¡¡¡ALARMA GENERAL!!!

Cristian10CBS

Chupe
Miembro
Miembro Regular
29 Mar 2010
333
0
3
38
Santiago
Espectacular, debe haber sido buenos tiempo para esos viejos camaradas....aunque tengo entendido que antes los bomberos era pura gente de la alta sociedad como se puede obsedrvar por la vestimenta
 
F

Firebird777

Visitante




 
Última edición por un moderador:
F

Firebird777

Visitante
Ahora de EE.UU.:










Este es mi carro americano favorito actual, el Strong Arm (Brazo Fuerte), a esta bestia no hay nada que lo detenga:

 
Última edición por un moderador:
F

Firebird777

Visitante
COMO TRABAJABAN LAS COMPAÑIAS DE AGUA DE SANTIAGO A PRINCIPIOS DE SIGLO.

De Don Gaspar Toro Barros, Voluntario de la 5ª Compañía y Director Honorario del Cuerpo de Bomberos de Santiago 1953.

AGUA DE QUE SE DISPONIA.- Salvo en contadas manzanas del centro de la ciudad, en el resto no existía prácticamente el sistema de grifos. Las bombas se abastecían exclusivamente del agua de acequias que corrían en la mitad de cada manzana. Era agua sucia, servida por la ciudad, que no tenía alcantarillado, y que arrastraba los desperdicios de todo orden de una población de más de 300.000 habitantes. Todo lo que hoy recoge diariamente la policía de Aseo, más lo que recibe el alcantarillado, flotaba o hacía taco en las acequias. Era tal la inmundicia de esas aguas, que constantemente había que sacar de ellas los chorizos para limpiarlos a fin de que las bombas pudieran seguir aspirando. Especialmente en los barrios bajos, vecinos a la Estación Alameda o al Matadero, la fetidez de las acequias era irrespirable.

Por otra parte, era costumbre necesaria colocar un trozo de cuero inmediatamente detrás del chorizo, destinado a hacer subir el nivel del agua a fin de que quedara totalmente sumergido. Y la manera de mantener ese cuero en debida posición la conseguía un voluntario que lo sujetaba con sus piernas, metido dentro de la acequia y con el agua hasta las rodillas. Esta tarea, en frías noches de invierno y en medio de un hedor insoportable, era algo horrorosa.
Y aquí cabe una observación que siempre nos hacíamos en aquellos benditos tiempos. Nunca supe, por lo menos en mi Compañía, la 5ª, que ninguno de sus voluntarios atrapara una pulmonía, una infección o un tifus. La verdad era que ni el frío, ni las pequeñas heridas, ni el agua pútrida que tragábamos por millones de moléculas en un incendio nos enfermaron.

MATERIAL MENOR.- Las mangueras de que disponíamos eran todas de 70 milímetros, con uniones de tornillo, lo que requería el uso de la llave que colgaba de nuestros cinturones para accionarlas. Aquellas eran de goma y tela, pero aún quedaban en uso bastantes de cuero engrasado. Estas últimas, una vez mojadas, eran de una rigidez increíble, que hacía poco menos que imposible colocarlas en el tambor y absolutamente imposible hacerlas rollo. En cuanto a los pitones, ninguno de ellos tenía llave. Las tiras eran llevadas por piezas de material llamadas Gallos, totalmente independientes de las bombas y tenían un solo tambor fijo, colocado muy en alto. Estos carros eran, como las bombas, arrastrados por caballos.

Durante muchos años, las mangueras del gallo se enrollaban de manera que la unión de más afuera o exterior, fuera unión hembra y era la que debía armarse en la bomba. De esta suerte, la armada en un incendio se hacía en esta forma: el personal calculaba, a ojo, cuántas tiras necesitaría para llegar al sitio en que iba a trabajar y entonces se empezaba a desenrollar material al pie del gallo, formándose un hacinamiento de mangueras que a veces pasaba de quince tiras. Cuando se estimaba que ya había en el suelo material suficiente, se cortaba la unión y en ella se armaba el pitón y se iniciaba el arranque hacia el incendio. Como entonces no existía el servicio de guardia nocturna y el material llegaba únicamente con el cuartelero en la bomba y el ayudante del mismo en el gallo, era normal que el escaso personal que acudía en los primeros momentos no fuera capaz de estirar todo el pesado material de mangueras. Pero no era este el solo inconveniente: como es lógico, resultaba que constantemente que el cálculo de distancia fallara y si sobraban tiras había que cortarlas, y si faltaban, lo que era más grave, debía correrse hasta el gallo para traer más mangueras. Una vez deshecho el montón formado al pie del gallo, se armaba la última unión hembra en la bomba, unión que, como lo dije, era la que estaba al final, o sea, debajo de todas las tiras.

