DEJO A SU JEFE ÑATO Y AUN SIGUE TRABAJANDO.
GRANADA (La Opinión de Granada).- El Ayuntamiento de Granada busca
una tarea que permita al sargento condenado por agredir a un superior
cumplir la sentencia trabajando en beneficio de la comunidad, a pesar
de que el juez de lo Penal advirtió que debía ingresar en prisión.
La Audiencia Provincial ha ratificado íntegramente la sentencia que
condena al sargento de bomberos E.G.S. a 15 meses de prisión por
agredir a un superior de un puñetazo. Pese a que se trata de la
segunda sentencia condenatoria, el área de Personal del Ayuntamiento
de Granada no ha resuelto el expediente disciplinario ni suspendido
de sus funciones al sargento, medidas que están contempladas en el
reglamento interno del Cuerpo. En la actualidad, el sargento comparte
trabajo y edificio con el mando –y superior en el escalafón– al que
golpeó en la nariz causándole una fractura de la que tuvo que ser
intervenido de urgencia.
En el ámbito penal, tampoco se ha ejecutado la sentencia del juzgado.
Según han confirmado distintas fuentes, el Ayuntamiento y el propio
condenado están intentando buscar un puesto en el que el sargento
pueda cumplir su condena trabajando para la comunidad. El titular del
juzgado advertía en su fallo que "ni va a suspender ni sustituir" la
condena a 15 meses de prisión, lo que se traduce en un ingreso
obligatorio en la cárcel de Albolote. Fuentes municipales consultadas
ayer descartaban el ingreso en la cárcel del sargento y daban por
seguro que el funcionario acabará cumpliendo la sentencia en tareas
de servicios sociales. El Ayuntamiento de Granada decidió el pasado
mes de abril, cuando se conoció la sentencia del Juzgado de lo Penal
1, "esperar a que haya una condena firme para resolver el proceso
disciplinario" . Así lo afirmó el concejal de Personal, Juan Antonio
Fuentes, dispuesto a esperar una resolución firme sobre E.G.S. La
Audiencia Provincial ha ratificado ya la sentencia del juzgado de lo
Penal. Según ha confirmado este periódico a través de fuentes del
Cuerpo de Bomberos, el sargento condenado sigue trabajando en el
Parque Norte y su expediente sigue sin resolverse.
Gravedad de los hechos. E.G.R. fue condenado a 15 meses de prisión
por un delito de lesiones y al pago de una indemnización de 4.120
euros por las heridas causadas a su superior. Su defensa recurrió la
sentencia alegando que se había producido un error en la valoración
de la prueba y por la "menor gravedad" de la agresión. La primera
cuestión la descarta la Sección Primera al entender que es el juez de
lo penal quien debe otorgar o no credibilidad a los testimonios
aportados en el juicio.
Sobre la segunda, los magistrados explican que "el resultado de la
agresión no puede calificarse de menos grave" y recuerdan que el
mando de los Bomberos precisó de cirugía con anestesia general y
varios días de hospitalizació n, además de quedarle secuelas. La
Sección Primera recalca que no puede pasar inadvertida "la gravedad
que implica la agresión de un funcionario público a su jefe
inmediato, en las mismas dependencias del servicio público y en horas
de trabajo" y que tampoco se pueden dejar a un lado "las lesiones
causadas". Por ello consideran que la pena impuesta "está debidamente
justificada" . Este periódico intentó ayer sin éxito conocer la
opinión del sargento condenado.
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GRANADA (La Opinión de Granada).- El Ayuntamiento de Granada busca
una tarea que permita al sargento condenado por agredir a un superior
cumplir la sentencia trabajando en beneficio de la comunidad, a pesar
de que el juez de lo Penal advirtió que debía ingresar en prisión.
La Audiencia Provincial ha ratificado íntegramente la sentencia que
condena al sargento de bomberos E.G.S. a 15 meses de prisión por
agredir a un superior de un puñetazo. Pese a que se trata de la
segunda sentencia condenatoria, el área de Personal del Ayuntamiento
de Granada no ha resuelto el expediente disciplinario ni suspendido
de sus funciones al sargento, medidas que están contempladas en el
reglamento interno del Cuerpo. En la actualidad, el sargento comparte
trabajo y edificio con el mando –y superior en el escalafón– al que
golpeó en la nariz causándole una fractura de la que tuvo que ser
intervenido de urgencia.
En el ámbito penal, tampoco se ha ejecutado la sentencia del juzgado.
Según han confirmado distintas fuentes, el Ayuntamiento y el propio
condenado están intentando buscar un puesto en el que el sargento
pueda cumplir su condena trabajando para la comunidad. El titular del
juzgado advertía en su fallo que "ni va a suspender ni sustituir" la
condena a 15 meses de prisión, lo que se traduce en un ingreso
obligatorio en la cárcel de Albolote. Fuentes municipales consultadas
ayer descartaban el ingreso en la cárcel del sargento y daban por
seguro que el funcionario acabará cumpliendo la sentencia en tareas
de servicios sociales. El Ayuntamiento de Granada decidió el pasado
mes de abril, cuando se conoció la sentencia del Juzgado de lo Penal
1, "esperar a que haya una condena firme para resolver el proceso
disciplinario" . Así lo afirmó el concejal de Personal, Juan Antonio
Fuentes, dispuesto a esperar una resolución firme sobre E.G.S. La
Audiencia Provincial ha ratificado ya la sentencia del juzgado de lo
Penal. Según ha confirmado este periódico a través de fuentes del
Cuerpo de Bomberos, el sargento condenado sigue trabajando en el
Parque Norte y su expediente sigue sin resolverse.
Gravedad de los hechos. E.G.R. fue condenado a 15 meses de prisión
por un delito de lesiones y al pago de una indemnización de 4.120
euros por las heridas causadas a su superior. Su defensa recurrió la
sentencia alegando que se había producido un error en la valoración
de la prueba y por la "menor gravedad" de la agresión. La primera
cuestión la descarta la Sección Primera al entender que es el juez de
lo penal quien debe otorgar o no credibilidad a los testimonios
aportados en el juicio.
Sobre la segunda, los magistrados explican que "el resultado de la
agresión no puede calificarse de menos grave" y recuerdan que el
mando de los Bomberos precisó de cirugía con anestesia general y
varios días de hospitalizació n, además de quedarle secuelas. La
Sección Primera recalca que no puede pasar inadvertida "la gravedad
que implica la agresión de un funcionario público a su jefe
inmediato, en las mismas dependencias del servicio público y en horas
de trabajo" y que tampoco se pueden dejar a un lado "las lesiones
causadas". Por ello consideran que la pena impuesta "está debidamente
justificada" . Este periódico intentó ayer sin éxito conocer la
opinión del sargento condenado.
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