Bomberos lanza su propio llamado de auxilio
Pisos en mal estado, filtraciones en techos y murallas y carros que aún no pueden ser reparados son algunas de las serias deficiencias que tiene el Cuerpo de Bomberos de San Antonio. Faltan cerca de 40 millones anuales para que los Chicos Buenos puedan respirar un poco más aliviado
El 6 de marzo pasado el carrobomba estrella de la Primera Compañía de Bomberos de San Antonio resultó con abolladuras de consideración y con su parabrisas seriamente dañado en un accidental choque con otro vehículo de la institución en medio de un incendio ocurrido en la parte alta de Llo Lleo. Pese a que el hecho ocurrió hace más de un mes, el carrobomba sigue en las mismas condiciones y, lo que es peor, continúa siendo utilizado para asistir a los llamados de emergencia. ¿La razón? No hay presupuesto para repararlo.
El actual panorama financiero del Cuerpo de Bomberos de San Antonio es tan oscuro como el humo que emana del más gigantesco de los incendios. La ecuación es simple y clara: la entidad necesita al menos 100 millones de pesos anuales para "respirar" y funcionar medianamente tranquila, pero los ingresos actuales no superan los $55 millones.
Ese enorme déficit no sólo obliga a los voluntarios a salir a la calle para, alcancías en mano, solicitar la colaboración de la comunidad, ya que además impide cumplir con necesidades de primer orden, como por ejemplo reparar el carrobomba de la Primera Compañía.
Pero no sólo eso. Hay varias instalaciones de la institución que presentan notorias deficiencias. Para muestra, dos botones: la oficina del director de la Primera Compañía tiene un vistoso hoyo en su antiquísimo piso y el único baño del mismo cuartel está "tapizado" con casilleros de los propios voluntarios, que fueron a parar allí por la falta de una bodega a un cuarto. De hecho, para llegar a una ducha o un sanitario, los 60 efectivos de la unidad deben hacer grandes esfuerzos para esquivar los obstáculos que ofrecen los casilleros.
Los efectivos reclaman también por la falta de otro baño, ya que el actual debe ser utilizado tanto por hombres como por las mujeres. Por ese mismo inconveniente, no existen turnos de guardia mixtos.
FALTA AYUDA
"Me da la impresión que la gente piensa que Bomberos recibe mucho apoyo de todos lados, pero eso no es así. Actualmente debemos hacer grandes esfuerzos para sobrevivir", cuenta con angustia el superintendente Jaime Cepeda, cuya oficina, en el cuartel de la Dirección Central de calle Angamos, sufre filtraciones en sus murallas cada vez que llueve.
El edificio de la Dirección data de 1928 y, casi 79 años después, aún no puede ser remodelado ni reparado. El paso del tiempo se nota en cada rincón. El piso de madera del segundo nivel tiene grietas y las oficinas del personal administrativo rentado no tienen las comodidades suficientes como para ejercer en un grato ambiente. "Necesitamos el apoyo de la comunidad y de las empresas de la zona. El anterior directorio envió cartas solicitando ayuda económica a todas las empresas más importantes de la ciudad, incluyendo las portuarias, pero ninguna ha respondido. No recibimos un solo peso del mundo privado, salvo de los clientes del supermercado San Francisco –por concepto de sencillo-, que aportan unos 280 mil pesos mensuales", dice Cepeda, quien llamó a las empresas locales a meterse la mano al bolsillo y a colaborar con esta institución "que siempre está disponible, sin importar día ni hora".
SIN VENTILACION NI REFRIGERADOR
La Cuarta Compañía de San Juan ha visto importantes avances en los últimos años, pero aún falta. La sala de reuniones de Directorio, por ejemplo, no cuenta con iluminación ni ventilación natural. El piso y las murallas también piden a gritos una remodelación. Y el único refrigerador del cuartel perfectamente podría venderse a algún anticuario.
Los únicos cuarteles que cuentan con instalaciones cómodas, amplias y funcionales son los de las compañías Tercera de Llo Lleo y Segunda de San Antonio, que han recibido aportes que les permiten entregar un buen confort a sus voluntarios.
"También queremos solicitar la ayuda del municipio para la elaboración de estudios que en algún minuto nos permitan reconstruir los cuarteles con fondos del Gobierno. El problema es que un proyecto de este tipo demora varios años antes de ser aprobado. Pero si usted me pregunta si necesitamos remodelar nuestros cuarteles, claro que lo necesitamos, porque tenemos muchas deficiencias que no se pueden superar por falta de recursos", agrega Cepeda.
Una de ellas es la antigua data de la mayoría de los carrobombas. Al menos cuatro vehículos tienen más de 20 años de servicio, lo que se traduce en un alto costo de mantenimiento. El único carro telescópico, por ejemplo, es de 1981 –aunque fue adquirido hace sólo dos años- y no cumple con todos los requerimientos actuales para combatir un gran incendio en altura. "Por decir algo, debido a su magnitud, no podría subir por la calle 21 de Mayo", observa Cepeda, quien pide, por enésima vez y casi como un S.O.S., que "ojalá que remuevan la conciencia de la gente y de las empresas, porque alguien tiene que ayudar a Bomberos".
