Aclaran presunto atentado a cuartel
Un cadete de la propia unidad bomberil habría provocado el incendio al manipular un antiguo encendedor.
Virtualmente aclarado se encontraría el supuesto atentado incendiario en contra de la Sexta Compañía de Bomberos de Castro, ocurrido la noche del domingo, luego que las primeras diligencias realizadas por la Sección de Investigaciones Policiales, SIP, de Carabineros lograran determinar a los responsables.
Al parecer se trataría de un hecho fortuito, ya que según lo explicado por la fiscal que sustancia el caso, Cristina Cárcamo, dos menores de edad, de 15 y 16 años, se habrían encontrado manipulando en el exterior del cuartel un encendedor, cuyo manejo se escapó de las manos.
De acuerdo a los antecedentes entregados por la representante del persecutor, uno de los jóvenes tenía libre acceso a la unidad, ya que forma parte de los cadetes de la institución. Es así como ingresó a las dependencias para extraer un bidón en el que se almacenaba gasolina, con el fin de rellenar un antiguo encendedor.
INTENCIONALIDAD
"Esta maniobra habría desatado el siniestro, el que asustó a los jóvenes por lo que salieron corriendo del lugar", afirmó la abogada, agregando que "con estos antecedentes podríamos decir que se descarta la intencionalidad en este caso, ya que los involucrados no habrían incurrido en dolo".
A juicio de la jurista, la suma de antecedentes recopilados en este caso lograría a priori entregar una respuesta satisfactoria a los hechos ocurridos en la intersección de las calles Galvarino Riveros e Intendente García, en el sector alto de la ciudad.
Eso sí, añadió la funcionaria del Ministerio Público castreño, los menores deberán prestar su declaración ante la fiscalía, con la presencia de un abogado defensor para establecer si las versiones concuerdan. Según Cárcamo, este trámite se realizará la tarde de mañana.
De esta forma se descartaría la tesis de un posible atentado a los Bomberos de Castro, que terminó con daños en una habitación de la unidad, así como en el entretecho y en los cables telefónicos, todos por un monto que preliminarmente ascendería a un millón de pesos.
Fuente: la Estrella de Chiloé
Un cadete de la propia unidad bomberil habría provocado el incendio al manipular un antiguo encendedor.
Virtualmente aclarado se encontraría el supuesto atentado incendiario en contra de la Sexta Compañía de Bomberos de Castro, ocurrido la noche del domingo, luego que las primeras diligencias realizadas por la Sección de Investigaciones Policiales, SIP, de Carabineros lograran determinar a los responsables.
Al parecer se trataría de un hecho fortuito, ya que según lo explicado por la fiscal que sustancia el caso, Cristina Cárcamo, dos menores de edad, de 15 y 16 años, se habrían encontrado manipulando en el exterior del cuartel un encendedor, cuyo manejo se escapó de las manos.
De acuerdo a los antecedentes entregados por la representante del persecutor, uno de los jóvenes tenía libre acceso a la unidad, ya que forma parte de los cadetes de la institución. Es así como ingresó a las dependencias para extraer un bidón en el que se almacenaba gasolina, con el fin de rellenar un antiguo encendedor.
INTENCIONALIDAD
"Esta maniobra habría desatado el siniestro, el que asustó a los jóvenes por lo que salieron corriendo del lugar", afirmó la abogada, agregando que "con estos antecedentes podríamos decir que se descarta la intencionalidad en este caso, ya que los involucrados no habrían incurrido en dolo".
A juicio de la jurista, la suma de antecedentes recopilados en este caso lograría a priori entregar una respuesta satisfactoria a los hechos ocurridos en la intersección de las calles Galvarino Riveros e Intendente García, en el sector alto de la ciudad.
Eso sí, añadió la funcionaria del Ministerio Público castreño, los menores deberán prestar su declaración ante la fiscalía, con la presencia de un abogado defensor para establecer si las versiones concuerdan. Según Cárcamo, este trámite se realizará la tarde de mañana.
De esta forma se descartaría la tesis de un posible atentado a los Bomberos de Castro, que terminó con daños en una habitación de la unidad, así como en el entretecho y en los cables telefónicos, todos por un monto que preliminarmente ascendería a un millón de pesos.
Fuente: la Estrella de Chiloé
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