Una mala maniobra de adelantamiento, más allá del límite permitido en carretera urbana, desató una trage*dia de proporciones en Los Vilos
Armando Tapia
Los Vilos
Boris Ayala Tapia (25) no pensaba en salir de su casa el jueves por la noche. De hecho, ya estaba acostado. Pero sus dos grandes amigos, John Rivera Cárdenas (19) y Jordan Orrego Vargas (21), este último al volante de su vehículo tuneado, llegaron de improviso a buscarlo y lo convencieron de salir con ellos a “carretear”.
Nunca imaginaron que lo hicieron partícipe de la última celebración de sus vidas, que ayer por la madrugada terminó de la peor manera en el balneario de Los Vilos.
A eso de la medianoche, los jóvenes pasaron a una botillería a comprar algo de alcohol.
“Se llevaron una promoción de ron con Coca Cola, que vale $6000”, recordó la persona que los atendió.
La misma que sólo unas horas más tarde sería testigo de cómo el vehículo en que se trasladaban ardía en llamas, sin poder hacer nada por estos muchachos que estaban marcados por el destino.
Porque el accidente que protagonizaron fue sólo a escasos metros del mismo local donde hicieron su última compra.
A las 02:30 horas, en Avenida Caupolicán una familia vivía su propio drama, ya que estaban en un velorio. Es por eso que frente a ese domicilio, ubicado entre la Avenida Los Vilos y calle Tegualda, permanecían estacionados más vehículos de lo habitual al costado derecho de la calle. Fue en ese contexto que apareció, según testigos a alta velocidad, el automóvil que llevaba a Jordan, Boris y John. Iban raudamente en dirección al poniente, cuando de pronto intentan adelantar a un furgón.
“Lo hicieron por el costado derecho”, contó Luciano Céspedes, que se encontraba justo en la esquina donde se originó la mala maniobra.
A raíz de ello, de acuerdo a lo relatado por el capitán de Carabineros Marcelo Sandoval, “el conductor perdió el control, estrellándose contra la parte posterior de un camión que estaba estacionado”.
Este móvil de carga era de propiedad del hijo del hombre que estaban velando en el domicilio del frente.
Fue tal el impacto, que la camioneta fue arrastrada 20 metros, colisionando contra una camioneta y ésta a un colectivo. Acto seguido, el vehículo en que iban los tres amigos estalló en llamas, muriendo todos ellos calcinados. “Sentimos la explosión. Yo y otras personas salimos de nuestras casas. Pero ya no había nada que hacer. Fue todo muy rápido”, contó un vecino.
Un equipo de diario El Día llegó posteriormente al lugar y fue testigo del impacto que provocó este accidente entre los vileños. De hecho, cientos de ellos estuvieron en el sitio del suceso hasta que levantaron los cuerpos, cerca del mediodía.
“Al Jordan le regalaron ese auto para Navidad. Siempre se le veía manejarlo a alta velocidad”, relató un testigo, que aseguró que estos jóvenes participaban en carreras clandestinas. Fue esta adrenalina la que ahora atentó contra ellos.
CARRERAS. Aunque las víctimas no venían compitiendo con ningún vehículo en la principal avenida de Los Vilos, trascendió que ellos participaban en carreras clandestinas. Especialmente Jordan, según indicaron varias personas.
“Este es un problema que tenemos acá hace tiempo. De hecho, a mí una vez uno de estos autos que hacen competencias me destrozó el portón de la casa. Fue un joven de 18 años que andaba ebrio. Me costó $500.000 arreglar eso y él nunca me pidió disculpas”, acusó Patricio Contreras, que vive a escasos metros del fatal accidente.
El alcalde Juan Jorquera dijo que se adoptarán medidas respecto a estas actividades y llamó a los jóvenes a que tomen conciencia “y se quieran más”.
