Sin pensarlo ayudó en emergencia de la cárcel de San Miguel
"El Flaco" fue el héroe en intento de motín
El traslado de 35 reos de alta peligrosidad dede la torre 3 de la Cárcel de San Miguel terminó en un principio de motín, enfrentamientos con gendarmes, caos en las afueras del recinto penal y un amago de incendio, que fue controlado por la rápida acción de Bomberos, entre ellos Paul Vásquez, el famoso Flaco, que sin dudar socorrió a los lesionados en el amago de motín.
Cerca de las seis de la tarde, los más de 300 reclusos de la torre 3 fueron llevados hasta el gimnasio del centro penal, para su resguardo y traslado del grupo de alta peligrosidad hasta la Cárcel de Alta Seguridad de Rancagua.
Pero lo que parecía un procedimiento de rutina rápidamente se volvió un caos. Lejos del gimnasio, en la torre 2 de la cárcel, cuatro reos comenzaban a quemar colchonetas a modo de protesta por el movimiento de compañeros, mientras otros internos improvisaban antorchas, las que prendían y sacaban por las ventanas.
El humo y el recuerdo de los dramáticos hechos ocurridos el miércoles alertaron de inmediato a los familiares de los detenidos, que llegaron en pocos minutos a reclamar por las condiciones de los encarcelados. La frágil calma que hasta ese momento se respiraba en las afueras de la San Miguel estaba a un paso de hacerse añicos.
De poco sirvió la llegada de 200 efectivos de la unidad antimotines de Gendarmería y de Carabineros, los que rodearon las paredes externas del penal. "Déjenlos salir, les están pegando a los de la torre 4, los tienen a todos quebrados", gritaba una señora.
Mientras el caos reinaba en la calle, la emergencia dentro de los módulos era controlada y el intento de motín, reducido a cero. En total, la emergencia terminó con 23 heridos de diversa consideración. Tres de ellos fueron trasladados a un Centro Asistencial para estabilizarlos.
Pero nada de eso sabían los familiares, que golpeaban con piedras los fierros del portón de ingreso en búsqueda de información. Piedrazos a autos y peleas con carabineros fueron el punto final de la agitada tarde.
Un interno de la torre 5 de la cana de San Miguel, contó al diario pop que los gendarmes "nos tiraron escopetazos, gases lacrimógenos y nosotros solamente teníamos una huelga de hambre pacífica para que se hagan valer nuestros derechos".
El reo dijo respecto a los traslados que "no queremos que nadie salga de esta cárcel. Ellos llegaron a provocar disparando y tirando palos. No queremos que nos sigan maltratando porque somos seres humanos".
"El Rony", uno de los sobrevivientes de la explosión del miércoles, contó a familiares que hubo cuatro internos que se empezaron a cortar los brazos porque estaban sicoseados. Él no come desde el día del incendio por los nervios.
Justo cuando comenzaba el jaleo en las afueras de la cárcel de San Miguel, Paul Vásquez escuchó la radio y se presentó a la emergencia.
"Su compañía no estaba acá, pero él estaba cerca del sector y prestó la ayuda como cualquier bombero", dijo uno de sus colegas de labores.
Aunque el ex Dinamita Show no se puede referir a la emergencia, sí habló sobre la situación de los presos en la San Miguel.
"Sólo presté asistencia a la gente que estaba afuera. Como interno sé lo que ellos vivieron, es terrible lo que se vive adentro. Yo fui un residente de la San Miguel", recuerda con emoción.
"Ojalá se solucione el problema del hacinamiento que viven los presos, es impactante ver cómo viven los muchachos. Sé que les gustaría salir y abrazar a sus viejos, decirles que está todo bien adentro. Les mando mucha fuerza a las familias, que se refugien en Dios para mantener la fortaleza", les aconsejó.
