Lidia Martínez: La misión de la mujer bombero
Escrito por El Labrador on Domingo, 22 de Noviembre de 2009 00:00
Ciertamente que la labor de Bomberos es una de las más admirables de nuestro país, dado el gran trabajo que realizan por la comunidad, sin fines de lucro.
De esta manera, los voluntarios acuden a los siniestros y llamados, con el propósito de salvar vidas y ayudar al prójimo y con la clara misión de colaborar y por el amor que sienten por su institución.
Pero esta noble tarea que efectúan los “chicos buenos” ya no es sólo un trabajo de hombres, y es así como con el paso del tiempo, las mujeres también decidieron sumarse a sus filas y ser uno más de ellos.
Éste es el caso de Lidia Martínez Valenzuela, voluntaria de la 2ª compañía del Cuerpo de Bomberos de Melipilla, quien a sus 26 años es una de las 28 mujeres que forman parte de este gran grupo humano, y quien ya es toda una experta en el tema de catástrofes y accidentes.
Aunque muchas veces su madre le ha mencionado que se retire de la institución, por el peligro que conlleva ser bombero, Lidia se niega a esta petición, por su alta vocación de servicio. “Yo siempre le digo que eso no va a suceder a menos que me castiguen o mi vida o mi cuerpo no me permita estar aquí”, expresó.
Chicas fuertes y aguerridas
La labor de las mujeres bomberos hoy en día, dentro del cuartel, no sólo es de tipo administrativas, sino que también de ocupar cargos de mando activo. Es así como no es casualidad ver a algunas chicas en el Cuerpo de Bomberos de Melipilla, usando cascos rojos y en el puesto de Tenientes, lo que es un referente de la confianza que depositan sus pares a la hora de elegir a sus guías.
Según Martínez, quien ingresó el año 2002 a la institución, destacó que las voluntarias realizan las mismas funciones que un hombre, “desde trabajar en el techo hasta las maniobras de rescate”, al mismo tiempo que señaló que el trato de sus compañeros hacia ellas “es de igual a igual, sin nosotras perder nuestra femineidad”.
Pero así como la muchacha ha pasado gratos momentos junto a sus compañeros de la 2ª y de las demás compañías de nuestra ciudad, también hay episodios que la han marcado fuertemente, lo que en ningún caso la ha hecho “bajar los brazos”, para continuar cooperando con la ciudadanía. “Lo más fuerte fue ver cómo un compañero se quemó en un incendio. Eso fue el 10 de diciembre del 2005 y me refiero a nuestro mártir Ramiro Ramírez, lo que por cierto me marcó profundamente”, añadió.
Una pasión compartida
Al igual como se ha dado en otros casos, Lidia también encontró el amor dentro de esta prestigiosa institución y es así como ya lleva casi tres años de pololeo con el voluntario de la 3ª compañía de Maipú, Vicente Jara, a quien también agradeció su cariño y apoyo.
Al ser consultada sobre si en un futuro apoyaría a un hijo para ser bombero, la joven no titubeó diciendo que sí, mencionando que “si llegara a nacer dentro de esta familia de bomberos, no me quedaría más que apoyarlo, porque es una labor muy bonita”.
Un llamado a la conciencia
Dentro de las capacitaciones que reciben a diario los voluntarios, está el curso de incendios estructurales, rescate vehicular y de traumas, entre otros. Y debido al gran número de accidentes que ha tenido que acudir la bombera, ella misma quiso enviar un mensaje a la comunidad a cuidar su vida y la del resto de su familia. “La responsabilidad recae en cada uno, ya sea como peatón, automovilista, etcétera, mientras que la irresponsabilidad es una alternativa de la cual debemos cuidarnos, porque las consecuencias pueden ser fatales, arrastrando con ello desde nuestras vidas hasta la de nuestra propia familia”, agregó.
De igual forma, la voluntaria solicitó a la gente su cooperación al momento de llegar al lugar de algún accidente, sosteniendo que “es fundamental que nos dejen hacer nuestro trabajo, porque los minutos son valiosos para esas personas cuando están siendo atendidas. Pido a la gente que nos den el espacio para cumplir con nuestra misión, porque bomberos sabe lo que tiene que hacer”.
