Pisagua,sinónimo de desembarco anfibio de riqueza, aislamiento , de la batalla de los abrazos, de opulencia y dolor pisagua era territorio peruano, antes de la Guerra del Pacífico y era uno de los puertos principales de Perú, debido a que allí se producían los embarques del salitre.
En 1879 desatada la Guerra La consideración más importante para la realización de la Campaña de Tarapacá, era la elección del punto de desembarco.
La ubicación del ejército peruano del sur concentrado en Iquique, y del ejército del norte concentrado en la zona de Arica-Tacna, hacía evidente la elección de un punto que impidiera la reunión de ambos. Debía elegirse un lugar al norte de Iquique.
Se decidió desembarcar en Pisagua, que contaba con una guarnición de 1.400 soldados y cuya bahía estaba defendida en sus extremos norte y sur con cañones Parrot de 100 lbs.
El 28 de octubre se embarcaron en Antofagasta 9.500 soldados para el asalto anfibio.
El convoy zarpó y a las 7 de la mañana del 2 de noviembre recaló en Pisagua y el blindado "Cochrane" y la corbeta "O'Higgins" , a cargo del Comandante Juan José Latorre Benavente y el Capitán Jorge Montt Alvarez, respectivamente, atacaron el fuerte sur. Casi simultáneamente rompían el fuego contra el fuerte norte la cañonera "Magallanes" y la goleta "Covadonga" , mandadas por el Capitán Manuel Orella Echanez y el Capitán Carlos Condell de la Haza.
El fuerte norte logró contestar sólo un cañonazo, y quedó silenciado por la excelente precisión de la artillería chilena.
En el fuerte sur hubo mayor resistencia, pero el alto porcentaje de impactos de los buques la dejó pronto inoperante.
A las 8 de la mañana se podía iniciar el desembarco.
Prestamente salía de los buques la primera oleada de desembarco con 450 soldados en 17 embarcaciones.
Los peruanos y bolivianos se parapetaron detrás de las rocas y abrieron fuego de fusilería, causando numerosas bajas entre la tropa y bogas.
En medio de esta lluvia de balas, los chilenos llegaron a la playa, saltaron de los botes y con el agua a la cintura se precipitaron sobre las trincheras, para iniciar, después de abatir a los defensores, la penetración hacia el interior, mientras las embarcaciones regresaban a bordo en busca de una segunda oleada.
El ascenso fue penosísimo, por un camino empinado, arenoso y difícil, pero aún así hacían estragos en el enemigo, que huía hacia lo alto.
Con la artillería de los buques se atacó exitosamente el ferrocarril y los montones de carbón y salitre, donde se mantenían refugiadas gran parte de las tropas enemigas.
Las granadas navales encendieron el salitre y comenzaron los incendios.
Mediante el desembarco de las sucesivas oleadas, el combate cobró mayor vigor, y tras bravo esfuerzo, las tropas chilenas llegaron hasta la pampa del Hospicio en la cumbre de la meseta, realmente agobiadas por el cansancio.
El enemigo había retirado ya sus efectivos hacia el interior.
Las naves, que ya silenciaban sus cañones pudieron ver a las tres de la tarde como el Teniente Rafael Torreblanca del Regimiento Atacama, clavaba la bandera chilena en un poste de Alto Hospicio.
Las bajas chilenas fueron de 58 muertos y de 173 heridos; las de los aliados fueron calculadas en 200 entre muertos y heridos.
Con este desembarco, las fuerzas chilenas se ubicaron como cuña entre el ejército aliado de Tarapacá y el de Tacna y abrieron un importante acceso al territorio enemigo.
La campaña terrestre se había iniciado con una victoria conjunta de las Fuerzas Armadas de Chile.
Este hecho constituye el primer desembarco anfibio orgánico efectuado en el mundo y se ha convertido en un ejemplo típico, tanto por su organización, como por su ejecución.
En 1884, el gobierno chileno, dada la importancia de esta localidad para el negocio del salitre, creó el Departamento de Pisagua, con una Gobernación y una Municipalidad que se mantuvo hasta el año 1979, cuando esata localidad se anexó a la comuna de Huara.
La Guerra Civil de 1891 empezó en tierra con algunas sublevaciones de destacamentos gobiernistas, que tuvieron cierta trascendencia sobre el desarrollo de los acontecimientos, y pequeños encuentros en que el éxito correspondió a uno u otro de los contendores.
