Diez damnificados en gigantesco incendio
Cerca de 50 voluntarios de bomberos trabajaron más de tres horas para controlar las llamas
El matrimonio de Carlos Santibáñez (56) y Estrella Molina (55) no lo podía creer. Miraban y miraban los escombros y seguían sin asimilar la magnitud de la tragia, talvez porque el infierno recién había terminado.
La pesadilla para esta pareja de comerciantes comenzó cerca de las 5 de la madrugada, cuando debieron escapar de una de las dos casas ubicadas en calle Baquedano 1843, justo frente a la playa La Castilla, en la comuna de El Tabo.
Al despertar se percataron que las dos viviendas de madera que arrendaban hace dos años estaban envueltas en grandes llamaradas. Ya no había nada que hacer. En menos de 15 minutos el fuego se propagó por todos los rincones de las casas, haciendo estériles los esfuerzos de los residentes por salvar alguna pertenencia.
ARDUO TRABAJO
Hasta la residencia ubicada a un costado de la ruta costera G-98F arribó medio centenar de voluntarios de distintas compañías de Bomberos de la zona.
Los efectivos trabajaron más de tres horas en el lugar para controlar el siniestro y así evitar que el fuego se propagara hacia las viviendas colindantes y hacia el minimarket "Estrella", que tiene el matrimonio en la misma propiedad.
10 DAMNIFICADOS
Las llamaradas redujeron a cenizas absolutamente todo, incluso las camas, electromésticos y cinco conejos que eran criados por los dueños de casa. Las pérdidas materiales superaron los 30 millones de pesos.
En total fueron diez las personas que quedaron damnificadas. Entre ellas, cinco obreros que trabajan en una construcción vecina y que arrendaban piezas.
"Aún no podemos convencernos de lo que ocurrió. Cuando llegamos acá, hace dos años, yo y mi mujer pedimos préstamos y nos endeudamos para arreglar estas casas y montar nuestro negocio. Ahora lo perdimos todo, quedamos con lo puesto", confesó Carlos Santibáñez, quien lamentó su mala suerte y la de uno de sus trabajadores que hace pocos días se había cambiado con todas sus cosas a una de las viviendas siniestradas.
agradecimientos
En medio del dolor, Estrella Molina se dio tiempo para agradecer a todos los bomberos y vecinos que trabajaron en la extinción de las llamas. "Gracias a Dios nadie resultó lesionado. Eso es lo más importante", dijo la mujer.
Fuente: Diario El Líder
Cerca de 50 voluntarios de bomberos trabajaron más de tres horas para controlar las llamas
El matrimonio de Carlos Santibáñez (56) y Estrella Molina (55) no lo podía creer. Miraban y miraban los escombros y seguían sin asimilar la magnitud de la tragia, talvez porque el infierno recién había terminado.
La pesadilla para esta pareja de comerciantes comenzó cerca de las 5 de la madrugada, cuando debieron escapar de una de las dos casas ubicadas en calle Baquedano 1843, justo frente a la playa La Castilla, en la comuna de El Tabo.
Al despertar se percataron que las dos viviendas de madera que arrendaban hace dos años estaban envueltas en grandes llamaradas. Ya no había nada que hacer. En menos de 15 minutos el fuego se propagó por todos los rincones de las casas, haciendo estériles los esfuerzos de los residentes por salvar alguna pertenencia.
ARDUO TRABAJO
Hasta la residencia ubicada a un costado de la ruta costera G-98F arribó medio centenar de voluntarios de distintas compañías de Bomberos de la zona.
Los efectivos trabajaron más de tres horas en el lugar para controlar el siniestro y así evitar que el fuego se propagara hacia las viviendas colindantes y hacia el minimarket "Estrella", que tiene el matrimonio en la misma propiedad.
10 DAMNIFICADOS
Las llamaradas redujeron a cenizas absolutamente todo, incluso las camas, electromésticos y cinco conejos que eran criados por los dueños de casa. Las pérdidas materiales superaron los 30 millones de pesos.
En total fueron diez las personas que quedaron damnificadas. Entre ellas, cinco obreros que trabajan en una construcción vecina y que arrendaban piezas.
"Aún no podemos convencernos de lo que ocurrió. Cuando llegamos acá, hace dos años, yo y mi mujer pedimos préstamos y nos endeudamos para arreglar estas casas y montar nuestro negocio. Ahora lo perdimos todo, quedamos con lo puesto", confesó Carlos Santibáñez, quien lamentó su mala suerte y la de uno de sus trabajadores que hace pocos días se había cambiado con todas sus cosas a una de las viviendas siniestradas.
agradecimientos
En medio del dolor, Estrella Molina se dio tiempo para agradecer a todos los bomberos y vecinos que trabajaron en la extinción de las llamas. "Gracias a Dios nadie resultó lesionado. Eso es lo más importante", dijo la mujer.
Fuente: Diario El Líder