La madrugada de este viernes 17 de abril, desconocidos destruyeron el monolito en honor al mártir Javier Francisco Garrido Cordero, voluntario de la Tercera Compañía “Sargento Aldea” del Cuerpo de Bomberos de Curicó.
Un 28 de febrero de 1958 uno de los nuestros cayó cuando concurría a prestar ayuda a alguien que lo necesitaba, quien dio mas que su voluntad y su esfuerzo dio su vida.
Quizás se pueda pensar que solo se destruyó una construcción que está en la calle a la vista de todo el mundo y quizás muchos ni siquiera se den cuenta que existe, pero para los voluntarios del Cuerpos de Bomberos y la familia del mártir tiene un significado. Ese pedazo de cemento es una de las páginas de oro de la historia, cuando un 28 de febrero de 1958 un hombre cayó cuando concurría a prestar ayuda a alguien que lo necesitaba, quien dio más que su voluntad y su esfuerzo dio su vida.
Se va a reconstruir el monolito y renovar el compromiso para que Javier Garrido Cordero vea desde donde se encuentre que a BOMBEROS DE CURICO nada lo detiene o amilana y que su sacrificio sigue vivo en cada hombre, mujer o niño que hoy lleva el uniforme.
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