En la mañana del 19 de enero, el teniente Indalicio J. Anabalón logró sublevar la guarnición de Pisagua, compuesta de 134 hombres de! 40 de línea, del 1 o de artillería y algunos policías, al mando de! capitán José Manuel Rivera, al cual se suministró un narcótico en la casa de diversión donde estaban congregados los oficiales. Los opositores se apoderaron de 4 cañones Krupp, de más de 300 rifles, de otros elementos de guerra y de $ 140.000 en dinero.
Apenas se impuso de la sublevación de las tropas de Piragua, el intendente de Tarapacá, Manuel Salinas, dispuso que se organizara una columna para recuperar ese puerto. El 21 de enero partió por ferrocarril un destacamento, formado por 60 hombres de! 40 , una compañía de granaderos y 25 artilleros, a las órdenes de! sargento mayor Marcos A. Valenzuela.
A1llegar a Zapiga, Valenzuela se impuso de que una columna enemiga estaba en ese punto y ordenó descender de! tren. El coronel Estanislao del Canto, quien logró fugarse de Tacna a 110 antes que se le apresara, había llegado a Pisagua, procedente de. Pacocha, el mismo día del pronunciamiento de la guarnición; y con 100 infantes (Navales de Pisagua), 3 piezas de artillería y 1 ametralladora, se había dirigido a Zapiga con la esperanza de capturar un convoy de 400 fusiles que iba de Arica a Iquique por tierra.
Al encontrarse con e! destacamento de Valenzuela, Del Canto resolvió atacarlo; pero, después de media hora de fuego y sufrir 18 bajas, tuvo que reembarcarse en e! tren que le esperaba, dejando abandonados los tres cañones y la ametralladora. Valenzuela, quien había tenido 17 muertos y heridos, no estimando prudente seguirlo, se replegó a Negreiros, desde donde pidió refuerzos a Iquique.
El 23 de enero avanzó Valenzuela sobre Pisagua al frente de 400 hombres. Dividió sus fuerzas en dos columnas, una que se desplegó frente al Alto del Hospicio y otra que prosiguió por ferrocarril para coronar las alturas que dominan a Pisagua por el sur. Del Canto se apostó delante de la columna del Alto del Hospicio con 221 hombres. El combate se sostuvo con alternativas hasta las 10 A.--M. A eSa hora los gobiernistas, agotadas las municiones, hicieron señales de rendirse; pero los vencedores, en vez de desarmarlos, creyéndolos sinceramente pasados al congreso, fraternizaron con ellos. Repentinamente el capitán Espinosa, quien se sabía apoyado por la otra división que había proseguido al sur, hizo tomar las armas a sus tropas, desarmó a los congresistas y avanzó hacia Pisagua, llevando numerosos prisioneros. Del Canto logró escapar, gracias a que algunos gobiernistas, antiguos subalternos suyos, sabiendo que su cabeza se había puesto a precio. antes de dar el golpe lo previnieron para que escapara.
Pero la sorpresa no paró aquí. El pueblo de Pisagua creyendo que los gobiernistas venían rendidos, se precipitó en masa hacia las tropas que entraban. Al imponerse de lo ocurrido, desarmó a los vencedores a fuerzas de puños y los hizo prisioneros. Los cronistas bautizaron estos singulares combates con el apodo de la Batalla de los Abrazos.
Las fuerzas de que aún disponía Valenzuela hacía insostenible la situación de los revolucionarios. Así es que Muñoz Hurtado resolvió evacuar la plaza sin nuevo combate. A las 8 P. M. del mismo día 23. se reembarcaba con los 28 oficiales y los 275 soldados que había reunido, inclusive los 50 policiales de lquique, que gustosos se incorporaron a las filas revolucionarias. Valenzuela sólo ocupó a Pisagua el día 27.
El propio día 23 de enero, una sublevación del pueblo contra los 25 soldados del Buin y los 150 policiales que lo guarnecían, entregó el puerto de Taltal al comandante del "Huáscar", José María Santa Cruz. Este pueblo, el cual fue uno de los más opositores, iba a suministrar por sí solo más de mil soldados de primer orden al ejército congresista.
