Creo que todo comenzó mal, hace más de 155 años. Todos sabemos cómo comenzó el movimiento bomberil en Chile, y si bien en muchas partes los que ingresaban eran personas abnegadas que realmente querían servir al prójimo, en otras desde un principio lo hacían sólo para figurar. La famosa trilogía bombero-radical-masón llevó a que muchos ingresaran a la institución sólo para pertenecer a cierta elite de la sociedad (y me imagino que con en las otras instituciones pasó lo mismo). A modo de ejemplo, en muchos CB los acaudalados miembros de la institución no asistían a los incendios, sino que enviaban a sus inquilinos mientras ellos miraban desde la vereda del frente. De hecho, en mi CB había señores de esos, y en la actualidad siguen viendo desde la vereda del frente como se apagan los incendios, eso si, ya sin inquilinos a quienes mandar.
Eso llevó a que muchos pseudo bomberos vieran esto como un hobby, como una actividad más. Tanto daba pertenecer al club deportivo de la ciudad, a la sociedad de socorros mutuos, o a los bomberos. Mientras en cada aniversario de la comuna y en cada 18 de septiembre estuviera el uniforme impecable para el desfile, y mientras recibiera las felicitaciones de los compañeros de trabajo y amigos por "la desinteresada labor" que se lleva a cabo, se sentían con el deber cumplido.
Hoy en día la situación es distinta. Los avances de todo tipo en nuestra sociedad exige que bomberos cuenten con una preparación de primer nivel para responder a las emergencias. Y si bien es cierto la protección contra incendios y demás emergencias y calamidades es una obligación del estado, nosotros asumimos voluntariamente esa tarea hace más de 155 años, y a través del tiempo cada vez que a alguien se le ocurre inventar una especialidad nueva para su Compañía. Por lo tanto, es nuestra obligación asumir ese compromiso de manera seria y profesional, y responder a la gente como ellos realmente lo necesitan. Ya no basta con portar el uniforme con hidalguia para los desfiles; ya no basta con ir una vez a la semana al cuartel, conversar media hora para luego irse a un pub a tomar; ya no basta con tener el buzo lleno de parches sin tener idea siquiera lo que esos parches significan; la comunidad exige que los bomberos estén preparados, y que respondan a sus necesidades como corresponde.
Nos encanta pedir la ayuda de la comunidad; nos falta plata para el aniversario y lo primero que hacemos es un bingo o una rifa para obtener los recursos. Pero a la hora de responder a esa ayuda no lo hacemos de la misma manera. Nadie habla de convertirse en superhéroe y hacer imposibles, se trata de estudiar, aprender y practicar harto, para hacer lo que realmente es posible.
Reflexivos saludos.
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