Indigente se suicidó en cuartel de Bomberos
En patio de la Sexta Compañía de Bomberos
Se trató de un menor que vivía en una caleta ubicada al lado del edificio de la Compañía penquista.
El menor subió al muro para atentar contra su vida. A pesar de que su pareja intentó evitar el trágico desenlace, el indigente murió en el mismo patio del cuartel de Bomberos.
Los gritos desesperados de una muchacha alertaron a Jacob Rivera, vecino de la calle Aníbal Pinto. Se trataba de una menor que pedía ayuda en las afueras de la Sexta Compañía de Bomberos de Concepción, ubicado en Heras 747. Es que su pololo había atentado contra su vida hace pocos minutos en el patio de las instalaciones del cuartel.
Desde la ventana de su departamento, Jacob avistó el cuerpo del adolescente que yacía muerto desde un pilar al interior de la Compañía. "Bajé de inmediato a darle aviso a los bomberos. La niña estaba llorando y me dijo que su novio se había ahorcado".
Caleta
La víctima del suicidio fue un menor que vivía en una caleta de indigentes emplazada justo al lado del cuartel de Bomberos. Según relató Rivera, "en ese sitio eriazo antes había una discoteca gay y ahora estos niños lo usan para vivir. Los niños entran por calle Colo Colo al peladero".
"En reiteradas ocasiones fui a la municipalidad a pedir ayuda para estos chicos", aseguró el hombre de nacionalidad colombiana.
Una pila de ropas, fue la que el adolescente utilizó para quitarse la vida. Lo hizo desde lo alto de un pilar del muro.
Vecinos del sector comentaron que la pareja de jóvenes había discutido fuertemente la noche anterior al trágico hecho.
Al lugar acudió la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones. La identidad de la víctima aún no se conoce y el caso quedó en manos del fiscal de turno, Paolo Muñoz Olguín.
DROGA Y PROSTITUCIÓN
Jacob Rivera señaló que los menores que viven en esa caleta "viven drogados y algunos se dedican a la prostitución". Rivera ha golpeado muchas puertas en busca de ayuda para estos muchachos. Sin embargo, indicó que no ha recibido respuestas de las autoridades. "Yo con mi pareja a veces les llevamos comida o les prestamos la ducha del departamento para que se aseen", comentó muy afectado el ciudadano colombiano.
Fuente: Diario Crónica
En patio de la Sexta Compañía de Bomberos
Se trató de un menor que vivía en una caleta ubicada al lado del edificio de la Compañía penquista.
El menor subió al muro para atentar contra su vida. A pesar de que su pareja intentó evitar el trágico desenlace, el indigente murió en el mismo patio del cuartel de Bomberos.
Los gritos desesperados de una muchacha alertaron a Jacob Rivera, vecino de la calle Aníbal Pinto. Se trataba de una menor que pedía ayuda en las afueras de la Sexta Compañía de Bomberos de Concepción, ubicado en Heras 747. Es que su pololo había atentado contra su vida hace pocos minutos en el patio de las instalaciones del cuartel.
Desde la ventana de su departamento, Jacob avistó el cuerpo del adolescente que yacía muerto desde un pilar al interior de la Compañía. "Bajé de inmediato a darle aviso a los bomberos. La niña estaba llorando y me dijo que su novio se había ahorcado".
Caleta
La víctima del suicidio fue un menor que vivía en una caleta de indigentes emplazada justo al lado del cuartel de Bomberos. Según relató Rivera, "en ese sitio eriazo antes había una discoteca gay y ahora estos niños lo usan para vivir. Los niños entran por calle Colo Colo al peladero".
"En reiteradas ocasiones fui a la municipalidad a pedir ayuda para estos chicos", aseguró el hombre de nacionalidad colombiana.
Una pila de ropas, fue la que el adolescente utilizó para quitarse la vida. Lo hizo desde lo alto de un pilar del muro.
Vecinos del sector comentaron que la pareja de jóvenes había discutido fuertemente la noche anterior al trágico hecho.
Al lugar acudió la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones. La identidad de la víctima aún no se conoce y el caso quedó en manos del fiscal de turno, Paolo Muñoz Olguín.
DROGA Y PROSTITUCIÓN
Jacob Rivera señaló que los menores que viven en esa caleta "viven drogados y algunos se dedican a la prostitución". Rivera ha golpeado muchas puertas en busca de ayuda para estos muchachos. Sin embargo, indicó que no ha recibido respuestas de las autoridades. "Yo con mi pareja a veces les llevamos comida o les prestamos la ducha del departamento para que se aseen", comentó muy afectado el ciudadano colombiano.
Fuente: Diario Crónica
