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Dos camiones con voluntarios de Bomberos y ayuda salieron este fin de semana con destino a las ciudades de Lebu y Talca. Se trata de equipos de la Segunda y Octava compañías respectivamente. A su vez, la comitiva de 37 voluntarios que viajó a ayudar la semana pasada, volvió luego de cooperar cinco días en la región del Bío Bío.
En el caso de Lebu, 14 son los voluntarios de la Segunda compañía que desempeñan funciones en la localidad costera ubicada al sur de Concepción. Al respecto, Luís Montecinos, director de la compañía, explicó que sus colegas de allá se encuentran muy cansados. "Esta localidad está sin agua, así que nos dedicamos a repartir agua, además de ayudar en las tareas de rescate", explicó Montecinos.
"Ayer llegaron 3 helicópteros con ayuda. Entonces enfocamos nuestra ayuda para repartir las provisiones. Estamos ayudando en todo lo que se puede", añadió el voluntario.
"Es importante que nuestras familias estén tranquilas. Nosotros estamos bien y estamos haciendo lo que nos gusta. Por esto viajamos", manifestó el bombero.
En tanto, 5 bomberos de la Octava Compañía viajaron a las cero horas del sábado con rumbo a Talca, para trasladar provisiones recolectadas en la capital regional y de paso llevar ayuda y principalmente "apoyo moral" a sus colegas.
Los que volvieron
El lunes pasado, 37 voluntarios de distintas compañías de Bomberos fueron enviados a Concepción. Según informó Marcos Santos, capitán de las Séptima compañía, y quien estuvo al mando de la cuadrilla, al llegar a Concepción fueron derivados a Dichato, porque allá era requerida su ayuda. "Trabajamos en búsqueda de cuerpos y lamentablemente no pudimos encontrar a nadie vivo. Es muy impactante ver como quedó el pueblo", dijo Santos.
"Nos sentimos orgullosos de poder ayudar. Principalmente pudimos recuperar documentos personales entre los escombros, los que sirvieron para confirmar quienes están aún desaparecidos", añadió el capitán.
Otro que habló fue el teniente primero de la Séptima compañía, Andrés Kuschel. "Cuando nos veníamos, la gente salió a despedirnos muy agradecida. Eso nos caló hondo. Pudimos sentir su sufrimiento, ya que Dichato quedó totalmente destruido", explicó el voluntario.
A su vez, recordó la alerta falsa de tsunami. "Todos corrían. No querían vivir lo mismo del sábado. Por suerte fue falsa alarma", recordó.
Fuente: www.australvaldivia.cl