Al incendio que se comenta (Uriarte y Garmendia) llegué en la máquina de mi Compañía. Es absolutamente cierto que el incendio pasó de una verada a la otra, pero por el Pasaje Campbell, que es estrecho y por la parte superior de los edificios, es decir, por encima de las cabezas del primer personal.
Leo de 1.000 Bomberos de brazos cruzados. No es lo que yo ví, se trabajó muy intensamente, pues el incendio amenazaba manzanas completas por cada flanco.
Efectivamente se pidió apoyo a Ñuñoa, lo que no fue tan buena experiencia, para nada por falta de voluntad de nadie, sino que por problemas de comunicaciones y control en las operaciones (se tuvo que usar enlaces, lo que es medio del siglo XIX)
Ese incendio (posiblemente el más grande y complicado que he asistido en mi vida de bombero) tuvo la particularidad de que se dio la alarma de incendio y luego se dio otra alarma, lo que, hasta dónde sé, nunca ocurrió en otra oportunidad ni antes ni despúes, hasta que se llegó al actual sistema de alarmas escalonadas.