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Edificios en altura y seguridad humana
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Por James M. Shannon, Presidente & CEO de la NFPA
Mientras que el ataque terrorista al Centro Mundial de Comercio (World Trade Center), hace casi cinco años atrás, llamo la atención de todos sobre las especiales cuestiones de seguridad de los edificios en altura, esa tragedia histórica sirvió asimismo para reflexionar acerca de una preocupación que habíamos tenido por décadas, ya que habíamos estado trabajando para desarrollar requerimientos de seguridad adecuados para edificios aún más altos y complejos. Nuestro compromiso con las cuestiones de seguridad en edificios de altura realmente comenzó con el incendio en el Triangle Shirtwaist en Nueva York en 1911.
No se pone en duda que los ataques del 11/9 comprometieron nuevos recursos del gobierno para evaluar la seguridad en altura, comenzando por el Estudio del Desempeño del Complejo del Centro Mundial de Comercio realizado por FEMA, emitido en mayo del 2002, y siguiendo con la investigación del NIST, “Investigación de Edificios Federales y de Seguridad contra Incendios en el Centro Mundial de Comercio,” que comenzó en junio del 2002 y fue publicada el año pasado. NIST hizo recomendaciones para reevaluar ciertos requerimientos en nuestras reglamentaciones de construcción, algunas de las cuales ya existían en los códigos de la NFPA antes del estudio del NIST, mientras que otras aún se encuentran bajo consideración.
Entre los cambios realizados o que ya estaban en existencia en el código NFPA 101, Código de Seguridad Humana, y en el código NFPA 5000, Código de Construcción y Seguridad, cuentan: la integración de opciones de diseño basadas en el desempeño, requerimientos retroactivos para la instalación de sistemas de rociadores automáticos, calificaciones de resistencia al fuego de 3 y 4 horas para sistemas estructurales, escaleras más anchas basadas en el uso de sus ocupantes y contra flujo para socorristas de emergencias, requerimientos para dispositivos de descenso de escaleras para gente con movilidad reducida y la integración del enfoque de marco estructural al determinar la resistencia al fuego.
Otros cambios, generados en gran parte por lo que hemos aprendido de las investigaciones del NIST y de la FEMA acerca del colapso del Centro Mundial de Comercio, se encuentran bajo revisión en nuestro proceso de consenso. Una de las iniciativas es la de rever los protocolos que se encuentran actualmente en uso para evaluar el desempeño de los sistemas estructurales de los edificios bajo condiciones de incendio. Mientras que NIST no ha cuestionado la aceptabilidad de los procedimientos actuales, cobra sentido la revisión de las pruebas y de los métodos de evaluación.
Otra de las áreas que necesita ser revisada con urgencia es la que se refiere a cómo los elevadores deben ser utilizados en evacuaciones de emergencia de edificios en altura. NIST está trabajando junto con ASME, la NFPA y otros grupos para desarrollar un mejor entendimiento de las condiciones bajo las cuales los elevadores de edificios de altura pueden ser utilizados de manera segura.
Cuando la NFPA comenzó a considerar las cuestiones de seguridad que involucraban a edificios de altura casi un siglo atrás, nadie estaba planeando el edificio Taipei 101 en Taipei con 101 pisos, la Torre Sears en Chicago con 110 pisos ni las Torres Petronas en Kuala Lumpur, cada una con 88 pisos. Las inquietudes de seguridad, que aumentan en estructuras de gran altura como éstas, requieren de rigurosa investigación y revisión práctica por parte de las agencias gubernamentales, desarrolladores de códigos, funcionarios de ejecución de las normas, arquitectos e ingenieros. Estos edificios por dentro son como ciudades en sí mismas, y los usuarios de estos edificios, incluyendo la gente discapacitada tanto como los socorristas de emergencias que acuden en nuestra ayuda, también merecen hablar respecto de la seguridad de sus entornos.
La NFPA se está moviendo rápida pero deliberadamente para incorporar a nuestros códigos y normas, así como a nuestra educación y programas de entrenamiento, la mejor investigación acerca de la seguridad en rascacielos realizada por la gente más idónea en el tema. Para asegurarnos de que estemos respondiendo adecuadamente a las singulares cuestiones de seguridad presentadas cuando ubicamos a tanta gente dentro de edificios en altura, hemos formado el Comité de Asesores sobre Seguridad de Edificios en Altura con el objeto de crear recomendaciones efectivas para estos edificios. Al tomar el mando con el objeto de encontrar el nivel adecuado de seguridad para los edificios en altura, la NFPA no está solamente reaccionando a un terrible evento en la historia reciente, a pesar de que hayamos aprendido mucho del estudio de dicho evento. Estamos haciendo lo que siempre hemos hecho, juntando un grupo de personas dedicadas con puntos de vista diferentes, con experiencia y competencia para llegar al consenso en importantes cuestiones de seguridad. Pero también estamos continuando un significativo proceso de mejora constante a medida que los edificios son más altos, más complejos, a medida que los números de la gente que los habita y que trabaja en ellos aumentan, y a medida que cambian las tecnologías que los hacen funcionar. Las amenazas a estos edificios y sus habitantes también cambian, y todo esto hace que el trabajo que realiza la NFPA y otras organizaciones que los mantienen a salvo cobre más importancia que nunca.
