Dos muertes de similares características en menos de tres semanas abren el debate en torno a trabajos domésticos en altura, sobre todo si se considera que ya llegó el tiempo de limpiar las canaletas y podar árboles.
Sólo basta recordar la conmoción que se generó la tarde de este martes, en la Villa Padre Hurtado de Chillán Viejo, al confirmarse la muerte de Eusebio Iribarra, de 65 años, quien cuando estaba cortando la rama de un árbol de su casa cayó, se golpeó en su cabeza y murió.
Y pocas semanas antes, la mañana del martes 3 de mayo, en el patio de la Escuela La Castilla, Mario Fernández Flores, de 52 años, subió a un árbol para colaborar en la limpieza del establecimiento, desde el cual cayó golpeándose fuertemente en la cabeza en la zona de las raíces, lo que le produjo un TEC que obligó a su traslado al Hospital Herminda Martín, donde llegó con riesgo vital y falleció durante la tarde del día siguiente.
Dos ejemplos que impulsan al prevencionista de riesgos y vicesuperintendente de Bomberos, Pablo Pinto, a reflexionar en que “lo importante es saber que todo trabajo en altura tiene riesgos de caídas y esas pueden traer como consecuencia la muerte de las personas, por lo tanto se tienen que tomar medidas de precaución”.
Los consejos de Pinto son sencillos, pero muchas veces ignorados. “No subirse a estructuras que estén débiles, estas deben asegurarse. Trabajar sobre escaleras o andamios. La persona tiene que estar asegurada o amarrada a una estructura fija, ya que si se resbala y tiene riesgo de caída, no llegue al suelo y se provoquen lesiones que provoquen la muerte”.
El superintendente Carlos Barrientos recordó que para cualquier trabajo sobre tres metros se deben aplicar las medidas expuestas por Pablo Pinto.
Diario La Discusión