Fuente: La Cuarta 11/12/2010 www.lacuarta.com
por Isabel Arrieta, Luis Vieyra y Claudio Sanz | 11.12.2010
Saludos,
REINALDO VALLEJOS CACERES
"El Flaco" fue el héroe en intento de motín
El traslado de 35 reos de alta peligrosidad dede la torre 3 de la Cárcel de San Miguel terminó en un principio de motín, enfrentamientos con gendarmes, caos en las afueras del recinto penal y un amago de incendio, que fue controlado por la rápida acción de Bomberos, entre ellos Paul Vásquez, el famoso Flaco, que sin dudar socorrió a los lesionados en el amago de motín.
Cerca de las seis de la tarde, los más de 300 reclusos de la torre 3 fueron llevados hasta el gimnasio del centro penal, para su resguardo y traslado del grupo de alta peligrosidad hasta la Cárcel de Alta Seguridad de Rancagua.
Pero lo que parecía un procedimiento de rutina rápidamente se volvió un caos. Lejos del gimnasio, en la torre 2 de la cárcel, cuatro reos comenzaban a quemar colchonetas a modo de protesta por el movimiento de compañeros, mientras otros internos improvisaban antorchas, las que prendían y sacaban por las ventanas.
El humo y el recuerdo de los dramáticos hechos ocurridos el miércoles alertaron de inmediato a los familiares de los detenidos, que llegaron en pocos minutos a reclamar por las condiciones de los encarcelados. La frágil calma que hasta ese momento se respiraba en las afueras de la San Miguel estaba a un paso de hacerse añicos.
De poco sirvió la llegada de 200 efectivos de la unidad antimotines de Gendarmería y de Carabineros, los que rodearon las paredes externas del penal. "Déjenlos salir, les están pegando a los de la torre 4, los tienen a todos quebrados", gritaba una señora.
Mientras el caos reinaba en la calle, la emergencia dentro de los módulos era controlada y el intento de motín, reducido a cero. En total, la emergencia terminó con 23 heridos de diversa consideración. Tres de ellos fueron trasladados a un Centro Asistencial para estabilizarlos.
Pero nada de eso sabían los familiares, que golpeaban con piedras los fierros del portón de ingreso en búsqueda de información. Piedrazos a autos y peleas con carabineros fueron el punto final de la agitada tarde.
Un interno de la torre 5 de la cana de San Miguel, contó al diario pop que los gendarmes "nos tiraron escopetazos, gases lacrimógenos y nosotros solamente teníamos una huelga de hambre pacífica para que se hagan valer nuestros derechos".
El reo dijo respecto a los traslados que "no queremos que nadie salga de esta cárcel. Ellos llegaron a provocar disparando y tirando palos. No queremos que nos sigan maltratando porque somos seres humanos".
"El Rony", uno de los sobrevivientes de la explosión del miércoles, contó a familiares que hubo cuatro internos que se empezaron a cortar los brazos porque estaban sicoseados. Él no come desde el día del incendio por los nervios.
Justo cuando comenzaba el jaleo en las afueras de la cárcel de San Miguel, Paul Vásquez escuchó la radio y se presentó a la emergencia.
"Su compañía no estaba acá, pero él estaba cerca del sector y prestó la ayuda como cualquier bombero", dijo uno de sus colegas de labores.
Aunque el ex Dinamita Show no se puede referir a la emergencia, sí habló sobre la situación de los presos en la San Miguel.
"Sólo presté asistencia a la gente que estaba afuera. Como interno sé lo que ellos vivieron, es terrible lo que se vive adentro. Yo fui un residente de la San Miguel", recuerda con emoción.
"Ojalá se solucione el problema del hacinamiento que viven los presos, es impactante ver cómo viven los muchachos. Sé que les gustaría salir y abrazar a sus viejos, decirles que está todo bien adentro. Les mando mucha fuerza a las familias, que se refugien en Dios para mantener la fortaleza", les aconsejó.
Fuente: La Cuarta 11/12/2010 www.lacuarta.com
por Isabel Arrieta, Luis Vieyra y Claudio Sanz | 11.12.2010
Saludos,
REINALDO VALLEJOS CACERES