He leído bastantes post, directos o exponiendo situaciones de soslayo, en los que se plantean quejas, críticas, decepciones, arrepentimientos, etc. en relación a los magros resultados obtenidos por bomberos luego de invertir dinero en favor de mejorar en algo sus compañías.
Es sabido por todos que el dinero no es algo que abunde en los cuarteles, por lo que resulta penoso enterarse de compañías, e incluso cuerpos, que han sido prácticamente estafados al adquirir un bien, tangible o no, el que supuestamente mejoraría o haría subir el estatus de la compañía, recibiendo finalmente un producto o servicio cuyos resultados distaron mucho de lo que se les había prometido.
¿Estamos los bomberos protegidos contra este tipo de situaciones o personajes?
¿Hay una real colaboración entre los bomberos, en el sentido de advertir a los demás cuando algún fraude o hecho parecido ha perjudicado ya a otros?
Entre las ofertas que andan dando vuelta se pueden contar: adquisición de uniformes (EPP) a bajos costos, pero también con cero certificación; panaceas de especialización (supuestos cursos de perfeccionamiento, sin método académico); trabajos de albañilería, y otros afines, soñados en todo cuartel para mejorar las condiciones de estadía del personal; adquisición e instalación de software (muy necesarios hoy en día), con funcionamientos y capacidades que al poco tiempo han quedado obsoletas; etc, etc.
La Internet es una herramienta poderosísima para adquirir conocimientos. Su uso adecuado permite mantenerse al tanto y vigente en cuanto a la adquisición de información fresca, pero en el mundo de los bomberos no todos están familiarizados con esta red, por lo que su acceso a la información es limitadísimo.
¿Se les presta colaboración a esos camaradas, que son los mas expuestos a sufrir la acción de embaucadores y comerciantes sin escrúpulos?
Es sabido por todos que el dinero no es algo que abunde en los cuarteles, por lo que resulta penoso enterarse de compañías, e incluso cuerpos, que han sido prácticamente estafados al adquirir un bien, tangible o no, el que supuestamente mejoraría o haría subir el estatus de la compañía, recibiendo finalmente un producto o servicio cuyos resultados distaron mucho de lo que se les había prometido.
¿Estamos los bomberos protegidos contra este tipo de situaciones o personajes?
¿Hay una real colaboración entre los bomberos, en el sentido de advertir a los demás cuando algún fraude o hecho parecido ha perjudicado ya a otros?
Entre las ofertas que andan dando vuelta se pueden contar: adquisición de uniformes (EPP) a bajos costos, pero también con cero certificación; panaceas de especialización (supuestos cursos de perfeccionamiento, sin método académico); trabajos de albañilería, y otros afines, soñados en todo cuartel para mejorar las condiciones de estadía del personal; adquisición e instalación de software (muy necesarios hoy en día), con funcionamientos y capacidades que al poco tiempo han quedado obsoletas; etc, etc.
La Internet es una herramienta poderosísima para adquirir conocimientos. Su uso adecuado permite mantenerse al tanto y vigente en cuanto a la adquisición de información fresca, pero en el mundo de los bomberos no todos están familiarizados con esta red, por lo que su acceso a la información es limitadísimo.
¿Se les presta colaboración a esos camaradas, que son los mas expuestos a sufrir la acción de embaucadores y comerciantes sin escrúpulos?