Años después resolvió la Comandancia, con toda razón, que el material se enrollara en sentido contrario, esto es, con unión macho al principio, en la cual ya iba colocado el pitón. Así se evitaba el enredo de mangueras, puesto que el pitón armado se levaba inmediatamente al lugar en que se iba a trabajar y se obviaban las dificultades producidas por las tiras, y el mal cálculo de distancia. De esta manera, cuando el voluntario que estaba al pie del gallo veía que ya no se sacaba más material, cortaba y unía a la bomba. Esta innovación tan fundada, trajo como toda innovación, tan duras criticas contra el Comandante, que estuvo a punto de renunciar.

UNIFORME DE TRABAJO.- No existía. Todos asistían con inmundas cotonas de paño, del color que correspondía a cada Compañía. Durante muchísimos años no se vio una sola cotona de cuero. Se comprenderá así las tremendas mojadas en cada incendio y el olor nauseabundo de que estaban impregnadas las cotonas. Como en esa época los incendios eran más grandes que los actuales, debido a las pésimas construcciones de material ligero, a la demora en darse la alarma, dado el número inapreciable de teléfonos y a lo que tardaban las bombas a caballo en llegar, lo que sufría el personal en el invierno, empapado horas y horas, era imponderable.

LABOR DE LOS AYUDANTES.- Durante los incendios el Ayudante era en cada Compañía el más aporreado de los voluntarios. Tenía por obligación seguir al Capitán para recibir sus órdenes. Premunido de un farol de construcción rudimentaria, alumbrado con un cabo de vela que constantemente se apagaba con los pitonazos, tenía que comunicar las instrucciones a los Tenientes y, lo que era peor, debía correr a la bomba cada vez que se disponía cortar el agua (recuérdese que los pitones no usaban llave). Corrientemente resultaba que el Ayudante, junto con regresar jadeante al lado del Capitán después de haber trotado desde los altos de un techo de segundo piso en el interior de la manzana hasta la bomba, distante a veces a más de una cuadra, recibía nueva orden de ir a la bomba a pedir agua. Y estas carreras del incendio a la bomba y viceversa se repetían decenas de veces, especialmente en incendios grandes, en los que se trabajaba con tres o cuatro pitones. Era algo abrumador. ¡Y ni siquiera los pobres tenían la compensación de pitonear!.

REGRESO A LOS CUARTELES.- Cuando las Compañías recibían orden de desarmar y retirarse, era costumbre, siempre cumplida que regresaran a sus respectivos cuarteles formados a pasar lista. Claro está que las distancias, sobretodo en el barrio alto, no eran tan grandes como ahora. Sin embargo, volvíamos a pie en correcta formación, desde más al sur del Matadero, y desde las vecindades de los Cementerios General y Católico. No era poco andar, a raíz de una trasnochada bien trabajada y agotadora.

TRABAJO ACTUAL.- Hoy se usa material de 70 y 50 milímetros, con uniones automáticas, transportado en las bombas y estirado por medio de pollos livianos y con llantas de goma, con los cuales se llega sin esfuerzo mayor hasta el frente del incendio. Se emplea agua potable de grifos, pitones con llave, cotonas de cuero y, concluido el incendio, el personal es dispersado allí mismo.

Como se ve, no hay comparación alguna entre los sacrificios, verdaderamente heroicos, que soportaba el personal a principios de siglo y las simples molestias que sufren actualmente los activos. Agregase a todo esto que hoy los voluntarios, en un fuerte porcentaje aprovechan los carros del cuerpo para trasladarse a los incendios; antes cada cual tenía que movilizarse por sus propios medios, lo que resultaba una dificultad enorme atendido el escaso número de coches de posta que había en Santiago, especialmente de noche. Las uniones de tornillo eran, por otra parte, una desgracia: al golpearse contra los adoquines se abollaban sus tetones y era entonces inútil forcejear con las llaves para desunirlas. Finalmente, las armadas eran muy penosas como consecuencia del poquísimo personal que llegaba más o menos al mismo tiempo que las bombas.



El Director Gaspar Toro B. la primera vez que se corrió el Premio Matte en 1945.


Fuente: http://www.firmelaquinta.cl/historia/ilustrado/Quintino_n8_Gaspar_toro.pdf

www.firmelaquinta.cl
 

gonzaju2

Consejero Superior
Miembro
Miembro Regular
22 Dic 2008
2.694
173
6
Santiago centro -CBS
recomiendo esta lectura:

Este aporte de firebird777 es bastante bueno;

reflejoa un momento en la historia del servicio en que solo empeze a imaginar al trabajar con las bombas de vapor hoy en dia y que es solo para algunas ceremonias.