La última expedición de esta naturaleza la llevaron a cabo MerinoJarpa. comandante del "Cachapoal", y Del Canto, quien comandaba los 303 hombres embarcados en Pisagua. El 27 de enero ocuparon a Huanillos, el 28 rindieron a la guarnición de Tocopilla y el 30 llegaron a Taltal En este puerto se les incorporaron una compañía de Navales de Valparaíso, numerosos soldados y 35 voluntarios con sus respectivos caballos.
El 4 de febrero de 1891 al encontrarse reunida casi toda la Escuadra bloqueando Iquique y habiendo recibido nuevos contingentes de tropas llevados por el "Cachapoal", el Alto Mando congresista decidió ocupar Pisagua que estaba débilmente defendida. Gran parte de la tropa gobiernista que la había ocupado el 27 de enero había vuelto a Iquique a reforzar la guarnición de ese puerto.
A las 23.00 horas del día 5 de febrero, zarpó la escuadrilla compuesta por el blindado "Cochrane", la corbeta "O'Higgins" y los transportes "Amazonas" y "Cachapoal", recalando a Pisagua en la madrugada del día 6, lugar en que mantenía el bloqueo la cañonera "Magallanes ".
Por un aviso recibido desde tierra , se supo la distribución de las fuerzas gobiernistas. El Teniente Coronel Valenzuela, Comandante de la Plaza, había hecho ocupar la posición dominante de El Alto Hospicio por 2 piezas de artillería, 40 infantes y un piquete de granaderos a caballo. El resto de la guarnición, compuesto por 250 infantes y 40 artilleros, estaban acantonados en el puerto.
A las 06.00 horas se rompió el fuego sobre las posiciones gobiernistas de Pisagua y se desembarcaron 290 hombres por Caleta Playa Blanca , que incluía una compañía de marinería, y tres compañías en Punta Pichalo, tropas que dirigidas por el Capitán de Corbeta Vicente Merino Jarpa avanzó concéntricamente hasta Alto Hospicio.
Mientras tanto, en el puerto de Iquique, los buques bloqueadores interceptaban los refuerzos que recibía la guarnición del puerto por la vía terrestrre y bombardeaban el vulnerable ferrocarril.
La "Magallanes" y la " O'Higgins " efectuaron el fuego de apoyo naval, bombardeando las posiciones defensivas gobiernistas.
El Comandante Valenzuela abrió fuego sobre la columna congresista del sur y envió parte de sus tropas para detener la columna del norte. La primera continuó su marcha, apoyada por la artillería de la "Magallanes" y de la " O'Higgins ", cayendo sobre el destacamento que defendía El Alto Hospicio y tomando posesión de un tren que el Comandante de la Plaza tenía preparado para efectuar su retirada, en caso de que fuese necesario.
La segunda columna, la del norte, rechazó a las tropas enviadas por Valenzuela y avanzó en profundidad. Este movimeinto envolvente puso fin a toda resistencia, cayendo prisioneros 5 oficiales, 22 soldados y capturando dos piezas de artillería con su parque de municiones.
El Comandante Valenzuela trató de desplegar su tropa sobre las pendientes que conducen a El Alto Hospicio, pero el fuego de la Escuadra le creó una situación insostenible.
Después de una media hora de tregua, las dos columnas victoriosas descendieron rápidamente y mientras los buques suspendían sus fuegos, cayeron sobre el pueblo a pesar de la vigorosa defensa de la guarnición gobiernista.
Toda la guarnición fue hecha prisionera, mientras la caballería transportada por la Escuadra se lanzaba en persecusión de los granaderos fugitivos.
Con esta acción, Pisagua quedó definitivamente en poder de los congresistas y sirvió de base al Ejército que operó sobre Iquique y las oficnas salitreras.
Luego de la caída de la industria salitrera, Pisagua mantuvo una relativa importancia debido a la actividad pesquera hasta mediados de la década del 50 en que comienza su declive, con la emigración de gran parte de su población y la supresión del servicio ferroviario.
