El gran puzzle policial que nadie ha podido descifrar en Chiloé

Implacable

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27 Oct 2006
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Desaparición y muerte del bombero Jorge Mansilla todavía conmueve a la provincia. La imagen de Jorge Mansilla Miranda no se desvanece entre sus familiares.

A pesar que hoy se cumplen cinco años de su misteriosa desaparición que marcó el inicio de unos de los casos investigativos más emblemáticos de la provincia, sus seres queridos aún aguardan por justicia para aclarar este verdadero puzzle policial.

Junto con reunirse este fin de semana en la localidad de Díaz Lira, comuna de Queilen, para recordar in situ el enigmático extravío del transportista, sus parientes no separan el plano indagatorio.

Un escenario que se ha dilatado sin entregar respuesta de lo sucedido con el quellonino, luego de su último rastro: la conducción de un camión por el sector rural que nunca llegó a su destino esa fatídica jornada del 20 de mayo del 2006.

Más allá del desalentador panorama por la falta de conclusiones en la causa, Yuri Mansilla, hermano de la víctima, centra sus esperanzas en dos diligencias clave.

El ya conocido peritaje mecánico a la ropa del rescatista, “que entrega rasgos de lesiones punzocortantes que daría cuenta que Jorge murió apuñalado”, recalcó el vecino, junto al análisis realizado en el sitio del suceso por parte de detectives de Santiago.

Efectivos del Laboratorio de Criminalística, Lacrim Central, realizaron un informe de paisajismo y urbanismo para cotejar los sectores más relevantes en que se produjeron los hechos.

De esta labor, como resaltó el poblador quellonino, se establecieron las diferencias entre la zona en que el bombero conducía su vehículo de carga (Díaz Lira), con el lugar donde fue hallado su cadáver (Quemay).

“Se determinó que es imposible que una persona llegara de forma natural al punto donde se encontraron las osamentas”, indicó, explicando que de esta forma “la intervención de terceros se hace más notoria”.

La intención de Mansilla es fusionar estos dos peritajes con la otra evidencia levantada en el caso. Una dinámica que arma su hipótesis del caso.

“Jorge fue depositado en el área donde se ubicaron los restos óseos y que estaba vestido al momento de su muerte por la acción de una arma blanca”, aclaró.

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Ya han pasado 5 años de aquel día en que comenzaba un misterio que nunca pensamos vivir. El comienzo de una frenética búsqueda que involucró a todos los voluntarios de Quellón, Carabineros de varias comunas, PDI,a la Armada de Chile, a voluntarios de los cuerpos de Castro, Dalcahue, Chonchi y Queilen; y a gran cantidad de personas anónimas que llegaron cada día desde nuestra ciudad al sector de los hechos (a una hora en vehículo).

Hasta que llegó el día 2 de noviembre del año 2008. Habían pasado 2 años, 5 meses y 13 días, para por fin encontrar los restos y poner término a esta angustia de los familiares y amigos de bomba. Se pensaba que con esto ya se comenzaría a cerrar todo en torno a este misterio. Sin embargo, ya han pasado más de dos años desde que se encontró y aún no hay nada claro en torno a lo que realmente sucedió y lo que es peor, no hay responsables.

La justicia no se ha pronunciado y los restos óseos permanecen en el Servicio Médico Legal de Santiago.

Los familiares y amigos seguimos esperando que este caso llegue a su fin; se juzgue como corresponde a los responsables y que tus restos sean trasladados a tu querido Quellón para que al fin puedas descanzar en paz.

¿Hasta cuándo hay que esperar?...No lo sabemos.


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