Bomberos de Antofagasta y el carro telescópico Pirchs ´51
Fuiste bautizado un día 5 de Diciembre, casi como anunciando el caluroso Verano del 52' donde con tu llegada, soplaste los refrescantes vientos de la modernidad y el progreso a los bomberos de la Segunda y a la ciudad. P
Escrito por Ricardo Rabanal Bustos
Te acuerdas viejo amigo cuando te conduje al incendio que rodeó la conocida tienda "El Gato Negro" de nuestra ciudad, tienda que demostró tener tantas vidas como un mínimo de verdad al salvarse de tan dantescas llamas.
Tu motor ya estaba cansado y lanzaba sus últimos chispazos de vida, pero igual cumpliste, como el viejo bombero, que pese a la incomprensión y desaliento siempre llega al incendio, aunque su corazón haga más apresurado su correr.
Esa noche chispeante de carboncillos incandescentes, sacaste fuerza de tus gastados fierros y levantaste al cielo oscuro teñido de rojo tu mágica escala plateada, que parecía brillar aún más con el reflejo de tantas luces de colores venidas de carros bombas lejanos. En ese incendio te luciste, mientras algunos bomberos subíamos por tu escala con fuerza arrolladora de nuestra propia juventud.
O esa vez que en las diestras manos del Atilio Santoro, llegaste esquivando bomberos, mangueras, grifos y trifulcas al incendio de la Liga Protectora de Estudiantes para sorprender a ese ingenuo trifulgero que asustado, al ver tamaño radiador azul de brillantes cromadas, con ese inmenso número dos de bronce bruñido y viejo que brillaba sobre sus hombros, solo atinó a agachar la cabeza, para luego echar agua en su casco y colocárselo lentamente a modo de refresco y calma para después volver a concentrarse en su trabajo.
Hoy al recordar ese radiador que delante de tu corazón de hierro refrescaba la energía bramante de tus caballos cansados de tanto incendio, que levantaban tu telescópica escala para alcanzar el fuego más alto y oculto que siempre se niega a morir, es talvez el recuerdo más vívido que quedó estampado en la retina de este viejo bombero.
Tu figura de Hidalgo Caballero de elegante estampa que fuiste bautizado un día 05 de Diciembre, casi como anunciando el caluroso Verano del 52' donde con tu llegada, soplaste los refrescantes vientos de la modernidad y el progreso no solo a los bomberos de la Segunda, si no que a una ciudad entera que en una tarde de Diciembre, vio flamear a 55 pies, 18 metros de altura nuestra querida bandera nacional.
Te paseaste por los años cincuenta, con la juventud del campeón joven que llega a la ciudad. Los años sesenta y setenta solo acrecentaron tu fama de servicial, diestro y veloz compañero de los "Paladines del Deber", Pronto llegaron los ochenta, te requerían cada vez más, hacía más salidas, descansabas menos, apagabas incendio, limpiabas chimeneas, izabas banderas. El mantenimiento era escaso y los ciudadanos insuficientes para tu avanzada edad.
Fue por eso, Viejo Amigo, que un día llegaste al cuartel y te dormiste largos veinte años en que solo te mirábamos descansar. Muchos de nosotros pasamos la última lista sin volverte a escuchar rugir en un incendio. A cuantos de nuestros viejos tercios les quedaste debiendo el último camino a su descanso eterno. Pero casi no importó, por que sus corazones anidaron en tus azules fierros y sus almas de jóvenes bomberos subieron tu luminosa escala para quedarse arriba en lo más alto…………. cerca de Dios.
Una tarde, por vez primera, después de tanto tiempo, te escuché hablar, unos jóvenes voluntarios ingenieros mecánicos, en sus horas libres te revivieron, ellos solo conocieron tus aventuras por nuestros relatos legendarios y fotografías. Además de un detallado titular del diario El Mercurio de Antofagasta del 6 de Diciembre de 1951 que da cuenta de tu bautizo y puesta en servicio.
Titular donado a la 2° Compañía por el destacado Bombero y ex Superintendente Don Pedro González de la Vega quien para esa fecha era un joven ayudante general del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta. Esta página histórica hoy se encuentra enmarcada en nuestros salones y es uno de los recuerdos de la compañía más apreciados por todos los voluntarios de la Segunda.
Esa tarde, con tu primera comprensión, nos reconociste a todos querido Pirchs' 51, preguntaste y recordaste a los que ya no estaban con nosotros, nos encontraste más viejos a los que te conocimos y preguntaste el nombre de los nuevos. Charlamos solo algunos minutos, pero todos juntos dijimos…….. "Carro Telescópico Pirchs '51" !Firme!......... y Bienvenido.
