Comunidad dijo adiós al querido “Chato”
Multitudinaria fue la despedida de este querido bombero.
LEBU (VIII Región).- Tristeza pero a la vez consuelo eran los sentimientos que embargaban a familiares, amigos y compañeros del Comandante Honorario, Octavio Ortiz Saavedra, en el adiós final que le brindaron en el cementerio municipal. Un momento que reunió a quienes conocieron a este lebulense que a través de Bomberos pudo entregar toda su solidaridad durante los 46 años que vistió el uniforme de la centenaria Primera compañía.
Tras un oficio religioso en la iglesia evangélica, Alianza Cristiana y Misionera, donde se le recordó como una persona leal a sus principios, sus restos fueron llevados hacia el campo santo en una solemne procesión que se inició en este templo.
Delegaciones de Curanilahue, Los Alamos, Arauco y por supuesto las tres compañías de Lebu, incluida la rama femenina, acompañaron la coruña que transportaba el féretro del extinto bombero, mientras que voluntarios insignes de Chile custodiaban el traslado del amigo y colega con quienes en tantas oportunidades enfrentaron emergencias y también momentos felices.
EMOCION
Uno de los instantes emotivos fue cuando el funeral pasó por las afueras del cuartel de la primera compañía y los sonidos de la centenaria campana daba sus campanadas en señal de duelo que lo despedían con tristeza, ese mismo bronce que sonaba y llamaba en 1906 a los primeros bomberos de la comuna cuando con fuerza asomaba el servicio bomberil que se ha mantenido sin detenerse.
En los rostros de muchos camaradas se podían observar algunas lágrimas que brotaban al escuchar el sonido, que no se alzaba al viento lebulense para anunciar un incendio, sino que para rendir los honores a un hombre que siempre vivió por su querida institución.
Durante el trayecto muchas personas se detenían en las calles y mostraba sus respetos al paso de las exequias y es que Don “Chato”, como se le conocía en la comuna, era muy conocido y querido por todos pues no sólo se destacó vistiendo el uniforme de Bomberos, sino que además hizo vibrar a los seguidores del club Colo - Colo donde también dedicó varios años a la práctica del fútbol y en cuya institución cosechó sus mejores triunfos y momentos dedicados a su pasión deportiva.
DESPEDIDA
En el cementerio, el Superintendente, Carlos Rebolledo Campos, dijo que: “no cabe duda que Octavio Ortiz Saavedra, cumple con todos los atributos de un bombero ejemplar. Su recuerdo nos servirá en forma señera para afianzar aun más los principios morales y éticos que constituyen los sentimientos en lo que esta sentada nuestra institución bomberil”.
En la oportunidad se recordó que el titulo de Comandante Honorario, distinción que le fue asignada en diciembre pasado y que sólo la han recibido tres bomberos durante los más de cien años de vida del cuerpo de Lebu. En tanto con palabras de agradecimiento uno de sus familiares, agradeció las muestras de afecto de todo un pueblo que se congrego para despedirlo.
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Multitudinaria fue la despedida de este querido bombero.
LEBU (VIII Región).- Tristeza pero a la vez consuelo eran los sentimientos que embargaban a familiares, amigos y compañeros del Comandante Honorario, Octavio Ortiz Saavedra, en el adiós final que le brindaron en el cementerio municipal. Un momento que reunió a quienes conocieron a este lebulense que a través de Bomberos pudo entregar toda su solidaridad durante los 46 años que vistió el uniforme de la centenaria Primera compañía.
Tras un oficio religioso en la iglesia evangélica, Alianza Cristiana y Misionera, donde se le recordó como una persona leal a sus principios, sus restos fueron llevados hacia el campo santo en una solemne procesión que se inició en este templo.
Delegaciones de Curanilahue, Los Alamos, Arauco y por supuesto las tres compañías de Lebu, incluida la rama femenina, acompañaron la coruña que transportaba el féretro del extinto bombero, mientras que voluntarios insignes de Chile custodiaban el traslado del amigo y colega con quienes en tantas oportunidades enfrentaron emergencias y también momentos felices.
EMOCION
Uno de los instantes emotivos fue cuando el funeral pasó por las afueras del cuartel de la primera compañía y los sonidos de la centenaria campana daba sus campanadas en señal de duelo que lo despedían con tristeza, ese mismo bronce que sonaba y llamaba en 1906 a los primeros bomberos de la comuna cuando con fuerza asomaba el servicio bomberil que se ha mantenido sin detenerse.
En los rostros de muchos camaradas se podían observar algunas lágrimas que brotaban al escuchar el sonido, que no se alzaba al viento lebulense para anunciar un incendio, sino que para rendir los honores a un hombre que siempre vivió por su querida institución.
Durante el trayecto muchas personas se detenían en las calles y mostraba sus respetos al paso de las exequias y es que Don “Chato”, como se le conocía en la comuna, era muy conocido y querido por todos pues no sólo se destacó vistiendo el uniforme de Bomberos, sino que además hizo vibrar a los seguidores del club Colo - Colo donde también dedicó varios años a la práctica del fútbol y en cuya institución cosechó sus mejores triunfos y momentos dedicados a su pasión deportiva.
DESPEDIDA
En el cementerio, el Superintendente, Carlos Rebolledo Campos, dijo que: “no cabe duda que Octavio Ortiz Saavedra, cumple con todos los atributos de un bombero ejemplar. Su recuerdo nos servirá en forma señera para afianzar aun más los principios morales y éticos que constituyen los sentimientos en lo que esta sentada nuestra institución bomberil”.
En la oportunidad se recordó que el titulo de Comandante Honorario, distinción que le fue asignada en diciembre pasado y que sólo la han recibido tres bomberos durante los más de cien años de vida del cuerpo de Lebu. En tanto con palabras de agradecimiento uno de sus familiares, agradeció las muestras de afecto de todo un pueblo que se congrego para despedirlo.
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