Debido a su aislamiento, durante el siglo XX fue ocupada como campo de detenidos por algunos gobiernos. Así fue centro de detención durante el primer gobierno de Carlos Ibáñez (1927-1931), campo de detención de comunistas por Gabriel González Videla (1946-1942) amparado en la llamada Ley Maldita, pero su legado más negativo en este sentido fue durante la Dictadura Militar de Pinochet (1973-1990), en que Pisagua se transforma en un emblema de las violaciones a los derechos humanos, ocurridas en este periodo, debido a los asesinados y detenidos desparecidos que estaban confinados en ese territorio
Bomberos de Pisagua
Bomberos de Pisagua
Edwin López, Pozo Almonte
Las primeras informaciones referidas a esta noble institución de la histórica Pisagua, se encuentran al hojear diarios antiguos. Datos que eran tomados de los periódicos que llegaban en el tren a la editorial de prestigiosos matutinos iquiqueños. Dando a conocer así, el diario vivir del pampino de esta vasta pampa tarapaqueña.
Por nombrar algunos de ellos, cito: “La Verdad”, “La Alianza”, “El Luchador”, “El Pueblo” y “”El Comercio” todos del vecino puerto de Pisagua y los periódicos semanales de Negreiros: “La Voz”, “La Industria”, y “La Prensa”, desde la localidad de Huara “El Imparcial” y “La Defensa”.
La historia bomberil en Pisagua comienza en la era del oro blanco, donde esa mágica palabra salitre encendió llamaradas de progreso en la árida pampa y levantó por doquier oficinas salitreras, vías férreas e improvisados pueblos.
Nos remontaremos al tiempo, en que el aire se teñía de hollín del humo, que vomitaban los veleros cosmopolitas, un 30 de Octubre de 1888 se forma el Cuerpo General de Bomberos de Pisagua. El constante ir y venir de enganchados por estas zonas, hizo cambiar constantemente el legado bomberil y hasta la fecha no se han encontrado registros de quienes participaron en esta organización.
Dos años más tarde el 21 de enero de 1890, se crea la Compañía de Bomberos “Pisagua”, naciendo sucesivamente la Segunda Compañía “Salvadora” y la Tercera Compañía “Chacabuco”, luego de seguir el procedimiento de ingreso, se inscribieron con letras de oro en el año 1893 la Cuarta Compañía “Internacional de Hachas, Ganchos y Escaleras” de Negreiros y en 1899 se constituye la Quinta Compañía de “Dolores”.
El primer voluntario que dijo adiós, fue el Corneta de la Primera, Carlos Alberto Puga, quién falleció a causa del accidente ocurrido en el incendio del 18 de abril de 1899, cuando fue atropellado por el gallo que conducía a la intersección de calle Chipana con Junín. Un quiebre institucional al finalizar el siglo XIX, culmina por disolver todas las compañías de bomberos existentes en Pisagua y excluyendo las pampinas. En eso interviene la Gobernación y se forman dos nuevas instituciones: Las Compañías N°1 “Unión” y N° 2 “Tarapacá”.
En agosto de 1901 se establecen las bases y se forma la Compañía N° 3 llamada “Bomba Chile”, que logró subsistir por cerca de dos años, que luego de su disolución otro esforzado grupo de pescadores crean la Nueva Tercera bautizada como "Vicente Prieto".
Otros quiebres se producirán a mitad de 1905 y a finales de 1907, siendo este último año en donde se formalizan nuevamente las tres primeras compañías existentes en 1890, entregando servicio voluntario a la comunidad hasta cuando se alejaron paulatinamente los barcos ingleses, holandeses y noruegos que llenaron sus grises velas, con aquel mismo aire que nunca más las hizo volver y que apagó las chimeneas de las industria salitrera.
En pleno siglo XXI, se reunieron 14 activos participantes, de los cuales 6 eran adultos y los demás entusiastas niños que al igual que antaño, imitaron sin darse cuenta a los pequeños que integraron las filas del Batallón Infantil de la Compañía N° 2 “Tarapacá” en 1900.
Fue así como el 14 de septiembre del 2003 se enciende el espíritu bomberil de estos hombres y chicos buenos, de dar su situal donde se merece a las antiguas compañías que los antecede.
El Director de la Brigada Bomberil de Pisagua, Luis Aravena Sanhueza, relata que a pesar de la distancia no se ha desmoronado la idea de abnegación y sacrificio que juraron sus antepasados en los tiempos de apogeo, en donde Pisagua era emporio de actividad y ensenada abierta a la industria salitrera.
