Una teoría afirma que las almas de las víctimas fatales de los ataques perpetrados el 11 de septiembre de 2001 'regresaron' a la Tierra en el cuerpo de niños que recuerdan la tragedia
Por Daniel Beilys
Los casos de chicos relacionados con el tema de la reencarnación son cada vez más recurrentes.
Sucede que, en la etapa de la infancia que va de los 2 a los 5 años de edad, existen muchísimos con las capacidades muy dispuestas como para poder recordar quiénes fueron en vidas pasadas. Como si sus almas despertaran. Una capacidad que se viene repitiendo con más difusión en los últimos tiempos.
El siempre discutido acto del regreso a la vida de nuestras almas parece haber tomado envión, quizá con la evolución de esos pequeños que ya nacen con genes heredados de padres más evolucionados y entonces, quizá influenciados por los conocimientos ya adquiridos por sus padres.
Según recientes estudios, eso genera en muchos chicos que su memoria logre descifrar qué vivió en su anterior presencia en la Tierra. Parece todo muy loco, ¿no? Sin embargo, un informe publicado en el prestigioso sitio El Mundo del Misterio devela varios hechos que ponen en el tapete la cuestión, y que sorprendentemente se relacionan con el tristemente inolvidable 11 de septiembre de 2001, cuando el mundo se sacudió con los atentados que terminaron con las Torres Gemelas de Nueva York.
Como se recordará, una de las mayores tragedias ejecutadas a partir de una sucesión de actos terroristas que conjugan conflictos de índole político- social-religioso, en lo que todo se mezcla y confunde, en una sociedad enquistada con odio y venganza, en el interminable encono entre occidente y oriente.
Día trágico
Miles de personas murieron aquel 11 de septiembre en lo que era considerado el centro mismo del capitalismo del mundo occidental, tras el ataque perpetrado por terroristas que, escudados en una guerra santa inexplicable, con dos aeronaves impactaron en las moles que con el correr de las horas se desmoronaron.
Miles de seres dejaron de existir en aquel fatídico día, sin que nada tuvieran que ver. Incluidos un montón rescatistas y bomberos que se inmolaron tratando de salvar más vidas. Ahora bien: ¿Qué pasaría si de alguna forma aquellas personas que perdieron la vida entonces, estuvieran ahora retornando? Que de alguna forma estarían regresando a este mundo a través del fenómeno llamado reencarnación, en el que aquellas almas aterrizaran en nuevos cuerpos para iniciar o continuar alguna misión de vida en este mundo.
Si es así, posiblemente este sea uno de esos casos. Quizá todos se reencarnaron, pero por alguna extraña razón solo algunos, después de adquirir sus nuevos cuerpos logran recordar ese trauma y pueden hablar de ello como si se tratara de la persona misma que perdió la vida aquel día.
Increíble pero real
Lo sorprendente es que desde hace un tiempo no muy lejano existen impactantes casos de niños que están dando detalles de los sucedido durante aquella tragedia de las torres gemelas como solo alguien que estuvo allí lo sabría, ¿Niños reencarnados?
Están saliendo a la luz relatos de madres que con miedo y asombro cuentan las experiencias que han tenido con sus hijos, quienes parecieran ser personas reencarnadas, que fallecieron aquel septiembre 11. Rachel Nolan, mamá de Tomas, un pequeño de casi 4 años de edad, cuenta que el chico sabe mucho del tema, lo que parece ser una verdadera reencarnación de un bombero que falleció el 11 de septiembre salvando vidas.
Hace un año que Tomas está hablando detalles muy puntuales de lo sucedido aquel día. Es un niño como cualquier otro, con una educación normal, en un ambiente natural, lleno de amor y dedicación de su madre.
Sin embargo todo empezó a cambiar desde que a Tomas le preguntaron: ¿qué querría ser cuando sea grande? Entonces, sorprendiendo a todos responde: “Mamá, yo no solo quiero ser bombero, es que siempre lo he sido y ya lo soy”. Lo repite con firmeza y seguridad, como si fuese un adulto. Y agrega: “Mami, yo me levantaba por la mañana, iba a mi fuego”.
La señora Rachel pensaba que estas cosas eran juegos de niños, aunque le extrañaba mucho el nivel de detalle como, por ejemplo, que Tomas repetía que usaba un hacha para comprobar si había fuego contra las paredes y para huir si era peligroso el sitio.
Pero lo más impactante que sirvió como prueba de esta reencarnación de una vida pasada fue cuando el niño vio una revista donde se aparecían las torres gemelas y exclamó: “Hombres malos golpearon estos edificios mamá, y la gente saltó de los edificios y yo no pude ayudarlos”.
Rachel sabe que es imposible que su hijo supiera de estos eventos porque nunca antes había visto estos edificios y menos aún sobre lo que allí ocurrió. Pero indudablemente, el pequeño Tomas sabe de lo que habla: “Había gente esperando a los bomberos, esperándome a mí, pero no pude llegar a ayudarlos, la gente saltó porque no pude llegar hasta ellos”, expresó, para luego relatar que trató de abrir paso rompiendo una pared con un hacha para tratar de ayudar a unas personas que estaban atrapadas detrás de ese muro y le gritaban pidiéndole ayuda. Concluyente.
Muchas precisiones
Al ver tantos detalles que daba el niño sobre lo sucedido, la mamá concluyó que alguien se había reencarnado en el cuerpo de su hijo y entonces le preguntó cómo había llegado hasta las Torres aquel día. Tomas entonces le dio detalles del modelo exacto de la autobomba que utilizaban los bomberos de Manhattan de la compañía de rescate. Citó un Ford Johnson R8 que dejó perpleja a Rachel, quien siguió escuchando a su hijo, ya que en su familia no había bomberos ni nadie que pudiera haberle dado pistas de lo sucedido en los ataques de las torres.
Aun así, el niño se expresaba con mucha seguridad, como si se tratara del bombero viviendo en ese pequeño cuerpo que logró ser inmortal reencarnando, algo de verdad increíble.
Ese amigo del alma
También cuenta Rachel que Tomas citaba a su amigo Mike, un compañero del bombero que pertenecía a la compañía de rescate.
Rachel destacaba que el niño cambiaba su tono de voz cuando se refería al tema de Mike, que era como si el alma del bombero tomaba el cuerpo del niño y le hacía comportarse de forma muy extraña, como tratando de comunicar algo.
Al niño le hacía gracia que le preguntaran de ese tema, como si resultara demasiado obvio para él, pues parecía que el bombero no fuera consciente de que estaba dentro del cuerpo de un niño luego de haber fallecido, como si todavía pensara que había sobrevivido.