He escuchado otras versiones de quienes sirvieron entre 1930 - 1960 que vivieron otras realidades del servicio.

destaco estas palabras del autor e invito a todos a leer el texto completo:
[FONT=&quot]UNIFORME DE TRABAJO.- No existía. Todos asistían con inmundas cotonas de paño, del color que correspondía a cada Compañía. [/FONT]
 

bluebird3

Moderador
Miembro del equipo
1 Dic 2010
32.738
1.143
8
Chile







<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<






Recopilación de algunos incendios de Pittsburgh de los años 60. No hay sonido.

 
Última edición por un moderador:

WPP

Aspirante
Miembro
Miembro Regular
23 Jul 2009
177
69
2
33
Paine-RM / Valdivia-Region de los Rios
Años después resolvió la Comandancia, con toda razón, que el material se enrollara en sentido contrario, esto es, con unión macho al principio, en la cual ya iba colocado el pitón. Así se evitaba el enredo de mangueras, puesto que el pitón armado se levaba inmediatamente al lugar en que se iba a trabajar y se obviaban las dificultades producidas por las tiras, y el mal cálculo de distancia. De esta manera, cuando el voluntario que estaba al pie del gallo veía que ya no se sacaba más material, cortaba y unía a la bomba. Esta innovación tan fundada, trajo como toda innovación, tan duras criticas contra el Comandante, que estuvo a punto de renunciar.

Y aun hay gente que no entiende que ir contra la corriente, a veces, es lo correcto. Y por esto mismo, tratan de menoscabar trabajos bien realizados.

Muy buen post. es interesante y gratificante recorrer "nuestra" historia.
 

relincho2

Bombero Activo
Miembro
Miembro Regular
29 Ene 2007
1.072
36
4
124
punto aparte que mistica wn antigua no habian super bomberos que apagaban los incendios con sus miradas o con galonaje bla bla que el unif, normado que pitonea asi bla bla se apagaba el incendio con agua y compañerismo uffff grandes esos viejos y asi algunos se rien de estos veteranos que apagaban incendio mucho antes de que algunos superbomberos nacieran saludos
 

Elkete

Comandante de Guardia
Miembro
Miembro Regular
¿Se imagina alguien el costo de tener las bombas las 24 hrs con presión de vapor?, los CCBB más chicos simplemente no podían tener bombas de carbón, seguían con las de palanca hasta que les llegaron carros bencineros.

En una ciudad del norte conversaba con un bombero con 50 años de bombero, y me contaba que hasta la década de 1940 seguían con carro que debían remolcar a pulso, ¡¡¡1940!!!, los carros con motor ya estaban llegando desde 1920 al menos.

Que irresponsabilidad de los distintos gobiernos de no ver que la destrucción causada por incontenibles incendios no podía ser combatida con las puras ganas.

Probablemente eso explique que en todas las ciudades de Chile hubo incendios que arrasaban con manzanas y manzanas, Iquique, Antofa, Valpo, Ancud, Castro, etc, además construcciones de mucha madera.

Es cosa de revisar fotos de 100 o mas años y ver como en definitiva muchas ciudades, sino todas, fueron modeladas a punta de incendios incontenibles, esto sumado con que quienes recibían mas instrucción y capacitación eran los caballos, no es chiste.

La instrucción para los bomberos era considerada tan obvia que se la encontraba innecesaria, en esa época ya existían normativas, la NFPA nació en 1889 app, claro que se desconocían y/o nadie las pescaba.
 

bluebird3

Moderador
Miembro del equipo
1 Dic 2010
32.738
1.143
8
Chile
J.J.Mueller_Fire.jpg



Un espectacular incendio se desató en la última planta del edificio de la compañía de dulces y golosinas George J. Mueller Candy, situado en la avenida de Pensilvania de Washington, el 28 de diciembre de 1925. La Avenida Pensilvania conecta la Casa Blanca con el Capitolio de los Estados Unidos, que se puede divisar al fondo, y se temía que el fuego, avivado por un fuerte viento, se extendiera hacia el este a lo largo de la avenida. El humo del fuego llegó hasta el Capitolio, formando una densa humareda a su alrededor. Un bombero resulto lesionado y los daños materiales fueron de 50.000 dólares de la época.


http://ibytes.es/blog_ciudades_de_noche_durante_el_pasado_en_eeuu.html
 

cuartinoseptimo

Chupe
Miembro
Miembro Regular
2 Feb 2008
325
9
3
124
En los 50 y me atreveria a decir que tambien en los 60 en Iquique habia compañias que utilizaban una antigua camioneta de los 30 y sobre esta una bomba a vapor,cuando llegaron los Ford Jhon Bean para la 1ra y 7ma fue un salto tegnologico tremendo.