Antonia Rebolledo: más de 15 años sirviendo anónimamente a Lebu
Esta destacada mujer lebulense siguió los pasos de su marido, quien por 20 años cumplió esa función.
LEBU.- Emocionada, pero a la vez orgullosa de la labor que por tantos años realizó, Antonia Rebolledo Garrido, cuartelera de Bomberos, dejó sus funciones después de 15 años de servicio .
En la casa ubicada en la parte posterior de la Primera Compañía de Bomberos, lugar que durante este tiempo ocupó para vivir junto a su familia, nos recibió para contarnos el momento que estaba viviendo.
En su última comunicación radial, sus pares le agradecieron todo su trabajo y con un hasta siempre cerró una parte importante de servicio.
"Pese a que soy una persona muy valiente, en esta oportunidad me emocioné por las palabras e incluso cuando salí a la calle muchas personas me entregaban su cariño", apuntó.
La cuartelera dice que nunca olvidará la experiencia que vivió. En pocas palabras fue durante 15 años los ojos y oídos de los Bomberos lebulenses y aunque nunca concurrió a una emergencia, estuvo ahí para guiar a los voluntarios y tranquilizar a aquellas familias que telefónicamente solicitaban ayuda, "me llevo un lindo recuerdo, en especial de mi segunda familia, los Bomberos, una linda alegría y satisfacción".
Antonia Rebolledo, a sus 60 años desarrolló con mucho entusiasmo y responsabilidad esta labor.
LABOR
Su llegada a esta actividad no fue casualidad ya que su esposo cumplió con este mismo rol por más de veinte años "durante ese periodo lo ayudaba, porque me gustaba el servicio que se presta. Luego él falleció y el mando de Bomberos de la comuna me encomendó la misión, la que lleve adelante durante quince años", explica.
Todo este tiempo le permitieron ir ganando experiencia en una tarea nada de fácil, especialmente en lo que respecta a los momentos más complicados cuando las personas se ponen nerviosas "ahí la situación es complicada porque al ver que su casa o la de un vecino se está quemando no se sabe qué hacer y simplemente dicen de la emergencia y cortan. Cuando eso ocurre se trata de calmar, preguntar la ubicación y de inmediato se activan las alarmas, se da las direcciones y los voluntarios salen. Incluso muchas veces pasó que yo seguía con la persona en el teléfono y los voluntarios ya están en el lugar, como una forma de dar tranquilidad a quien estaba viviendo un momento complicado", recuerda.
Fuente: Diario Renacer de Arauco
Esta destacada mujer lebulense siguió los pasos de su marido, quien por 20 años cumplió esa función.
LEBU.- Emocionada, pero a la vez orgullosa de la labor que por tantos años realizó, Antonia Rebolledo Garrido, cuartelera de Bomberos, dejó sus funciones después de 15 años de servicio .
En la casa ubicada en la parte posterior de la Primera Compañía de Bomberos, lugar que durante este tiempo ocupó para vivir junto a su familia, nos recibió para contarnos el momento que estaba viviendo.
En su última comunicación radial, sus pares le agradecieron todo su trabajo y con un hasta siempre cerró una parte importante de servicio.
"Pese a que soy una persona muy valiente, en esta oportunidad me emocioné por las palabras e incluso cuando salí a la calle muchas personas me entregaban su cariño", apuntó.
La cuartelera dice que nunca olvidará la experiencia que vivió. En pocas palabras fue durante 15 años los ojos y oídos de los Bomberos lebulenses y aunque nunca concurrió a una emergencia, estuvo ahí para guiar a los voluntarios y tranquilizar a aquellas familias que telefónicamente solicitaban ayuda, "me llevo un lindo recuerdo, en especial de mi segunda familia, los Bomberos, una linda alegría y satisfacción".
Antonia Rebolledo, a sus 60 años desarrolló con mucho entusiasmo y responsabilidad esta labor.
LABOR
Su llegada a esta actividad no fue casualidad ya que su esposo cumplió con este mismo rol por más de veinte años "durante ese periodo lo ayudaba, porque me gustaba el servicio que se presta. Luego él falleció y el mando de Bomberos de la comuna me encomendó la misión, la que lleve adelante durante quince años", explica.
Todo este tiempo le permitieron ir ganando experiencia en una tarea nada de fácil, especialmente en lo que respecta a los momentos más complicados cuando las personas se ponen nerviosas "ahí la situación es complicada porque al ver que su casa o la de un vecino se está quemando no se sabe qué hacer y simplemente dicen de la emergencia y cortan. Cuando eso ocurre se trata de calmar, preguntar la ubicación y de inmediato se activan las alarmas, se da las direcciones y los voluntarios salen. Incluso muchas veces pasó que yo seguía con la persona en el teléfono y los voluntarios ya están en el lugar, como una forma de dar tranquilidad a quien estaba viviendo un momento complicado", recuerda.
Fuente: Diario Renacer de Arauco