17 de Abril de 1905 se desata un incendio que destruye gran parte de la opulenta ciudad puerto
Bomba "Pisagua"
Bomba"Chacabuco"
Cuerpo de Bomberos de Pisagua 1918 - 1922
Directorio del Cuerpo de Bomberos de Pisagua
En 1879 desatada la Guerra La consideración más importante para la realización de la Campaña de Tarapacá, era la elección del punto de desembarco.
La ubicación del ejército peruano del sur concentrado en Iquique, y del ejército del norte concentrado en la zona de Arica-Tacna, hacía evidente la elección de un punto que impidiera la reunión de ambos. Debía elegirse un lugar al norte de Iquique.
Se decidió desembarcar en Pisagua, que contaba con una guarnición de 1.400 soldados y cuya bahía estaba defendida en sus extremos norte y sur con cañones Parrot de 100 lbs.
El 28 de octubre se embarcaron en Antofagasta 9.500 soldados para el asalto anfibio.
El convoy zarpó y a las 7 de la mañana del 2 de noviembre recaló en Pisagua y el blindado "Cochrane" y la corbeta "O'Higgins" , a cargo del Comandante Juan José Latorre Benavente y el Capitán Jorge Montt Alvarez, respectivamente, atacaron el fuerte sur. Casi simultáneamente rompían el fuego contra el fuerte norte la cañonera "Magallanes" y la goleta "Covadonga" , mandadas por el Capitán Manuel Orella Echanez y el Capitán Carlos Condell de la Haza.
El fuerte norte logró contestar sólo un cañonazo, y quedó silenciado por la excelente precisión de la artillería chilena.
En el fuerte sur hubo mayor resistencia, pero el alto porcentaje de impactos de los buques la dejó pronto inoperante.
A las 8 de la mañana se podía iniciar el desembarco.
Prestamente salía de los buques la primera oleada de desembarco con 450 soldados en 17 embarcaciones.
Los peruanos y bolivianos se parapetaron detrás de las rocas y abrieron fuego de fusilería, causando numerosas bajas entre la tropa y bogas.
En medio de esta lluvia de balas, los chilenos llegaron a la playa, saltaron de los botes y con el agua a la cintura se precipitaron sobre las trincheras, para iniciar, después de abatir a los defensores, la penetración hacia el interior, mientras las embarcaciones regresaban a bordo en busca de una segunda oleada.
El ascenso fue penosísimo, por un camino empinado, arenoso y difícil, pero aún así hacían estragos en el enemigo, que huía hacia lo alto.
Con la artillería de los buques se atacó exitosamente el ferrocarril y los montones de carbón y salitre, donde se mantenían refugiadas gran parte de las tropas enemigas.
Las granadas navales encendieron el salitre y comenzaron los incendios.
Mediante el desembarco de las sucesivas oleadas, el combate cobró mayor vigor, y tras bravo esfuerzo, las tropas chilenas llegaron hasta la pampa del Hospicio en la cumbre de la meseta, realmente agobiadas por el cansancio.
El enemigo había retirado ya sus efectivos hacia el interior.
Las naves, que ya silenciaban sus cañones pudieron ver a las tres de la tarde como el Teniente Rafael Torreblanca del Regimiento Atacama, clavaba la bandera chilena en un poste de Alto Hospicio.
Las bajas chilenas fueron de 58 muertos y de 173 heridos; las de los aliados fueron calculadas en 200 entre muertos y heridos.
Con este desembarco, las fuerzas chilenas se ubicaron como cuña entre el ejército aliado de Tarapacá y el de Tacna y abrieron un importante acceso al territorio enemigo.
La campaña terrestre se había iniciado con una victoria conjunta de las Fuerzas Armadas de Chile.
Este hecho constituye el primer desembarco anfibio orgánico efectuado en el mundo y se ha convertido en un ejemplo típico, tanto por su organización, como por su ejecución.
En 1884, el gobierno chileno, dada la importancia de esta localidad para el negocio del salitre, creó el Departamento de Pisagua, con una Gobernación y una Municipalidad que se mantuvo hasta el año 1979, cuando esata localidad se anexó a la comuna de Huara.
La Guerra Civil de 1891 empezó en tierra con algunas sublevaciones de destacamentos gobiernistas, que tuvieron cierta trascendencia sobre el desarrollo de los acontecimientos, y pequeños encuentros en que el éxito correspondió a uno u otro de los contendores.
