Madre e hijo mueren en incendio
Víctor Quiroz Arriagada es apoyado por familiares. Él era el cuidador de la escuela Diego Portales de Villa Cap, Concepción. En una vivienda ubicada entre dos bloques con salas de clases vivía junto a su pareja, Marián, y el hijo de ambos, Matías.
Víctor Quiroz Arriagada (47) está por los suelos. Su pareja, Marián Avello Bassaletti (30), y el hijo de ambos, Matías (de un año y dos meses), murieron ayer durante un incendio que carbonizó la vivienda donde residían.
Son las 17.30 horas y en el líving de la casa de su hermano Cristian, Víctor accedió a narrar su historia, pese a que le cuesta recordar y hablar.
"Vimos a Buddy Richard en el Festival de Viña (la noche del lunes) y nos dormimos. Como a las 4 y media de la mañana el 'Sando', nuestro perro, comenzó a ladrar. Me levanté, pero nada. A los minutos, Marián, me dice: 'Mi amor, se nos está quemando la casa'...".
- ¿Qué hacen ahí?
"Parto a ver y eran unas llamas gigantescas. Marián toma a nuestro chicoco y me sigue. Cuando vamos saliendo por la puerta que da al patio hay una explosión... (comienza a llorar) que me tira para adelante y a Marián y Matías para adentro".
"Me levanto. Siento a mi chicoco llorar y llorar. Trato de abrir la puerta, pero no se podía. Rompo los vidrios con las manos. Salen bocanadas de humo y llamas de adentro. Me desespero y corro hacia la dirección del establecimiento (la casa siniestrada está al interior de la escuela Diego Portales; ahí Quiroz es cuidador). Rompo un vidrio y saco un extintor".
- ¿Cuánto tiempo había pasado?
"No lo sé. Perdí la noción del tiempo. Sólo un recuerdo tengo en la mente: el llanto de mi hijo, Matías. Son gritos que nunca olvidaré (se toma la cabeza)".
La casa propia
A 13 horas de la fatal contingencia, Víctor aún no se explica cómo comenzó el fuego. No tiene respuestas. Sólo se pregunta por qué tal calamidad lo afectó. Nada más.
- ¿Pudo ser una falla eléctrica?
"No creo. Yo dejé todo cortado en la noche. Y la luz del patio de la escuela estaba bien".
Quiroz respira profundo. "Nosotros estábamos trabajando y ahorrando para tener una casa propia. Vendíamos artesanías en la Vega Monumental. Yo además soy inspector en el Balmaceda (liceo A-85). Como vivíamos al interior de la escuela, el ruido de la campana despertaba a Matías. Teníamos muchos sueños. ¡Imagínate!".
- ¿Ese era el único problema?
"Habían otros. Normalmente nos apedreaban la casa pues he pillado a varios sujetos que han intentado robar en la escuela. Además, los entregaba a Carabineros. Por lo mismo me tenían mala, creo. Si no apedreaban mi casa lo hacían con los vidrios de la escuela".
SEGUNDO INCENDIO
Cristian Quiroz contó que su hermano lo fue a buscar a su casa (viven a una cuadra de distancia). "Llegó agitado, con sangre en sus manos. '¡Se está quemando la casa!', me gritó. Me levanté y partí en su ayuda, pero era tarde. El fuego había consumido todo", contó. Cristian recordó que "en 1988 a Víctor también se le quemó la casa, pero nadie murió".
Fuente: Diario Crónica
Víctor Quiroz Arriagada es apoyado por familiares. Él era el cuidador de la escuela Diego Portales de Villa Cap, Concepción. En una vivienda ubicada entre dos bloques con salas de clases vivía junto a su pareja, Marián, y el hijo de ambos, Matías.
Víctor Quiroz Arriagada (47) está por los suelos. Su pareja, Marián Avello Bassaletti (30), y el hijo de ambos, Matías (de un año y dos meses), murieron ayer durante un incendio que carbonizó la vivienda donde residían.
Son las 17.30 horas y en el líving de la casa de su hermano Cristian, Víctor accedió a narrar su historia, pese a que le cuesta recordar y hablar.
"Vimos a Buddy Richard en el Festival de Viña (la noche del lunes) y nos dormimos. Como a las 4 y media de la mañana el 'Sando', nuestro perro, comenzó a ladrar. Me levanté, pero nada. A los minutos, Marián, me dice: 'Mi amor, se nos está quemando la casa'...".
- ¿Qué hacen ahí?
"Parto a ver y eran unas llamas gigantescas. Marián toma a nuestro chicoco y me sigue. Cuando vamos saliendo por la puerta que da al patio hay una explosión... (comienza a llorar) que me tira para adelante y a Marián y Matías para adentro".
"Me levanto. Siento a mi chicoco llorar y llorar. Trato de abrir la puerta, pero no se podía. Rompo los vidrios con las manos. Salen bocanadas de humo y llamas de adentro. Me desespero y corro hacia la dirección del establecimiento (la casa siniestrada está al interior de la escuela Diego Portales; ahí Quiroz es cuidador). Rompo un vidrio y saco un extintor".
- ¿Cuánto tiempo había pasado?
"No lo sé. Perdí la noción del tiempo. Sólo un recuerdo tengo en la mente: el llanto de mi hijo, Matías. Son gritos que nunca olvidaré (se toma la cabeza)".
La casa propia
A 13 horas de la fatal contingencia, Víctor aún no se explica cómo comenzó el fuego. No tiene respuestas. Sólo se pregunta por qué tal calamidad lo afectó. Nada más.
- ¿Pudo ser una falla eléctrica?
"No creo. Yo dejé todo cortado en la noche. Y la luz del patio de la escuela estaba bien".
Quiroz respira profundo. "Nosotros estábamos trabajando y ahorrando para tener una casa propia. Vendíamos artesanías en la Vega Monumental. Yo además soy inspector en el Balmaceda (liceo A-85). Como vivíamos al interior de la escuela, el ruido de la campana despertaba a Matías. Teníamos muchos sueños. ¡Imagínate!".
- ¿Ese era el único problema?
"Habían otros. Normalmente nos apedreaban la casa pues he pillado a varios sujetos que han intentado robar en la escuela. Además, los entregaba a Carabineros. Por lo mismo me tenían mala, creo. Si no apedreaban mi casa lo hacían con los vidrios de la escuela".
SEGUNDO INCENDIO
Cristian Quiroz contó que su hermano lo fue a buscar a su casa (viven a una cuadra de distancia). "Llegó agitado, con sangre en sus manos. '¡Se está quemando la casa!', me gritó. Me levanté y partí en su ayuda, pero era tarde. El fuego había consumido todo", contó. Cristian recordó que "en 1988 a Víctor también se le quemó la casa, pero nadie murió".
Fuente: Diario Crónica