Llamas desataron el pánico
Aparte de la media docena de damnificados por la voraz expansión del fuego, decenas de familias temieron por sus bienes tras declararse las emergencias en lugares de difícil acceso para Bomberos.
Dos viviendas destruidas y seis personas damnificadas fue el saldo de dos voraces incendios registrados en las últimas horas en la capital provincial. Emergencias que pudieron significar una desgracia mayor, ya que los inmuebles de material ligero colindaban con otras estructuras de similares características.
La primera alerta se registró alrededor de las 23.30 horas del martes. En calle Ernesto Riquelme, en pleno Gamboa Bajo, un palafito resultó con serios daños, aunque las llamas alcanzaron a ser contenidas antes de acabar con todo a su paso.
En pocos minutos el hogar del profesor de filosofía del liceo Galvarino Riveros, Miguel González (40) y de su pequeña hija de 6 años comenzó a arder. Así lo graficó el primer comandante del Cuerpo de Bomberos de Castro, Humberto Molina, quien dirigió las maniobras para sofocar el siniestro.
"Después que se dio la alarma, el segundo piso, donde se originó el incendio, ya había colapsado cuando llegamos al lugar", afirmó el oficial.
NIVEL
Por tal motivo, las labores bomberiles se reforzaron para impedir que toda la estructura fuera reducida a cenizas. Voluntarios de la Segunda, Tercera y Cuarta compañías trabajaron por más de una hora, "acción que impidió que las llamas pasaran mayormente al primer nivel de la vivienda o se extendieran a las otras cercanas", aclaró el comandante.
Un resultado que debió superar otra barrera, conformada por la típica construcción en sí. "Al ser un palafito, sólo teníamos un frente de ataque, pero aún así, y al considerar la forma en que hallamos la propiedad, se logró realizar un óptimo trabajo", dijo el jefe de Comandancia, añadiendo que la causa basal de la alarma sería la inflamación del ducto de una combustión lenta.
ALERTA
Los problemas de acceso a los focos de las llamas también se vivieron durante la mañana de ayer, en la alerta registrada en el Pasaje 5 de la población Juan Soler.
La humilde casa de Brígida Quilín Cheo (65) se ubica en un estrecho callejón, lo que dificultó el despliegue bomberil. Sin embargo, el fuego sólo afectó el hogar de la mujer, habitado por otras tres personas adultas.
Hasta el sitio del suceso se trasladaron efectivos de la Primera, Segunda y Tercera unidades de Bomberos, también bajo las órdenes del comandante Molina.
El timonel operacional de la institución recalcó que "una de las grandes preocupaciones fue la cercanía de las viviendas. Buscamos controlar las llamas rápidamente, es decir, encerrarlas para que no afecten a otros inmuebles, lo que se logró".
Especialistas de Bomberos barajan dos hipótesis como detonantes del siniestro. Una de ellas es la inflamación del caño de evacuación de gases y la otra una falla eléctrica.
El informe definitivo del Departamento de Estudios Técnicos, de ambas emergencias, será remitido al Ministerio Público castreño.
Fuente: La Estrella de Chiloé
Aparte de la media docena de damnificados por la voraz expansión del fuego, decenas de familias temieron por sus bienes tras declararse las emergencias en lugares de difícil acceso para Bomberos.
Dos viviendas destruidas y seis personas damnificadas fue el saldo de dos voraces incendios registrados en las últimas horas en la capital provincial. Emergencias que pudieron significar una desgracia mayor, ya que los inmuebles de material ligero colindaban con otras estructuras de similares características.
La primera alerta se registró alrededor de las 23.30 horas del martes. En calle Ernesto Riquelme, en pleno Gamboa Bajo, un palafito resultó con serios daños, aunque las llamas alcanzaron a ser contenidas antes de acabar con todo a su paso.
En pocos minutos el hogar del profesor de filosofía del liceo Galvarino Riveros, Miguel González (40) y de su pequeña hija de 6 años comenzó a arder. Así lo graficó el primer comandante del Cuerpo de Bomberos de Castro, Humberto Molina, quien dirigió las maniobras para sofocar el siniestro.
"Después que se dio la alarma, el segundo piso, donde se originó el incendio, ya había colapsado cuando llegamos al lugar", afirmó el oficial.
NIVEL
Por tal motivo, las labores bomberiles se reforzaron para impedir que toda la estructura fuera reducida a cenizas. Voluntarios de la Segunda, Tercera y Cuarta compañías trabajaron por más de una hora, "acción que impidió que las llamas pasaran mayormente al primer nivel de la vivienda o se extendieran a las otras cercanas", aclaró el comandante.
Un resultado que debió superar otra barrera, conformada por la típica construcción en sí. "Al ser un palafito, sólo teníamos un frente de ataque, pero aún así, y al considerar la forma en que hallamos la propiedad, se logró realizar un óptimo trabajo", dijo el jefe de Comandancia, añadiendo que la causa basal de la alarma sería la inflamación del ducto de una combustión lenta.
ALERTA
Los problemas de acceso a los focos de las llamas también se vivieron durante la mañana de ayer, en la alerta registrada en el Pasaje 5 de la población Juan Soler.
La humilde casa de Brígida Quilín Cheo (65) se ubica en un estrecho callejón, lo que dificultó el despliegue bomberil. Sin embargo, el fuego sólo afectó el hogar de la mujer, habitado por otras tres personas adultas.
Hasta el sitio del suceso se trasladaron efectivos de la Primera, Segunda y Tercera unidades de Bomberos, también bajo las órdenes del comandante Molina.
El timonel operacional de la institución recalcó que "una de las grandes preocupaciones fue la cercanía de las viviendas. Buscamos controlar las llamas rápidamente, es decir, encerrarlas para que no afecten a otros inmuebles, lo que se logró".
Especialistas de Bomberos barajan dos hipótesis como detonantes del siniestro. Una de ellas es la inflamación del caño de evacuación de gases y la otra una falla eléctrica.
El informe definitivo del Departamento de Estudios Técnicos, de ambas emergencias, será remitido al Ministerio Público castreño.
Fuente: La Estrella de Chiloé