En la mañana del 19 de enero, el teniente Indalicio J. Anabalón logró sublevar la guarnición de Pisagua, compuesta de 134 hombres de! 40 de línea, del 1 o de artillería y algunos policías, al mando de! capitán José Manuel Rivera, al cual se suministró un narcótico en la casa de diversión donde estaban congregados los oficiales. Los opositores se apoderaron de 4 cañones Krupp, de más de 300 rifles, de otros elementos de guerra y de $ 140.000 en dinero.
Apenas se impuso de la sublevación de las tropas de Piragua, el intendente de Tarapacá, Manuel Salinas, dispuso que se organizara una columna para recuperar ese puerto. El 21 de enero partió por ferrocarril un destacamento, formado por 60 hombres de! 40 , una compañía de granaderos y 25 artilleros, a las órdenes de! sargento mayor Marcos A. Valenzuela.
A1llegar a Zapiga, Valenzuela se impuso de que una columna enemiga estaba en ese punto y ordenó descender de! tren. El coronel Estanislao del Canto, quien logró fugarse de Tacna a 110 antes que se le apresara, había llegado a Pisagua, procedente de. Pacocha, el mismo día del pronunciamiento de la guarnición; y con 100 infantes (Navales de Pisagua), 3 piezas de artillería y 1 ametralladora, se había dirigido a Zapiga con la esperanza de capturar un convoy de 400 fusiles que iba de Arica a Iquique por tierra.
Al encontrarse con e! destacamento de Valenzuela, Del Canto resolvió atacarlo; pero, después de media hora de fuego y sufrir 18 bajas, tuvo que reembarcarse en e! tren que le esperaba, dejando abandonados los tres cañones y la ametralladora. Valenzuela, quien había tenido 17 muertos y heridos, no estimando prudente seguirlo, se replegó a Negreiros, desde donde pidió refuerzos a Iquique.
El 23 de enero avanzó Valenzuela sobre Pisagua al frente de 400 hombres. Dividió sus fuerzas en dos columnas, una que se desplegó frente al Alto del Hospicio y otra que prosiguió por ferrocarril para coronar las alturas que dominan a Pisagua por el sur. Del Canto se apostó delante de la columna del Alto del Hospicio con 221 hombres. El combate se sostuvo con alternativas hasta las 10 A.--M. A eSa hora los gobiernistas, agotadas las municiones, hicieron señales de rendirse; pero los vencedores, en vez de desarmarlos, creyéndolos sinceramente pasados al congreso, fraternizaron con ellos. Repentinamente el capitán Espinosa, quien se sabía apoyado por la otra división que había proseguido al sur, hizo tomar las armas a sus tropas, desarmó a los congresistas y avanzó hacia Pisagua, llevando numerosos prisioneros. Del Canto logró escapar, gracias a que algunos gobiernistas, antiguos subalternos suyos, sabiendo que su cabeza se había puesto a precio. antes de dar el golpe lo previnieron para que escapara.
Pero la sorpresa no paró aquí. El pueblo de Pisagua creyendo que los gobiernistas venían rendidos, se precipitó en masa hacia las tropas que entraban. Al imponerse de lo ocurrido, desarmó a los vencedores a fuerzas de puños y los hizo prisioneros. Los cronistas bautizaron estos singulares combates con el apodo de la Batalla de los Abrazos.
Las fuerzas de que aún disponía Valenzuela hacía insostenible la situación de los revolucionarios. Así es que Muñoz Hurtado resolvió evacuar la plaza sin nuevo combate. A las 8 P. M. del mismo día 23. se reembarcaba con los 28 oficiales y los 275 soldados que había reunido, inclusive los 50 policiales de lquique, que gustosos se incorporaron a las filas revolucionarias. Valenzuela sólo ocupó a Pisagua el día 27.
El propio día 23 de enero, una sublevación del pueblo contra los 25 soldados del Buin y los 150 policiales que lo guarnecían, entregó el puerto de Taltal al comandante del "Huáscar", José María Santa Cruz. Este pueblo, el cual fue uno de los más opositores, iba a suministrar por sí solo más de mil soldados de primer orden al ejército congresista.
