Pedro Elías Juárez, un bombero de Ecatepec que fue despedido hace año y medio, vivió su propio calvario.
Vestido como si fuera a sofocar algún incendio, con botas y casco, cargó una cruz de más de 130 kilos y de cuatro metros de altura a lo largo de medio kilómetro en el centro del municipio más poblado del país.
Al igual que a Jesús a Pedro Elías lo acusaron del ser el nuevo mesías en la corporación. Quiso formar un sindicato y lo despidieron las autoridades municipales, fue su lamento en el recorrido.
Rodeado de sus "apóstoles", otros bomberos de Ecatepec, Chalco, Tlalnepantla, Coacalco y del Distrito Federal, el "Jesucristo de San Cristóbal", llegó cansado y acalorado a la explanada del palacio municipal a escribir su historia.
A unos metros de la "La Trilogía" el monumento erigido a los insurgentes Mariano Matamoros, José María Morelos y Pavón y Hermenegildo Galeana, Pedro Elías alzó los brazos y miró al cielo en busca de ayuda celestial.
Sin Dimas y Gestas a su lado, el bombero fue subido a la cruz que antes cargó. Su crucifixión fue al filo de las 13:35 horas.
Su "muerte" tardó en llegar tres horas. Resucitará tres días después para continuar con su lucha.
"Me despidieron injustificadamente, las autoridades sólo me dieron de baja y ni algún documento de explicación. Yo estaba apoyando la creación de un sindicato para que los bomberos estuviéramos protegidos y buscáramos una mejora en cuanto a equipo, horarios, sueldo, pero a las autoridades eso no les pareció", denunció el mesías de los tragafuego.
Pedro Elías Juárez fue dado de baja por incurrir en desacato al llevarse sin permiso de sus superiores una unidad y dejar abandona a una decena de sus compañeros de trabajo, informó el ayuntamiento de Ecatepec.
El Universal-México/Agencias