Bomberos salvan a peque que atrapó su cabecita... en un lechero
El doctor Cristián Carvacho mostró el estado en que quedó el lechero luego de que voluntarios de Bomberos lo cortaran para retirarlo de la cabecita de Samuel. El galeno juró que en sus años de profesión jamás se había topado con un caso como éste.
"En mis años de trabajo no recuerdo haber visto un caso parecido", admitó ayer el doctor Cristián Carvacho, director del Centro de Urgencia de Nuñoa, donde la noche del miércoles fue llevado un peque cuya cabeza se encontraba atrapada en un lechero, presumiblemente producto de un juego.
El galeno dijo que aunque la situación fue complicada, la vida del niño no corrió peligro "porque nunca se vieron obstruídas sus vías respiratorias".
Como los esfuerzos del personal no dieron resultados, los encargados llamaron a Bomberos, cuyos voluntarios lograron cortar el recipiente.
El peque, de nombre Samuel y un año y medio de edad, se reponía ayer de la traumática experiencia en los brazos de su madre, Priscilla, quien declinó hablar con la prensa.
Héroes
Sí se refirió al tema Johanna Vega, vecina del chico y quien lo llevó volando a la urgencia.
"La hermana del niño salió desesperada de la casa pidiendo ayuda y como no le pudimos sacar el lechero de la cabeza, con mi marido agarramos el auto y lo llevamos al Centro de Urgencia", recordó.
Aunque su rápida acción evitó un posible drama, Johanna dice que reaccionó como lo haría cualquier madre al ver a un niño en esa situación.
Rebanando rodamientos
El caso del peque Samuel trae a la memoria otros casos bastante raríficos, en particular algunos protagonizados por rodamientos.
De hecho, en los últimos diez años dos compadres, cada uno más califa que el otro, debieron ser atendidos luego de que el "niño" les quedara atrapado en un rodamiento mientras hacían ejercicios masturbatorios.
En el primer caso, ocurrido en 1998, el artefacto metálico fue cortado por Bomberos; mientras que en el segundo, de 2006, el personal médico se las arregló solito.
Fuente: Diario La Cuarta
El doctor Cristián Carvacho mostró el estado en que quedó el lechero luego de que voluntarios de Bomberos lo cortaran para retirarlo de la cabecita de Samuel. El galeno juró que en sus años de profesión jamás se había topado con un caso como éste.
"En mis años de trabajo no recuerdo haber visto un caso parecido", admitó ayer el doctor Cristián Carvacho, director del Centro de Urgencia de Nuñoa, donde la noche del miércoles fue llevado un peque cuya cabeza se encontraba atrapada en un lechero, presumiblemente producto de un juego.
El galeno dijo que aunque la situación fue complicada, la vida del niño no corrió peligro "porque nunca se vieron obstruídas sus vías respiratorias".
Como los esfuerzos del personal no dieron resultados, los encargados llamaron a Bomberos, cuyos voluntarios lograron cortar el recipiente.
El peque, de nombre Samuel y un año y medio de edad, se reponía ayer de la traumática experiencia en los brazos de su madre, Priscilla, quien declinó hablar con la prensa.
Héroes
Sí se refirió al tema Johanna Vega, vecina del chico y quien lo llevó volando a la urgencia.
"La hermana del niño salió desesperada de la casa pidiendo ayuda y como no le pudimos sacar el lechero de la cabeza, con mi marido agarramos el auto y lo llevamos al Centro de Urgencia", recordó.
Aunque su rápida acción evitó un posible drama, Johanna dice que reaccionó como lo haría cualquier madre al ver a un niño en esa situación.
Rebanando rodamientos
El caso del peque Samuel trae a la memoria otros casos bastante raríficos, en particular algunos protagonizados por rodamientos.
De hecho, en los últimos diez años dos compadres, cada uno más califa que el otro, debieron ser atendidos luego de que el "niño" les quedara atrapado en un rodamiento mientras hacían ejercicios masturbatorios.
En el primer caso, ocurrido en 1998, el artefacto metálico fue cortado por Bomberos; mientras que en el segundo, de 2006, el personal médico se las arregló solito.
Fuente: Diario La Cuarta