• (Paladines del deber" es parte del Himno de la 2a Cía. de Bomberos)
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Antofagasta 5 de Abril de 2009
El nortero.cl
Fuiste bautizado un día 5 de Diciembre, casi como anunciando el caluroso Verano del 52' donde con tu llegada, soplaste los refrescantes vientos de la modernidad y el progreso a los bomberos de la Segunda y a la ciudad. P
Te acuerdas viejo amigo cuando te conduje al incendio que rodeó la conocida tienda "El Gato Negro" de nuestra ciudad, tienda que demostró tener tantas vidas como un mínimo de verdad al salvarse de tan dantescas llamas.
Tu motor ya estaba cansado y lanzaba sus últimos chispazos de vida, pero igual cumpliste, como el viejo bombero, que pese a la incomprensión y desaliento siempre llega al incendio, aunque su corazón haga más apresurado su correr.
Esa noche chispeante de carboncillos incandescentes, sacaste fuerza de tus gastados fierros y levantaste al cielo oscuro teñido de rojo tu mágica escala plateada, que parecía brillar aún más con el reflejo de tantas luces de colores venidas de carros bombas lejanos. En ese incendio te luciste, mientras algunos bomberos subíamos por tu escala con fuerza arrolladora de nuestra propia juventud.
O esa vez que en las diestras manos del Atilio Santoro, llegaste esquivando bomberos, mangueras, grifos y trifulcas al incendio de la Liga Protectora de Estudiantes para sorprender a ese ingenuo trifulgero que asustado, al ver tamaño radiador azul de brillantes cromadas, con ese inmenso número dos de bronce bruñido y viejo que brillaba sobre sus hombros, solo atinó a agachar la cabeza, para luego echar agua en su casco y colocárselo lentamente a modo de refresco y calma para después volver a concentrarse en su trabajo.
Hoy al recordar ese radiador que delante de tu corazón de hierro refrescaba la energía bramante de tus caballos cansados de tanto incendio, que levantaban tu telescópica escala para alcanzar el fuego más alto y oculto que siempre se niega a morir, es talvez el recuerdo más vívido que quedó estampado en la retina de este viejo bombero.
Tu figura de Hidalgo Caballero de elegante estampa que fuiste bautizado un día 05 de Diciembre, casi como anunciando el caluroso Verano del 52' donde con tu llegada, soplaste los refrescantes vientos de la modernidad y el progreso no solo a los bomberos de la Segunda, si no que a una ciudad entera que en una tarde de Diciembre, vio flamear a 55 pies, 18 metros de altura nuestra querida bandera nacional.
Te paseaste por los años cincuenta, con la juventud del campeón joven que llega a la ciudad. Los años sesenta y setenta solo acrecentaron tu fama de servicial, diestro y veloz compañero de los "Paladines del Deber", Pronto llegaron los ochenta, te requerían cada vez más, hacía más salidas, descansabas menos, apagabas incendio, limpiabas chimeneas, izabas banderas. El mantenimiento era escaso y los ciudadanos insuficientes para tu avanzada edad.
Fue por eso, Viejo Amigo, que un día llegaste al cuartel y te dormiste largos veinte años en que solo te mirábamos descansar. Muchos de nosotros pasamos la última lista sin volverte a escuchar rugir en un incendio. A cuantos de nuestros viejos tercios les quedaste debiendo el último camino a su descanso eterno. Pero casi no importó, por que sus corazones anidaron en tus azules fierros y sus almas de jóvenes bomberos subieron tu luminosa escala para quedarse arriba en lo más alto…………. cerca de Dios.
Una tarde, por vez primera, después de tanto tiempo, te escuché hablar, unos jóvenes voluntarios ingenieros mecánicos, en sus horas libres te revivieron, ellos solo conocieron tus aventuras por nuestros relatos legendarios y fotografías. Además de un detallado titular del diario El Mercurio de Antofagasta del 6 de Diciembre de 1951 que da cuenta de tu bautizo y puesta en servicio.
Titular donado a la 2° Compañía por el destacado Bombero y ex Superintendente Don Pedro González de la Vega quien para esa fecha era un joven ayudante general del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta. Esta página histórica hoy se encuentra enmarcada en nuestros salones y es uno de los recuerdos de la compañía más apreciados por todos los voluntarios de la Segunda.
Esa tarde, con tu primera comprensión, nos reconociste a todos querido Pirchs' 51, preguntaste y recordaste a los que ya no estaban con nosotros, nos encontraste más viejos a los que te conocimos y preguntaste el nombre de los nuevos. Charlamos solo algunos minutos, pero todos juntos dijimos…….. "Carro Telescópico Pirchs '51" !Firme!......... y Bienvenido.
• (Paladines del deber" es parte del Himno de la 2a Cía. de Bomberos)
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Antofagasta 5 de Abril de 2009
El nortero.cl