Finalmente Martínez, quien se mostró feliz con su desempeño en el Cuerpo de Bomberos de Melipilla, extendió el llamado a la comunidad a seguir colaborando con la institución cuando así se requiera. “Cuando la gente nos necesite siempre encontrarán una mano amiga y de apoyo, no sólo como voluntarios sino que como los verdaderos profesionales que somos los bomberos de nuestra comuna”.
Escrito por El Labrador on Domingo, 22 de Noviembre de 2009 00:00
De esta manera, los voluntarios acuden a los siniestros y llamados, con el propósito de salvar vidas y ayudar al prójimo y con la clara misión de colaborar y por el amor que sienten por su institución.
Pero esta noble tarea que efectúan los “chicos buenos” ya no es sólo un trabajo de hombres, y es así como con el paso del tiempo, las mujeres también decidieron sumarse a sus filas y ser uno más de ellos.
Éste es el caso de Lidia Martínez Valenzuela, voluntaria de la 2ª compañía del Cuerpo de Bomberos de Melipilla, quien a sus 26 años es una de las 28 mujeres que forman parte de este gran grupo humano, y quien ya es toda una experta en el tema de catástrofes y accidentes.
Aunque muchas veces su madre le ha mencionado que se retire de la institución, por el peligro que conlleva ser bombero, Lidia se niega a esta petición, por su alta vocación de servicio. “Yo siempre le digo que eso no va a suceder a menos que me castiguen o mi vida o mi cuerpo no me permita estar aquí”, expresó.
Chicas fuertes y aguerridas
La labor de las mujeres bomberos hoy en día, dentro del cuartel, no sólo es de tipo administrativas, sino que también de ocupar cargos de mando activo. Es así como no es casualidad ver a algunas chicas en el Cuerpo de Bomberos de Melipilla, usando cascos rojos y en el puesto de Tenientes, lo que es un referente de la confianza que depositan sus pares a la hora de elegir a sus guías.
Pero así como la muchacha ha pasado gratos momentos junto a sus compañeros de la 2ª y de las demás compañías de nuestra ciudad, también hay episodios que la han marcado fuertemente, lo que en ningún caso la ha hecho “bajar los brazos”, para continuar cooperando con la ciudadanía. “Lo más fuerte fue ver cómo un compañero se quemó en un incendio. Eso fue el 10 de diciembre del 2005 y me refiero a nuestro mártir Ramiro Ramírez, lo que por cierto me marcó profundamente”, añadió.
Una pasión compartida
Al igual como se ha dado en otros casos, Lidia también encontró el amor dentro de esta prestigiosa institución y es así como ya lleva casi tres años de pololeo con el voluntario de la 3ª compañía de Maipú, Vicente Jara, a quien también agradeció su cariño y apoyo.
Al ser consultada sobre si en un futuro apoyaría a un hijo para ser bombero, la joven no titubeó diciendo que sí, mencionando que “si llegara a nacer dentro de esta familia de bomberos, no me quedaría más que apoyarlo, porque es una labor muy bonita”.
Un llamado a la conciencia
Dentro de las capacitaciones que reciben a diario los voluntarios, está el curso de incendios estructurales, rescate vehicular y de traumas, entre otros. Y debido al gran número de accidentes que ha tenido que acudir la bombera, ella misma quiso enviar un mensaje a la comunidad a cuidar su vida y la del resto de su familia. “La responsabilidad recae en cada uno, ya sea como peatón, automovilista, etcétera, mientras que la irresponsabilidad es una alternativa de la cual debemos cuidarnos, porque las consecuencias pueden ser fatales, arrastrando con ello desde nuestras vidas hasta la de nuestra propia familia”, agregó.
De igual forma, la voluntaria solicitó a la gente su cooperación al momento de llegar al lugar de algún accidente, sosteniendo que “es fundamental que nos dejen hacer nuestro trabajo, porque los minutos son valiosos para esas personas cuando están siendo atendidas. Pido a la gente que nos den el espacio para cumplir con nuestra misión, porque bomberos sabe lo que tiene que hacer”.
Finalmente Martínez, quien se mostró feliz con su desempeño en el Cuerpo de Bomberos de Melipilla, extendió el llamado a la comunidad a seguir colaborando con la institución cuando así se requiera. “Cuando la gente nos necesite siempre encontrarán una mano amiga y de apoyo, no sólo como voluntarios sino que como los verdaderos profesionales que somos los bomberos de nuestra comuna”.