Armadas alemanas.
Mientras tanto, en Estados Unidos, Polonia, Holanda y Francia existían Enigmas comerciales compradas antes que el gobierno alemán prohibiera su venta para uso civil y menos que fuera exportada.
La máquina encriptadora Enigma tiene el aspecto de una máquina de escribir y como tal fue confundida por muchos soldados cuando a finales de la guerra se encontraban con uno de esos aparatos. Pero Enigma no imprimía letras en un papel. La máquina tiene un teclado y más arriba tiene un tablero con, 26 letras que se iluminan, correspondientes a las 26 letras del alfabeto.
Cuando en el teclado se presiona una tecla, digamos la Q, se ilumina una letra totalmente diferente, digamos la U, mediante una lamparita que ilumina la letra. Cada máquina utilizaba una batería de 4,5 voltios, o podía utilizar también la energía eléctrica si estaba disponible.
Al presionar la tecla Q el circuito eléctrico se completaba a través de los rotores siguiendo un determinada secuencia y de cuerdo a la clave utilizada, en este caso se iluminaba la letra U.
En el principio original que data del Siglo IV AC, un invento del romano Aeneas Tacitus , cada letra es reemplazada por la letra que ocupa el siguiente lugar más n, por ejemplo A + 2 = C. B + 2 = D etc. Pero, para hacerlo más complicado Scherbius hizo que los rotores se movieran con cada letra tecleada incrementando el valor de n. Por ejemplo A + 2 = C; B + 3 = E etc.
Cada tecla de la Enigma mueve los rotores de acuerdo a una cierta secuencia y el impulso eléctrico viaja vía un reflector de regreso a los rotores, pero siguiendo un patrón diferente, permitiendo que un número enorme de permutaciones, den la misma letra correspondiente cuando se encripta o cuando desencripta un texto.
Para aumentar el número de permutaciones, en las Enigmas militares se añadió un tablero en el frente de la máquina que contenía un conmutador, llamado "Steckerbrett", con sus correspondientes cables y enchufes. Las posibles permutaciones con la Enigma de tres rotores es de 26 x 26 x 26 ó 17,576 permutaciones, lo que significaba que la secuencia original sólo podía repetirse después de 17,576 combinaciones. En la de 4 rotores es de 26 x 26 x 26 x 26 = 456.976 combinaciones. Los cables permitían permutar las letras usando combinaciones de 5 o 6 cables de los 13 posibles.
Los rotores tenían un anillo exterior marcado con las 26 letras, la clave utilizada determinaba la posición de los anillos de los rotores. Por ejemplo se podía transmitir con la clave JHCT y para el efecto el operador giraba los anillos de los rotores hasta mostrar esa combinación. Luego seleccionaba los cables enchufándolos según le indicaba la clave y eso aumentaba la posibilidad de obtener no menos de 159 quintillones de combinaciones.