Ingresos anuales de Bomberos
Junta Nacional de Bomberos 16 millones
Ingresos propios (arriendo de propiedades) 12 millones
Subvención municipal 15 millones
Sencillo Supermercado San Francisco 3,5 millones
Otros 6 millones
Total $52.500.000
Fuente: Diario El Líder de San Antonio
Pisos en mal estado, filtraciones en techos y murallas y carros que aún no pueden ser reparados son algunas de las serias deficiencias que tiene el Cuerpo de Bomberos de San Antonio. Faltan cerca de 40 millones anuales para que los Chicos Buenos puedan respirar un poco más aliviado
El 6 de marzo pasado el carrobomba estrella de la Primera Compañía de Bomberos de San Antonio resultó con abolladuras de consideración y con su parabrisas seriamente dañado en un accidental choque con otro vehículo de la institución en medio de un incendio ocurrido en la parte alta de Llo Lleo. Pese a que el hecho ocurrió hace más de un mes, el carrobomba sigue en las mismas condiciones y, lo que es peor, continúa siendo utilizado para asistir a los llamados de emergencia. ¿La razón? No hay presupuesto para repararlo.
El actual panorama financiero del Cuerpo de Bomberos de San Antonio es tan oscuro como el humo que emana del más gigantesco de los incendios. La ecuación es simple y clara: la entidad necesita al menos 100 millones de pesos anuales para "respirar" y funcionar medianamente tranquila, pero los ingresos actuales no superan los $55 millones.
Ese enorme déficit no sólo obliga a los voluntarios a salir a la calle para, alcancías en mano, solicitar la colaboración de la comunidad, ya que además impide cumplir con necesidades de primer orden, como por ejemplo reparar el carrobomba de la Primera Compañía.
Pero no sólo eso. Hay varias instalaciones de la institución que presentan notorias deficiencias. Para muestra, dos botones: la oficina del director de la Primera Compañía tiene un vistoso hoyo en su antiquísimo piso y el único baño del mismo cuartel está "tapizado" con casilleros de los propios voluntarios, que fueron a parar allí por la falta de una bodega a un cuarto. De hecho, para llegar a una ducha o un sanitario, los 60 efectivos de la unidad deben hacer grandes esfuerzos para esquivar los obstáculos que ofrecen los casilleros.
Los efectivos reclaman también por la falta de otro baño, ya que el actual debe ser utilizado tanto por hombres como por las mujeres. Por ese mismo inconveniente, no existen turnos de guardia mixtos.
FALTA AYUDA
"Me da la impresión que la gente piensa que Bomberos recibe mucho apoyo de todos lados, pero eso no es así. Actualmente debemos hacer grandes esfuerzos para sobrevivir", cuenta con angustia el superintendente Jaime Cepeda, cuya oficina, en el cuartel de la Dirección Central de calle Angamos, sufre filtraciones en sus murallas cada vez que llueve.
El edificio de la Dirección data de 1928 y, casi 79 años después, aún no puede ser remodelado ni reparado. El paso del tiempo se nota en cada rincón. El piso de madera del segundo nivel tiene grietas y las oficinas del personal administrativo rentado no tienen las comodidades suficientes como para ejercer en un grato ambiente. "Necesitamos el apoyo de la comunidad y de las empresas de la zona. El anterior directorio envió cartas solicitando ayuda económica a todas las empresas más importantes de la ciudad, incluyendo las portuarias, pero ninguna ha respondido. No recibimos un solo peso del mundo privado, salvo de los clientes del supermercado San Francisco –por concepto de sencillo-, que aportan unos 280 mil pesos mensuales", dice Cepeda, quien llamó a las empresas locales a meterse la mano al bolsillo y a colaborar con esta institución "que siempre está disponible, sin importar día ni hora".
SIN VENTILACION NI REFRIGERADOR
La Cuarta Compañía de San Juan ha visto importantes avances en los últimos años, pero aún falta. La sala de reuniones de Directorio, por ejemplo, no cuenta con iluminación ni ventilación natural. El piso y las murallas también piden a gritos una remodelación. Y el único refrigerador del cuartel perfectamente podría venderse a algún anticuario.
Los únicos cuarteles que cuentan con instalaciones cómodas, amplias y funcionales son los de las compañías Tercera de Llo Lleo y Segunda de San Antonio, que han recibido aportes que les permiten entregar un buen confort a sus voluntarios.
"También queremos solicitar la ayuda del municipio para la elaboración de estudios que en algún minuto nos permitan reconstruir los cuarteles con fondos del Gobierno. El problema es que un proyecto de este tipo demora varios años antes de ser aprobado. Pero si usted me pregunta si necesitamos remodelar nuestros cuarteles, claro que lo necesitamos, porque tenemos muchas deficiencias que no se pueden superar por falta de recursos", agrega Cepeda.
Una de ellas es la antigua data de la mayoría de los carrobombas. Al menos cuatro vehículos tienen más de 20 años de servicio, lo que se traduce en un alto costo de mantenimiento. El único carro telescópico, por ejemplo, es de 1981 –aunque fue adquirido hace sólo dos años- y no cumple con todos los requerimientos actuales para combatir un gran incendio en altura. "Por decir algo, debido a su magnitud, no podría subir por la calle 21 de Mayo", observa Cepeda, quien pide, por enésima vez y casi como un S.O.S., que "ojalá que remuevan la conciencia de la gente y de las empresas, porque alguien tiene que ayudar a Bomberos".
Ingresos anuales de Bomberos
Junta Nacional de Bomberos 16 millones
Ingresos propios (arriendo de propiedades) 12 millones
Subvención municipal 15 millones
Sencillo Supermercado San Francisco 3,5 millones
Otros 6 millones
Total $52.500.000
Fuente: Diario El Líder de San Antonio