La última expedición de esta naturaleza la llevaron a cabo MerinoJarpa. comandante del "Cachapoal", y Del Canto, quien comandaba los 303 hombres embarcados en Pisagua. El 27 de enero ocuparon a Huanillos, el 28 rindieron a la guarnición de Tocopilla y el 30 llegaron a Taltal En este puerto se les incorporaron una compañía de Navales de Valparaíso, numerosos soldados y 35 voluntarios con sus respectivos caballos.
El 4 de febrero de 1891 al encontrarse reunida casi toda la Escuadra bloqueando Iquique y habiendo recibido nuevos contingentes de tropas llevados por el "Cachapoal", el Alto Mando congresista decidió ocupar Pisagua que estaba débilmente defendida. Gran parte de la tropa gobiernista que la había ocupado el 27 de enero había vuelto a Iquique a reforzar la guarnición de ese puerto.
A las 23.00 horas del día 5 de febrero, zarpó la escuadrilla compuesta por el blindado "Cochrane", la corbeta "O'Higgins" y los transportes "Amazonas" y "Cachapoal", recalando a Pisagua en la madrugada del día 6, lugar en que mantenía el bloqueo la cañonera "Magallanes ".
Por un aviso recibido desde tierra , se supo la distribución de las fuerzas gobiernistas. El Teniente Coronel Valenzuela, Comandante de la Plaza, había hecho ocupar la posición dominante de El Alto Hospicio por 2 piezas de artillería, 40 infantes y un piquete de granaderos a caballo. El resto de la guarnición, compuesto por 250 infantes y 40 artilleros, estaban acantonados en el puerto.
A las 06.00 horas se rompió el fuego sobre las posiciones gobiernistas de Pisagua y se desembarcaron 290 hombres por Caleta Playa Blanca , que incluía una compañía de marinería, y tres compañías en Punta Pichalo, tropas que dirigidas por el Capitán de Corbeta Vicente Merino Jarpa avanzó concéntricamente hasta Alto Hospicio.
Mientras tanto, en el puerto de Iquique, los buques bloqueadores interceptaban los refuerzos que recibía la guarnición del puerto por la vía terrestrre y bombardeaban el vulnerable ferrocarril.
La "Magallanes" y la " O'Higgins " efectuaron el fuego de apoyo naval, bombardeando las posiciones defensivas gobiernistas.
El Comandante Valenzuela abrió fuego sobre la columna congresista del sur y envió parte de sus tropas para detener la columna del norte. La primera continuó su marcha, apoyada por la artillería de la "Magallanes" y de la " O'Higgins ", cayendo sobre el destacamento que defendía El Alto Hospicio y tomando posesión de un tren que el Comandante de la Plaza tenía preparado para efectuar su retirada, en caso de que fuese necesario.
La segunda columna, la del norte, rechazó a las tropas enviadas por Valenzuela y avanzó en profundidad. Este movimeinto envolvente puso fin a toda resistencia, cayendo prisioneros 5 oficiales, 22 soldados y capturando dos piezas de artillería con su parque de municiones.
El Comandante Valenzuela trató de desplegar su tropa sobre las pendientes que conducen a El Alto Hospicio, pero el fuego de la Escuadra le creó una situación insostenible.
Después de una media hora de tregua, las dos columnas victoriosas descendieron rápidamente y mientras los buques suspendían sus fuegos, cayeron sobre el pueblo a pesar de la vigorosa defensa de la guarnición gobiernista.
Toda la guarnición fue hecha prisionera, mientras la caballería transportada por la Escuadra se lanzaba en persecusión de los granaderos fugitivos.
Con esta acción, Pisagua quedó definitivamente en poder de los congresistas y sirvió de base al Ejército que operó sobre Iquique y las oficnas salitreras.
Luego de la caída de la industria salitrera, Pisagua mantuvo una relativa importancia debido a la actividad pesquera hasta mediados de la década del 50 en que comienza su declive, con la emigración de gran parte de su población y la supresión del servicio ferroviario.
Debido a su aislamiento, durante el siglo XX fue ocupada como campo de detenidos por algunos gobiernos. Así fue centro de detención durante el primer gobierno de Carlos Ibáñez (1927-1931), campo de detención de comunistas por Gabriel González Videla (1946-1942) amparado en la llamada Ley Maldita, pero su legado más negativo en este sentido fue durante la Dictadura Militar de Pinochet (1973-1990), en que Pisagua se transforma en un emblema de las violaciones a los derechos humanos, ocurridas en este periodo, debido a los asesinados y detenidos desparecidos que estaban confinados en ese territorio
Bomberos de Pisagua
Bomberos de Pisagua
Edwin López, Pozo Almonte
Las primeras informaciones referidas a esta noble institución de la histórica Pisagua, se encuentran al hojear diarios antiguos. Datos que eran tomados de los periódicos que llegaban en el tren a la editorial de prestigiosos matutinos iquiqueños. Dando a conocer así, el diario vivir del pampino de esta vasta pampa tarapaqueña.
