Varios bomberos, durante la extinción del incendio de un vehículo. (Renault)
De tres, cuatro y hasta seis horas a 10 minutos; de 42.000 a 1.400 litros de agua. El sistema Fireman Access instalado por Renault en sus últimos coches eléctricos revoluciona la tarea de los bomberos en caso de incendio. Y no es un avance aislado
Ala vista del titular del artículo, habrá quien piense que los vehículos eléctricos se incendian con facilidad. La polarización y la subjetividad con que en ocasiones se trata el asunto de la electromovilidad, ha llevado a magnificar en los últimos tiempos la frecuencia con que se producen incidentes de este tipo; cuando la estadística, más objetiva, viene a decir lo contrario: según el organismo público australiano EV Fire Safe, que estudió todos los incendios de vehículos ocurridos en ese país de 2010 a 2020, uno de cada 1.000 automóviles con motor de combustión habían sufrido un fuego en ese periodo, mientras que la proporción entre los vehículos eléctricos había sido de uno entre 83.000. Es decir, el 0,1% entre los de combustión y solo el 0,0012% entre los animados por batería. Y los datos de la Agencia de Emergencias de Suecia, sin llegar a tanto, van en esa línea: 68 incendios por cada 100.000 coches de combustión, y solo 3,8 incendios por cada 100.000 entre los eléctricos.
Desde 2010, Renault Group ha formado a más de 5.000 bomberos en 19 países europeos.
Entonces, ¿por qué tanta polémica con el incendio de las baterías de los vehículos eléctricos? Sin duda, porque son una realidad, y porque todo lo que envuelve al coche eléctrico es nuevo y desconocido para la mayoría y, por tanto, interesa y preocupa. Además, algunos de esos escasos incendios de vehículos eléctricos han tenido una trascendencia enorme, llegando incluso a provocar el hundimiento de barcos con miles de automóviles a bordo, hasta el punto de que varias navieras se nieguen a transportar vehículos de este tipo, a la espera de saber cómo puede contenerse y extinguirse con rapidez un fuego de esas características.
Porque si la estadística afirma que los incendios de coches eléctricos son menos probables que los de vehículos con motor de combustión, también es un hecho irrevocable, y probado, que un vehículo eléctrico en llamas es mucho más difícil y lento de apagar que uno de gasolina o gasóleo. En muchos casos se han empleado de tres a seis horas, e incluso más, para extinguir la batería de un coche ardiendo; y se sabe de coches eléctricos que sufrieron un incendio, finalmente apagado, pero reactivado sorpresivamente días e incluso semanas después. O coches eléctricos que entraron en combustión espontánea tras haber resultado afectados por inundaciones de agua del mar.
Julio Berenguer, bombero del Ayuntamiento de Murcia, explicó las innovaciones usadas por Renault.
Al respecto, nos recuerda Julio Berenguer, bombero del Ayuntamiento de Murcia, que hay información sobre incendios de coches eléctricos en los que “se necesitaron 42.000 litros de agua hasta su completa extinción”. Y la situación, ya complicada en sucesos al aire libre, se agrava en espacios cerrados, como puede ser la bodega de un carguero car-carrier que transporte hasta 7.200 coches nuevos listos para su entrega o la de un ferry que desplace pasajeros con sus vehículos, o un estacionamiento subterráneo. Si un incendio persistente en una embarcación la puede llevar a pique, un vehículo eléctrico ardiendo durante horas junto a la estructura de un edificio podría tener también consecuencias imprevisibles. O, en realidad, previsibles. De hecho, algunos municipos europeos han legislado al respecto tras algunas malas experiencias de sus vecinos.
Las baterías de los modernos Renault eléctricos tienen una toma Fireman Access en la zona trasera.
De ahí que sea necesario buscar soluciones para los escasos pero muy complicados fuegos en los vehículos de batería, y Renault Group parece haberse adelantando al resto de fabricantes en la tarea, pues en sus últimos coches eléctricos ya emplea sistemas que facilitan mucho las tareas de los equipos de emergencia, como el Fireman Access, un gran orificio practicado en la carcasa que reviste las celdas de la batería, por donde los bomberos pueden introducir un gran caudal de agua que inunde el acumulador de energía, rebaje su temperatura y acabe extinguiendo el fuego rápidamente. “En nuestro entrenamiento hemos visto que el tiempo se reduce a unos 10 minutos, y en vez de necesitar más de 40.000 litros, bastaría con unos 1.400 litros de media”, indica Berenguer, que ha venido a Madrid para explicar a un grupo de periodistas cómo funciona el citado Fireman Access y otras soluciones ideadas por el grupo automovilístico francés en los últimos años, y aplicadas ya en sus Mégane E-Tech Electric, Scenic E-Tech Electric y Renault 5, como el QRescue y el SD Switch.
Bomberos junto a ingenieros
Y que Renault Group haya tomado la delantera no es casual, pues desde 2010 colabora estrechamente con diferentes cuerpos de bomberos para facilitar el trabajo de los rescatadores en los accidentes de circulación, en busca de cumplir el objetivo básico en esas situaciones: la llamada golden hour, u hora dorada, consistente en que transcurra como máximo una hora desde que se ha producido un siniestro hasta que sus víctimas reciben asistencia en un centro sanitario. A partir de esos 60 minutos, las probabilidades de que el estado del herido se agrave crecen exponencialmente.El interruptor SD Switch permite desconectar la batería de la alimentación de alta tensión.
La preocupación del fabricante francés por ayudar en esta cuestión llevó a incluir en el propio equipo de desarrollo de los futuros coches a un bombero profesional, que trabajando codo con codo junto a ingenieros en el Tecnocentro de Guyancourt ha contribuido a crear soluciones que ahora pueden parecer lógicas pero que años atrás no estaban en la mente de quienes debían crear coches nuevos desde cero. Y uno es el citado Fireman Access, un orificio situado en la zona posterior de la batería que va oculto por una tapa de un material que se funde con el primer calor del incendio, de forma que los bomberos, al personarse en el siniestro, pueden inyectar agua rápidamente en el mismo corazón de la batería de alto voltaje. Si la operación pasa de las tres horas de media actuales a los 10 minutos que nos explican, estaríamos hablando de multiplicar por 18 la velocidad de extinción.