Ah...se me cortó la idea.
Aunque muchos recalquen nuestra distancia con la política, en los términos en que es percibida actualmente, los bomberos fuimos, somos y seremos seres políticos.
El hecho de que nuestras desiciones como compañías pasen por el escrutinio de una sala que aprueba o rechaza lo propuesto, con argumentos en uno u otro sentido y haciendo uso de facultades democráticas insertas en los respectivos reglamentos, eso es hacer política.
Las negociaciones para la sucesión de cargos, a nivel de comandancia, superintendencia y en las cúpulas de las compañías, son netamente políticas. En ellas se transa, educadamente o no, el futuro de los cuerpos, los proyectos a realizar, como tb la salida del cargo, de la manera mas honrosa posible, de determinados personajes, cuya imágen es de vital importancia, ya sea para un CB o una compañía.
Y cuando se solicitan aportes municipales, de juntas de vecinos o de gobiernos regionales, estamos participando en política. Quizá no de la política álgida ni confrontacional que caracteriza a los partidos políticos y a sus personajes mas connotados, pero si en aquella política menor o de bajo perfil, tendiente a obtener beneficios de alguna forma.