Por nombrar algunos de ellos, cito: “La Verdad”, “La Alianza”, “El Luchador”, “El Pueblo” y “”El Comercio” todos del vecino puerto de Pisagua y los periódicos semanales de Negreiros: “La Voz”, “La Industria”, y “La Prensa”, desde la localidad de Huara “El Imparcial” y “La Defensa”.
La historia bomberil en Pisagua comienza en la era del oro blanco, donde esa mágica palabra salitre encendió llamaradas de progreso en la árida pampa y levantó por doquier oficinas salitreras, vías férreas e improvisados pueblos.
Nos remontaremos al tiempo, en que el aire se teñía de hollín del humo, que vomitaban los veleros cosmopolitas, un 30 de Octubre de 1888 se forma el Cuerpo General de Bomberos de Pisagua. El constante ir y venir de enganchados por estas zonas, hizo cambiar constantemente el legado bomberil y hasta la fecha no se han encontrado registros de quienes participaron en esta organización.
Dos años más tarde el 21 de enero de 1890, se crea la Compañía de Bomberos “Pisagua”, naciendo sucesivamente la Segunda Compañía “Salvadora” y la Tercera Compañía “Chacabuco”, luego de seguir el procedimiento de ingreso, se inscribieron con letras de oro en el año 1893 la Cuarta Compañía “Internacional de Hachas, Ganchos y Escaleras” de Negreiros y en 1899 se constituye la Quinta Compañía de “Dolores”.
El primer voluntario que dijo adiós, fue el Corneta de la Primera, Carlos Alberto Puga, quién falleció a causa del accidente ocurrido en el incendio del 18 de abril de 1899, cuando fue atropellado por el gallo que conducía a la intersección de calle Chipana con Junín. Un quiebre institucional al finalizar el siglo XIX, culmina por disolver todas las compañías de bomberos existentes en Pisagua y excluyendo las pampinas. En eso interviene la Gobernación y se forman dos nuevas instituciones: Las Compañías N°1 “Unión” y N° 2 “Tarapacá”.
En agosto de 1901 se establecen las bases y se forma la Compañía N° 3 llamada “Bomba Chile”, que logró subsistir por cerca de dos años, que luego de su disolución otro esforzado grupo de pescadores crean la Nueva Tercera bautizada como "Vicente Prieto".
Otros quiebres se producirán a mitad de 1905 y a finales de 1907, siendo este último año en donde se formalizan nuevamente las tres primeras compañías existentes en 1890, entregando servicio voluntario a la comunidad hasta cuando se alejaron paulatinamente los barcos ingleses, holandeses y noruegos que llenaron sus grises velas, con aquel mismo aire que nunca más las hizo volver y que apagó las chimeneas de las industria salitrera.
En pleno siglo XXI, se reunieron 14 activos participantes, de los cuales 6 eran adultos y los demás entusiastas niños que al igual que antaño, imitaron sin darse cuenta a los pequeños que integraron las filas del Batallón Infantil de la Compañía N° 2 “Tarapacá” en 1900.
Fue así como el 14 de septiembre del 2003 se enciende el espíritu bomberil de estos hombres y chicos buenos, de dar su situal donde se merece a las antiguas compañías que los antecede.
El Director de la Brigada Bomberil de Pisagua, Luis Aravena Sanhueza, relata que a pesar de la distancia no se ha desmoronado la idea de abnegación y sacrificio que juraron sus antepasados en los tiempos de apogeo, en donde Pisagua era emporio de actividad y ensenada abierta a la industria salitrera.
17 de Abril de 1905 se desata un incendio que destruye gran parte de la opulenta ciudad puerto
Bomba "Pisagua"
Bomba"Chacabuco"
Cuerpo de Bomberos de Pisagua 1918 - 1922
Directorio del Cuerpo de Bomberos de Pisagua
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