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Por James M. Shannon, Presidente & CEO de la NFPA
Mientras que el ataque terrorista al Centro Mundial de Comercio (World Trade Center), hace casi cinco años atrás, llamo la atención de todos sobre las especiales cuestiones de seguridad de los edificios en altura, esa tragedia histórica sirvió asimismo para reflexionar acerca de una preocupación que habíamos tenido por décadas, ya que habíamos estado trabajando para desarrollar requerimientos de seguridad adecuados para edificios aún más altos y complejos. Nuestro compromiso con las cuestiones de seguridad en edificios de altura realmente comenzó con el incendio en el Triangle Shirtwaist en Nueva York en 1911.
No se pone en duda que los ataques del 11/9 comprometieron nuevos recursos del gobierno para evaluar la seguridad en altura, comenzando por el Estudio del Desempeño del Complejo del Centro Mundial de Comercio realizado por FEMA, emitido en mayo del 2002, y siguiendo con la investigación del NIST, “Investigación de Edificios Federales y de Seguridad contra Incendios en el Centro Mundial de Comercio,” que comenzó en junio del 2002 y fue publicada el año pasado. NIST hizo recomendaciones para reevaluar ciertos requerimientos en nuestras reglamentaciones de construcción, algunas de las cuales ya existían en los códigos de la NFPA antes del estudio del NIST, mientras que otras aún se encuentran bajo consideración.
Entre los cambios realizados o que ya estaban en existencia en el código NFPA 101, Código de Seguridad Humana, y en el código NFPA 5000, Código de Construcción y Seguridad, cuentan: la integración de opciones de diseño basadas en el desempeño, requerimientos retroactivos para la instalación de sistemas de rociadores automáticos, calificaciones de resistencia al fuego de 3 y 4 horas para sistemas estructurales, escaleras más anchas basadas en el uso de sus ocupantes y contra flujo para socorristas de emergencias, requerimientos para dispositivos de descenso de escaleras para gente con movilidad reducida y la integración del enfoque de marco estructural al determinar la resistencia al fuego.
Otros cambios, generados en gran parte por lo que hemos aprendido de las investigaciones del NIST y de la FEMA acerca del colapso del Centro Mundial de Comercio, se encuentran bajo revisión en nuestro proceso de consenso. Una de las iniciativas es la de rever los protocolos que se encuentran actualmente en uso para evaluar el desempeño de los sistemas estructurales de los edificios bajo condiciones de incendio. Mientras que NIST no ha cuestionado la aceptabilidad de los procedimientos actuales, cobra sentido la revisión de las pruebas y de los métodos de evaluación.
Otra de las áreas que necesita ser revisada con urgencia es la que se refiere a cómo los elevadores deben ser utilizados en evacuaciones de emergencia de edificios en altura. NIST está trabajando junto con ASME, la NFPA y otros grupos para desarrollar un mejor entendimiento de las condiciones bajo las cuales los elevadores de edificios de altura pueden ser utilizados de manera segura.
Cuando la NFPA comenzó a considerar las cuestiones de seguridad que involucraban a edificios de altura casi un siglo atrás, nadie estaba planeando el edificio Taipei 101 en Taipei con 101 pisos, la Torre Sears en Chicago con 110 pisos ni las Torres Petronas en Kuala Lumpur, cada una con 88 pisos. Las inquietudes de seguridad, que aumentan en estructuras de gran altura como éstas, requieren de rigurosa investigación y revisión práctica por parte de las agencias gubernamentales, desarrolladores de códigos, funcionarios de ejecución de las normas, arquitectos e ingenieros. Estos edificios por dentro son como ciudades en sí mismas, y los usuarios de estos edificios, incluyendo la gente discapacitada tanto como los socorristas de emergencias que acuden en nuestra ayuda, también merecen hablar respecto de la seguridad de sus entornos.
La NFPA se está moviendo rápida pero deliberadamente para incorporar a nuestros códigos y normas, así como a nuestra educación y programas de entrenamiento, la mejor investigación acerca de la seguridad en rascacielos realizada por la gente más idónea en el tema. Para asegurarnos de que estemos respondiendo adecuadamente a las singulares cuestiones de seguridad presentadas cuando ubicamos a tanta gente dentro de edificios en altura, hemos formado el Comité de Asesores sobre Seguridad de Edificios en Altura con el objeto de crear recomendaciones efectivas para estos edificios. Al tomar el mando con el objeto de encontrar el nivel adecuado de seguridad para los edificios en altura, la NFPA no está solamente reaccionando a un terrible evento en la historia reciente, a pesar de que hayamos aprendido mucho del estudio de dicho evento. Estamos haciendo lo que siempre hemos hecho, juntando un grupo de personas dedicadas con puntos de vista diferentes, con experiencia y competencia para llegar al consenso en importantes cuestiones de seguridad. Pero también estamos continuando un significativo proceso de mejora constante a medida que los edificios son más altos, más complejos, a medida que los números de la gente que los habita y que trabaja en ellos aumentan, y a medida que cambian las tecnologías que los hacen funcionar. Las amenazas a estos edificios y sus habitantes también cambian, y todo esto hace que el trabajo que realiza la NFPA y otras organizaciones que los mantienen a salvo cobre más importancia que nunca.